El MIT inventa una pegatina inteligente para detectar y detener violaciones en tiempo real

El MIT inventa una pegatina inteligente para detectar y detener violaciones en tiempo real

"Nuestro invento combina el avance tecnológico y el diseño para ser útil e indetectable".

Un equipo de científicos y diseñadores del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés) ha inventado una pegatina inteligente con la que aspiran a combatir la violencia sexual. La que han ideado es una solución sencilla y fácil de llevar, pues se adhiere a las prendas íntimas de los usuarios. Ha sido bautizada como Intrepid.

Primero, la pegatina aprende el modo habitual en el que el usuario o la usuaria se quita esas prendas, como el sujetador. De esa manera sabrá identificar una situación anómala y lanzar la alerta de violencia sexual. Es una alerta gradual: primero, veinte segundos de ruido que la persona afectada puede desactivar si se trata de una equivocación, respondiendo a un mensaje enviado a su teléfono móvil.

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Pero si no se trata de un error, Intrepid sigue haciendo su trabajo y lanza un alerta a cinco contactos de confianza del usuario y a los servicios de emergencia. A partir de ese momento, el teléfono móvil de la víctima se convierte en una grabadora que registra todos los sonidos a su alrededor.

"El abuso sexual, el asalto y el acoso son considerados por las Naciones Unidas las violaciones más habituales de los derechos humanos en el mundo", explican los responsables del proyecto en su página web: "Nuestro trabajo examina los métodos para prevenir el abuso sexual, desde tiempos prehistóricos a las últimas tecnologías, para dar forma a diseños contemporáneos".

La pegatina inteligente está pensada para ser útil también en casos en los que la víctima no pueda defenderse: niños, ancianos, discapacitados o personas drogadas e inmovilizadas.

La pegatina inteligente de Intrepid, de hecho, se ha diseñado tomando como punto de partida la información aportada "por supervivientes de violaciones, 338 participantes on-line, 67 voluntarias y 20 usuarios que han ayudado a calibrar la usabilidad de nuestro diseño".

El dispositivo del MIT no está pensado sólo para ser utilizado por mujeres. Por eso, cuenta con un modo de seguridad pasiva para "los casos en los que la víctima está inconsciente o no puede hacer frente al agresor, por ejemplo en el caso de niños, pacientes hospitalizados, ancianos, discapacitados o personas intoxicadas".

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