Toxo renuncia a la reelección y señala a Unai Sordo como su sucesor

Toxo renuncia a la reelección y señala a Unai Sordo como su sucesor

"Es una decisión personal pero no por razones personales"

EFE

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha anunciado que no se presentará a la reelección en el XI Congreso Confederal que el sindicato celebrará a finales del mes de junio.

Toxo ha comunicado su decisión en el Consejo Confederal del sindicato, convocado este sábado en sesión extraordinaria en la sede de CCOO, han informado fuentes presentes en el consejo.

En una rueda de prensa desde la sede del sindicato en Madrid, Toxo ha explicado que la decisión de no presentarse de nuevo es "personal pero no por razones personales" y ha hablado de "abrir paso a una nueva generación de dirigentes sindicales encabezados por Unai Sordo", secretario general de Comisiones Obreras en Euskadi, veinte años menor que él, informa Marta Molina.

Sordo será, salvo sorpresa de última hora, quien dé el relevo a Toxo al frente de CCOO ya que, como ha indicado el propio líder sindical saliente, no parece que vaya a haber más candidatos que él.

Además, Toxo ha dado su apoyo a Sordo y ha asegurado que, aunque la elección "se va a saldar en términos democráticos" y "de forma impecable" en junio, es el candidato de la mayoría de las organizaciones regionales.

EN EL CARGO DESDE 2008

Nacido en la localidad gallega de El Ferrol en 1952, Toxo fue elegido por primera vez secretario general de CCOO en diciembre de 2008, cuando le arrebató el cargo al entonces dirigente del sindicato, José María Fidalgo, por sólo 28 votos de diferencia.

En febrero de 2013 fue reelegido para un segundo mandato con el apoyo del 85,6% de los delegados asistentes al Congreso después de haber conseguido integrar a las distintas corrientes que existían en el sindicato.

En estos últimos cuatro años, el sindicato, con Toxo al frente, ha adelgazado su estructura, con la fusión de distintas federaciones sectoriales, y ha afrontado el escándalo de las tarjetas 'black' de Caja Madrid, en el que se vieron implicados seis de sus miembros, y ha sido testigo del fin del bipartidismo.