Un día en la vida de un consumidor

Un día en la vida de un consumidor

Todo (o casi todo) a lo que tienes derecho en una jornada cualquiera; también este 15 de marzo, Día de los Derechos del Consumidor.

En el Día de los Derechos del ConsumidorPhotoAlto/James Hardy

6.00. AM.: Suena el despertador. Hace ya tres años que prescindiste de un aparato extra para iniciar el día y, desde entonces, utilizas tu iPhone nuevo y tu mujer su Android antiguo. También a la hora de levantaos resulta curioso comprobar cómo vuestras diferencias terminan luego por coincidir. Tu iPhone tiene una escueta garantía de un año, la misma que su Android, porque fue comprado de segunda mano. De haber sido nuevo, su margen sería el doble. Con lo cual: Android e iPhone mismo montan; para ser exactos: un año de garantía. Y esto porque Apple se acoge para algunos de sus productos, como la telefonía móvil, al concepto de garantía limitada. Lo normal es que cualquier aparato electrónico tenga una garantía de dos años.

6.15 AM.: ¡Otra vez no! La humedad de la del quinto ha vuelto a salir. Hace ya tres meses de la obra. "¿Subo? ¿Llamo al casero? ¿Le pido que lo pase por su Seguro?", dudas.

El Seguro asumirá el coste de la reparación si la humedad es considerada un daño a terceros. No obstante, poco importa. Si el desprendimiento entra en el periodo de garantía de la reparación anterior, la empresa que la realizó está obligada a repetir la obra. "¿Cuál es el plazo para reclamar por estos defectos?", vuelves a dudar. La ley no lo establece en este caso y queda a discreción de quien hace la reparación, que debe haberlo señalado en la factura. ¡Hecho! Que la vecina hable con su Seguro. Tu casero nunca ha puesto problema para encargarse de las reparaciones, tanto las que contempla la Ley de Arrendamientos Urbanos como las que no, pero este no es un caso que le competa.

Mientras terminas de asearte, escuchas a tu mujer maldecir. Ella se maquilla. Se queja de la textura extraña de su nueva bb cream. Corrosiona aceite, la compró este fin de semana, pero es cierto que la fecha de caducidad ha pasado. "¿Y ahora qué hacemos con un producto caducado? A la basura, ¿y ya?", dudas y dudas. La protección al consumidor no caduca. Además de haber cometido un posible delito contra la salud pública, la droguería que vendió la crema está obligada a reemplazarla por otra en buen estado e indemnizar a la clienta en el caso de que le haya supuesto algún perjuicio.

6.45 AM.: Vaya mañanita, ya solo faltaba que la leche también haya caducado. No es la leche, pero al café le han salido unos grumos de color nata. "¿Tan pronto? ¿No duraba años?". Año y medio, para ser exactos. El café tostado se deteriora fácilmente a causa del aire, la humedad, el calor, oxidándose con el tiempo y absorbe además aromas extraños. Es, pues, un producto delicado.

Los consumidores pueden presentar denuncias sobre alimentos y establecimientos de alimentación relativas tanto a problemas de seguridad e higiene alimentaria como a fraude en una OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor), si antes no han resuelto el problema con el comerciante o así lo desean. "Y me dirán que es culpa mía". Sólo si no guardas el ticket de compra. "Que los conozco". Entonces, acude a un sistema arbitral de consumo, un servicio desde el que encontrarán una solución al conflicto.

Lo dicho: vaya mañanita. A ver si ya en la calle, el día se endereza.

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7.30 A.M.: Los niños: al cole uno y a la guardería el otro. La relación entre padres y centro educativo también se recoge bajo el paraguas del consumo en ciertos casos.

8.00 A.M.: Camino a la faena. Tú coges autobús y metro para llegar a la oficina, mientras que tu compañera no tiene más remedio que subir al coche para desplazarse al polígono en el que trabaja.

Los recortes, sí, siempre lo dijiste, son los recortes. Si al autobús número 39 se le asegura una cadencia de "cada siete minutos" según su horario en esta franja, "¿por qué llevo esperando más de 18, otra vez hoy?". Olvídate del autobús, "cojo un taxi". Echa un ojo a este link para saber a qué atenerte. En uno y otro vehículo, el usuario de transporte público municipal tiene derechos como consumidor.

Mientras, tu mujer no circula con mejor humor. Un corte puntual en la circunvalación que toma para dirigirse a su oficina le ha obligado a desviarse y a perder 15 exquisitos minutos. Un accidente ha forzado el giro. Los conductores también son consumidores y tienen derechos.

Y tú, pues a voces con el taxista, porque lleva la radio a tope, a tope con la Cope. Y tienes derecho a que la baje. Esto con un taxista municipal, con un taxista de Uber o Cabify tus derechos son los contemplados por la legislación nacional que, según la patronal del taxi, no es tan exhaustiva como la municipal, que rige a sus representados. "¿Qué no tiene pago con tarjeta?". ¡Venga ya, si está obligado!

