Por qué los jóvenes franceses quieren cada vez más a Marine Le Pen

Por qué los jóvenes franceses quieren cada vez más a Marine Le Pen

La elevada tasa de paro es una de las causas por las que la juventud busca alternativas radicales al sistema.

Marine Le Pen, líder del Frente Nacional y candidata a las elecciones francesas de 2017, sonríe a sus simpatizantes después de un mítin en Burdeos (Francia). 2 de abril de 2017. REUTERS/Regis DuvignauRegis Duvignau / Reuters

La líder del ultraderechista Frente Nacional francés, Marine Le Pen, está cerrando su campaña con vistas a la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que se celebran este domingo 23 de abril en Francia. Se desconoce cuál será el resultado de la votación, pues las encuestas no se ponen de acuerdo entre los cinco principales candidatos.

Actualmente, la primera ronda está muy reñida entre Le Pen y Emmanuel Macron, cosa que llevaría al Frente Nacional a la segunda vuelta por primera vez desde 2002. Sin embargo, Le Pen no tiene muchas posibilidades de ganar en la votación final, ya que, según los sondeos, cualquier otro candidato principal saldría vencedor en un enfrentamiento contra ella.

Le Pen ha asegurado que va a desafiar a las encuestas, promete el mismo tipo de victoria inesperada que se dio en Reino Unido con el referéndum sobre el Brexit y en Estados Unidos cuando Donald Trump salió elegido presidente. En cambio, mientras en estos dos ejemplos el resultado se debió a las generaciones más mayores, gran parte del apoyo de Le Pen proviene de los votantes más jóvenes de Francia.

Según las encuestas realizadas a lo largo de la campaña, los votantes jóvenes apoyan más al Frente Nacional que a cualquier otro partido. Un sondeo de Ifop publicado el mes pasado ponía de manifiesto que el 39% de los votantes de entre 18 y 24 años eran simpatizantes de Le Pen.

Los jóvenes están dispuestos a votar a un partido que afirma que la inmigración les ha robado los puestos de trabajo.

El nivel de apoyo juvenil del que goza Le Pen es único en comparación con los movimientos populistas de toda Europa. Por ejemplo, en Países Bajos, únicamente el 3% de los votantes de 18 a 24 años votaron al político antiislam Geer Wilders en las elecciones que se celebraron el mes pasado, aunque obtuvo el 13% de los votos totales. Según los resultados del referéndum del Brexit, alrededor del 75% de los votantes más jóvenes querían permanecer en la UE. La canciller alemana Angela Merkel, defensora acérrima de la UE, también es considerablemente más popular entre los votantes jóvenes que cualquier otro candidato.

Los votantes más jóvenes de Francia parecen ser un blanco fácil para los partidos que argumentan que el sistema actual del país no funciona. La tasa de desempleo juvenil de Francia ha rondado el 25% en los últimos años: más del doble del índice nacional y muy por encima de la media de la UE. Ahora, muchos jóvenes están dispuestos a votar a un partido que afirma que la inmigración y la UE han robado los puestos de trabajo a los franceses.

El rechazo de los jóvenes franceses a los partidos que tradicionalmente han estado en el poder refleja la fragmentación política del país, algo que predomina en todos los grupos de edad de Francia. Lo más posible es que en la segunda vuelta de las elecciones se dé un enfrentamiento entre Le Pen y Macron; ambos candidatos se convertirían en el primer presidente o la primera presidenta de un partido antisistema. Mientras tanto, el actual Gobierno socialista está de capa caída y los republicanos, que en su día tuvieron mucha fuerza, se ven amenazados por las acusaciones de corrupción a François Fillon.

En medio de esta separación de las alianzas políticas tradicionales, el Frente Nacional intenta presentarse como la única alternativa política legítima, como siempre. Algo que les está dando muy buen resultado, especialmente con los votantes más jóvenes, que lidian con altos índices de desempleo y que no recuerdan con claridad las décadas de gobierno abiertamente discriminatorio y antisemita de Jean-Marie Le Pen (el padre de Marine) en el Frente Nacional.

Marine Le Pen lleva mucho tiempo siguiendo una estrategia para hacer del Frente Nacional un partido más saneado y no tan abiertamente discriminatorio como el que fundó su padre. En los últimos años, ha tenido enfrentamientos con Jean-Marie por sus declaraciones antisemitas y, finalmente, en 2015 acabó expulsándolo del partido.

A pesar de que Marine Le Pen sigue generando polémica por intentar suavizar el papel de Francia en el Holocausto o por denigrar a los inmigrantes musulmanes, ha conseguido que su partido se haga un hueco entre los más importantes del país y que resulte atractivo a los votantes más jóvenes. Un estudio de 2015 revela que los jóvenes franceses tienen una opinión mejor del Frente Nacional que la población general en un amplio número de aspectos; la principal diferencia de opinión se da con respecto a la forma en la que el partido enfocaría el asunto del desempleo.

El partido ha puesto a muchos políticos jóvenes al frente y los ha escogido como sus abanderados. A sus 27 años, Marion Maréchal-Le Pen (la sobrina de Marine) es la miembro más joven del Parlamento francés y una habitual en los mítines.

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Eric Gaillard / Reuters

Aunque los jóvenes franceses son los que más apoyan al Frente Nacional, los esfuerzos del partido por atraer a este sector demográfico no son novedad. El Frente Nacional lleva teniendo un ala joven desde la década de los setenta y su retórica sigue el mismo carácter antiinmigración y antisemita del partido principal. El director de las Juventudes del Frente Nacional, Gaëtan Dussausaye, ha escrito numerosas publicaciones en la página web del ala joven quejándose de que el Gobierno concedía ayudas a los inmigrantes mientras ignoraba a los nacidos en Francia.

Todavía no se sabe con certeza el efecto que tendrá la popularidad del Frente Nacional entre los más jóvenes. Puede que el deseo de la juventud por un cambio radical no recaiga sólo sobre el Frente Nacional. Según una encuesta publicada la semana pasada en el periódico Le Monde, el líder de La Francia Insumisa (de izquierda radical), Jean-Luc Mélenchon, ganó muchos simpatizantes de entre 18 y 24 años: pasó del 12 al 44% en menos de un mes. Con los datos que publicó Le Monde no queda claro qué simpatizantes ha ganado Mélenchon o si ha disminuido el apoyo a Le Pen.

El apoyo de la juventud no siempre se traduce en votos. Semanas antes de las elecciones francesas de 2012, y según otro sondeo publicado por Le Monde, el porcentaje de apoyo de los votantes de entre 18 y 24 años al Frente Nacional rondaba el 26%, pero en la primera vuelta el partido de Le Pen solo obtuvo el 18% del voto joven.

Este artículo fue publicado originalmente en 'The WorldPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.