Un médico de Gaza, contra el Estado de Israel por la muerte de sus tres hijas

Un médico de Gaza, contra el Estado de Israel por la muerte de sus tres hijas

"Quiero darles nombre a mis niñas, darles una cara", dice al inicio del juicio en el que exige que se aclare lo sucedido

El médico Izzeldin Abuelaish, con tres de sus hijas, durante una reciente conferencia de prensa.AHMAD GHARABLI / AFP / Getty Images

Izeldin Abuelaish, el médico palestino que puso cara al dolor que causa la guerra cuando se enteró en directo en televisión de la muerte de tres de sus hijas en un bombardeo israelí contra su casa en Gaza en 2009, sigue reclamando justicia y una disculpa del Estado de Israel.

Este hombre, roto, se sienta hoy en el Tribunal del Distrito de Bersheva en la primera vista del proceso judicial que inició en diciembre de 2010, cuando presentó una demanda contra Israel para que se investigaran las circunstancias del ataque y buscar una compensación para la familia.

"El infractor debe tener la responsabilidad y el valor de asumirla", reclamó ante un grupo de periodistas que se arremolinaron en un hotel de Jerusalén Este para escuchar su historia.

"Quiero darles nombre a mis hijas, darles una cara" para que nunca más sean un número entre los 1.440 palestinos que perdieron la vida durante los veintidós días que duró la ofensiva militar israelí contra el movimiento islamista Hamás entre diciembre de 2008 y enero de 2009.

El 16 de enero de ese año un tanque del Ejército israelí disparó a una casa del barrio de Beit Lajia, residencia de veinticinco personas. Las tres hermanas -Bisam, de 20 años, Mayar, de 15 y Aya, de 14- murieron junto a su prima Nur, de 17, y otros dos miembros de su familia resultaron heridos.

La persona que lo hizo tiene que asumir su responsabilidad. Siempre deberíamos seguir estos casos para forzarles a ser responsables y que no lo hagan nunca más

Abuelaish, un ginecólogo de Gaza que trabajaba en el hospital Tel Hashomer de Israel y partidario de la paz entre ambos pueblos, era conocido en la sociedad israelí por sus apariciones en medios de comunicación, que le entrevistaron a lo largo de la operación porque la prensa no tenía acceso a la Franja, cerrada a cal y canto por Israel y el bloqueo que impone sobre ella desde 2007.

El ataque a su familia sucedió mientras era entrevistado en directo en el Canal 10 de televisión, momento en el que se rompió, gritó pidiendo que dejasen de disparar contra su casa y conmovió tanto a israelíes como a palestinos.

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El hecho de que fuese un médico que durante años trató a pacientes tanto palestinos como israelíes hizo que muchos sintieran la tragedia ajena más de cerca.

"Hay un delito y al menos alguien en Israel debería responsabilizarse y disculparse ante las víctimas", reclamó ayer en una conmovedora rueda de prensa, en la que le acompañaron dos de sus hijas supervivientes, Shatha y Rafaa, y su hijo Abdalá. "Un paciente no se cura si primero no admite que es un paciente", aseguró este doctor.

RECLAMA UNA INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL

Consideró injusto que los mismos que han cometido el ataque sean los que investigan y juzgan y pidió la creación de un "comité internacional independiente que analice las muestras" de metralla.

El Ejército israelí admitió desde un principio que había bombardeado la vivienda, pero, mientras que en un primer análisis reconoció que las muertes se debieron a sus proyectiles, más adelante cambió de versión.

Asegura desde entonces que las muestras de metralla extraídas de dos de los heridos del suceso que fueron tratados en hospitales israelíes prueban que hay restos de componentes químicos que indicarían la presencia en la vivienda de algún tipo de explosivo palestino y que éste pudo provocar las explosiones que causaron las muertes. Un circunstancia que, si llega a probarse, puede ser crucial para su demanda.

"Tengo fe, me mantengo optimista, aunque sé que éste juicio es el primer paso de muchos. Esperaremos y veremos qué podemos hacer", indicó Abuelaish y agregó: "La persona que lo hizo tiene que asumir su responsabilidad. Siempre deberíamos seguir estos casos para forzarles a ser responsables y que no lo hagan nunca más".

EN EL EXILIO

Tras el enfrentamiento bélico, Abuelaish abandonó Gaza porque no podía seguir trabajando entre la Franja e Israel y se trasladó a Toronto, donde vive desde entonces con su familia.

Su hija Shatha, que acaba de terminar una ingeniería, se emocionó durante la rueda de prensa. "Es muy triste que hayamos tardado tanto tiempo en volver", lamentó, aunque agradeció poder estar aquí para defender el nombre y la memoria de sus hermanas: "Hemos podido hacerlo, muchos otros no. Hemos tenido la oportunidad de poder buscar justicia".

En Canadá, Abuelaish ha creado la fundación Daughters for life, dedicada a la reconciliación y la coexistencia y a la que, según dijo el fin de semana en declaraciones a un medio local, piensa destinar cualquier compensación que pueda llegar a recibir de Israel por la muerte de sus hijas, si bien las estadísticas en estos casos no juegan a su favor.

"No he venido a defender nada, sino a abogar por la justicia y por la esperanza. A pesar de la tragedia que nos ha sucedido, hemos logrado sacar vida de la muerte y esperanza del dolor", concluyó.

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