9.00 A.M.: Acabas de sentarte en tu puesto de trabajo cuando un SMS de tu compañía telefónica anuncia que estás a punto de terminar los datos contratados este mes. "¿Cómo, si ayer comprobé en la aplicación de la compañía y llevaba gastados 1,4 de los 2 GB que me cobran?". La telefonía es quizá el área que más quejas recibe de usuarios y consumidores. La mayoría de las organizaciones cuentan con una exhaustiva guía sobre derechos. Desde la Oficina de Atención al Usuario de las Telecomunicaciones del Gobierno ofrecen también un servicio de asesoría.

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12.00. PM.: Bajas al café. Sin lactosa, has vuelto a insistir. Y han vuelto a pasar de ti, y de todos tus compañeros si también ellos fueran intolerantes. El camarero se niega a cambiártelo, tiene mucho trabajo, pero eso puede afectar a tu salud. Esta es la Lista de abusos frecuentes en bares y restaurantes elaborada por Facua.

14.00 P.M.: Hora de alimentarse. Desde precios abusivos en productos que no aparecían en la carta hasta suplementos por usar cubiertos, pedir hielo o que te sirvan la carne muy hecha. Facua recopiló los 25 abusos más comunes en hostelería y los llamó #BaresParaNoVolver. El listado es muy útil pero seguro que puedes agregar algunos de tu propia cosecha. Por fortuna o quizá por uso, los bares y restaurantes son de los establecimientos mejor preparados para atender quejas de sus clientes, las hojas de reclamaciones a su disposición son un clásico en todos los establecimientos. ¿Quieren cobrarte el cubierto? Pues está prohibido, que lo sepas.

15.00 P.M.: Antes de volver al trabajo, aprovechas para hacer alguna compra. A esta hora, tu compañera está en el gimnasio. Buen ejemplo que quizá podrías seguir. Te gustan las tiendas más que a un ... un ... Hacemos cambio de armario como quien cambia de camisa, casi a diario, y eso porque "oye, es que sale malísima, las prendas ya no duran lo que antes". Pero los derechos son los de antes. La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios dispone que si un producto no es conforme con el contrato, el consumidor podrá optar entre exigir la reparación o la sustitución. Si esto no es posible, que te devuelvan el dinero. Parece olvidársenos que la ropa, por mucho que se haya abaratado los últimos tiempos con las marcas low cost, es un producto más para Ley.

Hace un par de semanas compré un bote de lejía de litro en el supermercado. De camino a casa comenzó a chorrear. Cayó sobre mis deportivas, las dejó hechas un asco. Ya estaban algo viejas, pero me habían costado 88 euros en su momento. Gracias a que mi madre guarda cualquier ticket, logré que el fabricante de la lejía me devolviera esos 88 euros y me compensara con 20 euritos más por las molestias.

19.00 P.M.: Por fin, la libertad. Los niños ya están en casa. Esperas a su madre, pasa a buscarte con el coche por la puerta del trabajo. Iréis al cine y a cenar. No hay razón evidente para la celebración, pero queréis celebrarlo. El restaurante está bien, precio medio, céntrico. Cuando llegáis, alguien se olvidó de vuestra reserva. El encargado del local está obligado a reubicaros.

Cenáis, quieren cobraros una jarra de agua y una aspirina de más. Ilegal por dos partes. El agua, si no es embotellada, ha de ser gratuita y un restaurante tiene prohibido vender medicamentos. En el cine han sido ya muchas las malas experiencias, pero aún así no os resistís a su magia, es algo generacional. Antes ibas hasta con el bocadillo a las sesiones dobles, pero ahora prohíben meter comida del exterior. "¿Quién lo prohíbe?". Este es otro de tus derechos que probablemente has pasado por alto. Facua recuerda que la actividad de las salas "no es la venta de esos productos por lo que comerlos no les supone ningún perjuicio económico". Lo cierto es que si no te gusta la película no puedes cambiarla por otra después de usada, aunque esté defectuosa porque tenga un mal guión o no haya logrado un storyboard aceptable. Pero Cinesa ha comenzado a hacerlo y la cadena dice que te devolverá el importe si la peli no te gusta.

23.00 P.M.: Vuelta a casa. Recogéis el coche en el parking y tiene un pequeño desperfecto en el alerón, como si otro vehículo le hubiera rozado. ¿Has guardado el ticket? Acuérdate siempre del ticket, es tu salvoconducto. El dueño del aparcamiento tiene obligación de entregar el vehículo en las mismas condiciones físicas en que el conductor lo dejó, pero no tendrá responsabilidad sobre los accesorios extraíbles, como antenas, a no ser que cuente con un servicio de vigilancia. Aparcar, pagar y recibir un ticket como justificante es ya un contrato, con derechos y obligaciones recogidos en la Ley reguladora del Contrato de Aparcamiento de Vehículos.

0.00 A.M.: Zzzzzz..... Lo sueños no entran en este apartado, afortunadamente son autoconsumo.

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