Este joven hace de 'niña de las flores' en una boda y se queda con todos los invitados
¡Fantástico!
Cuando Andria Farthing estaba planeando su boda para el 17 de junio en Madison, Wisconsin (EEUU), lo único que tenía claro es a quién quería pedirle que fuese su niña de las flores: a Patrick Casey, su primo de 28 años.
Casey contó a la edición estadounidense del HuffPost que él y Farthing crecieron muy unidos y que una vez fueron niños de arras en una ceremonia.
Hace cuatro años, Casey conoció al ahora marido de Farthing, Jake, e inmediatamente le gustó. Tuvo la sensación de que terminarían juntos y empezó a bromear con ellos para que le diesen un papel el día de su boda.
"Les estuve presionando para ser su 'hombre de las flores' incluso antes de que se comprometiesen", dijo Casey.
Y resulta que la pareja no pensó que fuese una mala idea.
"Poco después de sus compromiso, ellos me honraron cediéndome la tarea que tanto ansiaba", dijo.
Cuando llegó el día de la boda, Casey se tomó muy en serio su papel.
"¡Utilicé el mismo cesto de las flores que ella usó cuando estuvimos en la boda juntos siendo niños!", explicó Casey a HuffPost.
Casey cree firmemente que su papel poco tradicional añadió algo de "frivolidad a ese día especial".
"Un buen matrimonio incluye un montón de risas", dijo Casey al HuffPost. "¿Qué hay de malo al incluir un poco de diversión el día de tu boda con alguien que amáis los dos y que os quiere a ambos?"
Y aunque Farthing estaba de acuerdo con que Casey fuese su chico de las flores, no todo el mundo lo estuvo al principio.
"Creo que hubo un poco de escepticismo, pero después, mucha gente me felicitó por haber sido divertido sin cruzar la línea", asegura Casey.
"Creo que la mayoría de la gente se convenció cuando paré al final del pasillo, puse la cesta en el suelo..."
"... Saqué los pétalos de mis bolsillos y los lancé al aire imitando el ritual de los polvos de Lebron James".
Casey, que dice que fue un honor compartir este momento con su prima, sólo lamenta una pequeña cosa de su experiencia como hombre de las flores.
"Mi única pena es haberme olvidado de usar los pétalos de las flores que había metido en uno de mis zapatos", dice. "'Quizás la próxima vez".
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés.
