Rutinas mañaneras para ser mucho más productivo

Rutinas mañaneras para ser mucho más productivo

Por ejemplo, permítete unos instantes de silencio.

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El desarrollo del día depende mucho de cómo vaya la mañana. Mientras hay gente que se las ve y se las desea para encontrar el filtro de la cafetera, también hay quienes ya se han preparado para hacer que su día sea lo más productivo y fantástico posible.

Personalidades influyentes como Bill Gates o Mark Zuckerberg aseguran que las rigurosas rutinas que siguen por la mañana son la clave de su éxito. Varios estudios demuestran que las personas que adoptan este comportamiento por la mañana tienen "una mayor capacidad de moldear una situación para sacar provecho de ella".

No es como coser y cantar (y menos si no te gusta madrugar), pero integrar en el día a día las rutinas adecuadas da sus frutos y merece la pena incluso aunque al levantarte solo tengas ganas de soltar improperios.

Estos son algunos de los hábitos que te pueden cambiar la vida:

¿Acaso la clave del éxito es levantarse quince minutos antes de empezar a trabajar y salir de casa sin aliento? Por supuesto que no.

Las personas triunfadoras van un paso por delante: se levantan muy temprano por la mañana. Michelle Obama vio que le iba incluso mejor cuando se dio cuenta de que necesitaba verse a sí misma como alguien en quien merecía la pena invertir el tiempo.

"Si tuviera que levantarme antes para cuidar de mis hijas, me levantaría y lo haría", dijo la exprimera dama de Estados Unidos. "Pero cuando se trata de uno mismo, pensamos: 'No puedo levantarme a las 4:30'. Así que tuve que cambiarlo".

Aunque tu horario laboral no empiece muy temprano, tómate tu tiempo y haz acopio de fuerza de voluntad para no posponer el despertador. Merece la pena sacar tiempo para invertirlo en cuidarte por las mañanas.

Es difícil que un día vaya bien si se empieza con actitud pesimista. Por eso, el reconocido coach Tony Robbins recomienda que cada mañana tengamos nuestra Hour of Power(hora de poder) o nuestros Fifteen Minutes to Thrive (quince minutos para progresar).

Este tipo de prácticas implican pensar en las cosas por las que nos sentimos agradecidos. Expresar la gratitud resulta muy beneficioso: reduce el estrés, aumenta la productividad y la sensación de bienestar en general.

Independientemente del mal humor que tengas nada más levantarte, haz un esfuerzo por expresar tu agradecimiento. Por tus amigos, tu familia, tu trabajo o cualquier cosa que no quieras subestimar. Después, visualiza todo lo que te gustaría tener en tu vida como si lo tuvieras ya.

La mayoría de nosotros, si no todos, llevamos una vida muy ajetreada hoy en día. Entre la presión del trabajo, los horarios familiares locos y el sinfín de distracciones que nos rodean, como los móviles o los ordenadores, no tenemos mucho tiempo para disfrutar de la tranquilidad (aparte de por las mañanas, por supuesto).

Aprovecha la oportunidad para disfrutar de estos momentos porque en cuestión de una hora empieza a filtrarse la locura. Esta parte del día es el momento perfecto para hacer meditación.

Si quieres iniciarte en este mundo, prueba la aplicación gratuita para móvil Headspace: se trata de un programa de meditación guiado de unos 10 minutos de duración. Si te concedes tiempo para ti, notarás cómo se reducen el estrés y la ansiedad, cómo mejoran tus hábitos de sueño y cómo aumenta tu capacidad de memorizar y de relacionarte con los demás (entre otros muchos beneficios).

Todos tenemos listas interminables de cosas por hacer, de cosas que detestamos, concretamente. La mayoría de nosotros posponemos esas cosas para hacerlas al final del día (e incluso las dejamos para mañana), cuando estamos ya agotados de todo lo demás.

En vez de posponer las cosas y acabar agotado en el proceso, deberías comerte la rana. Como dijo Mark Twain: "Si lo primero que haces por la mañana es comerte una rana, es muy probable que eso sea lo peor que tengas que hacer en todo el día".

Como dice el experto en productividad Brian Tracy: "La rana es la tarea más importante y más engorrosa del día, esa que seguramente acabarás dejando para otro día si no haces algo al respecto". Tracy recomienda ponerse con ese tipo de tareas antes de hacer cualquier otra cosa y sin pensárselo demasiado antes de empezar.

Con este método no solo se evita caer en la procrastinación, sino que también es una forma de acabar con las tareas que más recursos mentales consumen en el momento en el que se tiene más carburante en el depósito.

Por mucho que nos cueste admitirlo, nuestras madres tenían razón. El desayuno es la comida más importante y los grandes directivos, como Mark Zuckerberg, coinciden en que un gran desayuno resulta muy beneficioso a lo largo del día.

La ciencia los apoya. El desayuno lo es todo: potencia el rendimiento mental y nos ayuda a estar en mejor forma.

Los detractores dirán: "Pero estoy demasiado cansado". Si desayunamos, estaremos más despejados y si no comemos nada experimentaremos el efecto contrario. Y para esos que lloran y protestan porque no tienen tiempo de hacerse un desayuno en condiciones por la mañana, siempre pueden preparárselo la noche anterior.

El director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, corre casi 10 kilómetros cada mañana. El CEO de Apple, Tim Cook, se levanta a las cinco de la mañana para hacer ejercicio. No es que tengas que hacer exactamente lo mismo, pero deberías plantearte la posibilidad de practicar deporte o hacer algún tipo de entrenamiento por la mañana.

Probablemente ya sepas que el ejercicio es beneficioso, pero lo que quizá no sabes es que el deporte por la mañana hace que te sientas más despierto y con más energía. Entrenar por las mañanas es clave para ser constante con tus objetivos relacionados con el ejercicio físico. "Si practicas deporte antes de que te distraigan los quehaceres del día a día, aumentarán las probabilidades de que sigas haciendo ejercicio con regularidad", explica Cedric Bryant, de la organización prodeporte sin ánimo de lucro American Council on Exercise.

Todos creemos que al llegar a casa después del trabajo seguiremos siendo productivos, pero luego nos adelantan la fecha de entrega de algún proyecto o el niño llega del colegio con fiebre... y con esa facilidad pasan los días sin hacer ejercicio.

Por muy malhumorado que te levantes por las mañanas, el hecho de obligarte a encontrar algo que te inspire te ayudará más a despejarte que cualquier bebida hipercafeinada.

Fijémonos en el difunto Steve Jobs: decía que cada mañana se miraba al espejo y se preguntaba: "Si este fuera mi último día de vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto de hacer hoy?".

No hace falta que reinventes la informática, basta con que te tomes unos cinco minutos cada mañana para pensar en los objetivos que puedes conseguir ese día.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.

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