12 trucos para descansar, recuperarse y aumentar la capacidad cerebral en vacaciones

12 trucos para descansar, recuperarse y aumentar la capacidad cerebral en vacaciones

Las vacaciones no solo son recomendables, también son necesarias para el cuerpo.

Francesco Carta fotografo via Getty Images

Además de hacerte feliz, las vacaciones también son buenas para el cuerpo: realizar viajes o excursiones con frecuencia está asociado a un menor riesgo de sufrir ataques al corazón y a una mayor esperanza de vida, entre otros beneficios.

Aunque algunos viajes pueden provocar más estrés todavía, si eliges bien podrás mejorar tu capacidad mental, le encontrarás más sentido a la vida y crearás recuerdos que funcionarán como una inyección de felicidad en los años venideros.

Descubre a continuación 12 trucos para sacarle todo el jugo a las vacaciones:

Los estudios demuestran que la parte más feliz de las vacaciones no es el viaje en sí, sino la emoción de planificar de forma anticipada. No obstante, otro estudio confirmó que algunas personas, más que emoción, sufren estrés la semana previa al viaje debido a las tareas acumuladas en casa y en el trabajo.

Para evitar que pase esto, planifícalo con suficiente tiempo para que sea una experiencia agradable. Si es posible, elige una época de poco estrés para viajar y márcate un presupuesto para evitar preocupaciones económicas.

Visitar lugares nuevos es un desafío que estimula la capacidad cerebral. Explorar lugares desconocidos produce en la mente el mismo efecto que si descubrieras una nueva afición, como el tenis.

"Cuando sometes al cerebro a un ambiente nuevo o complicado, el cerebro reacciona", explica el neuropsicólogo de la Universidad de Pittsburgh Paul Nussbaum. Se crean nuevas dendritas (las ramificaciones que permiten el contacto entre las neuronas) y el cerebro —en sus propias palabras— "empieza a parecer una jungla".

Visitar un lugar desconocido también estimula la creatividad. En un estudio de 2009 se descubrió que la gente que ha estudiado en el extranjero tiene un 20% más de probabilidades de hallar la solución de los problemas de lógica.

Relajarse es fundamental para mejorar la creatividad y la capacidad de atención, así que tampoco viajes a un lugar en el que te sientas perdido o superado. Lo ideal en este aspecto es visitar otra cultura que tenga aspectos en común con la tuya.

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Hacer amigos por el camino es una buena experiencia, pero las vacaciones también son un momento ideal para disfrutar de los beneficios de estar con aquellos a los que más quieres. Un estudio de 2011 demostró que algunos niveles de felicidad están relacionados con pasar tiempo con nuestras personas favoritas. Recordar las mejores anécdotas con estas mismas personas también genera felicidad. No hace falta decirlo, pero discutir durante el viaje causa efectos negativos en la productividad y la energía, así que trata de evitar compañeros de viaje muy propensos a las broncas.

Si intentas desconectar durante breves intervalos de tiempo antes de salir de viaje, te será más fácil relajarte cuando llegues a tu destino, según la revista Harvard Business Review. Intenta dejar de utilizar el teléfono por las noches y acude a clases de yoga o meditación para enseñarle a tu cerebro que darse un respiro no hace daño.

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Los primeros días de un viaje son los que más condicionan el resto de las vacaciones y el recuerdo general que tendrás, según la investigadora Elizabeth Dunn, que recomienda, por ejemplo, reservar un hotel vistoso para empezar con una mejor impresión.

Prueba a lanzarte en una tirolina o a asistir a una sesión de teatro interactivo. Las actividades singulares generan más felicidad que otras recurrentes. Hacerse experto en una nueva destreza también puede servir para incrementar tu energía, incluso tras acabar las vacaciones, según indica un estudio de 2006.

La gente que se anima a probar actividades relajantes asegura encontrarle más sentido a la vida. Mejor carácter, más energía y mayor satisfacción son algunos de los beneficios derivados de realizar estas actividades, y las vacaciones son el momento perfecto para probarlas.

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Aparte del estrés que conlleva llevarte el trabajo de viaje, seguir conectado puede hacer que guardes menos recuerdos de las vacaciones. Un estudio reciente halló que trabajar una hora al día aumenta un 43% las probabilidades de que te cueste recordar el viaje. No obstante, no pasa nada por usar el móvil para hacer fotos, ya que, según indican los investigadores, los buenos recuerdos siguen siendo una fuente de felicidad incluso cuando el momento ya ha transcurrido.

Si es posible, tómate un día libre para ponerte al día con las tareas domésticas, hacer limpieza del correo electrónico y empezar a adaptarte de nuevo a la rutina antes de volver al trabajo. Si no es posible, los expertos aconsejan no sobrecargar los primeros días de trabajo con reuniones, tareas extra y otros compromisos.

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Contar los mejores momentos de tu viaje es un modo excelente de complacer a tu cerebro tiempo después de que las vacaciones hayan terminado. Recurre a las mejores anécdotas para conseguir inyecciones de felicidad a corto y a largo plazo.

Es normal sentirse de bajón al retomar la rutina tras un viaje memorable. Los estudios demuestran que solo un pequeño porcentaje de las escapadas relajantes consiguen que te sientas más feliz a la vuelta, así que céntrate en recordar que has hecho algo bueno para tu salud y que nada te impide repetirlo.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.

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