¿Vives o trabajas en una zona ruidosa? La verdad sobre la contaminación acústica

¿Vives o trabajas en una zona ruidosa? La verdad sobre la contaminación acústica

Los estudios concluyen que existen muchos riesgos para la salud derivados de la contaminación acústica, pero los vehículos eléctricos traen el silencio.

A pesar de que todos estamos familiarizados con el término contaminación acústica, la mayoría de nosotros lo reconocemos simplemente como algo irritante con lo que lidiar día tras día. Las obras junto al trabajo, la congestionada carretera cerca de la escuela de tus hijos, la pista del aeropuerto... Ruido y más ruido. Nos decimos a nosotros mismos que es el precio que tenemos que pagar por vivir en ambientes densamente poblados como las ciudades.

Si fuéramos conscientes de los riesgos que entraña la contaminación acústica para nuestra salud no seríamos tan complacientes. Por poner un ejemplo: ¿sabías que la gente que vive en un ambiente en el que se alcanzan entre 55 y 80 decibelios durante el día tienes más posibilidades de sufrir hipertensión y enfermedades cardiovasculares a causa del estrés? ¿O que el sonido que supera los 45 decibelios puede interferir con nuestra rutina del sueño, lo que hace que funcionemos de forma menos eficiente durante el día?

Estos efectos se confirmaron tras un reciente estudio del Imperial College de Londres que analizó datos de 144.000 adultos, reforzando la evidencia de la Organización Mundial de la Salud, que señala la contaminación acústica como la segunda causa de muerte relacionada con el medioambiente por detrás de la atmosférica.

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La gran mayoría de la contaminación acústica en Europa viene causada por el tráfico de vehículos en nuestras carreteras, concretamente un 70% según estadísticas de la Agencia Europea de Medioambiente. Alrededor de 100 millones de personas en todo el continente están expuestas a un ruido procedente del tráfico superior a 55 decibelios, mientras que más de 32 millones se exponen a niveles de más de 65 decibelios. Además, disfrutar de una noche de sueño reparador es imposible para aproximadamente 50 millones de europeos a causa de estos altos cotas de ruido.

A pesar de lo dramático de estas estadísticas, tenemos una posible solución en nuestras manos: los vehículos eléctricos. Además de ser muy beneficiosos en lo que se refiere a la contaminación atmosférica, los vehículos eléctricos producen muchos menos ruido que los de combustibles tradicioanales.

El vehículo eléctrico más vendido del mundo, el Nissan LEAF, tiene una ingeniería con un nivel sonoro muy bajo que apenas alcanza los 20 decibelios. Teniendo en cuenta que se han vendido más de 250.000 LEAFs en todo el mundo y que el nivel de ruido de un coche es de 50 decibelios, supondría un ahorro en términos de contaminación acústica de siete millones y medio de decibelios. De hecho, el Nissan LEAF es tan silencioso que cuando circula a velocidades muy lentas utiliza un sistema VPS (sonido para peatones) que emite un leve silbido para hacer notar su presencia.

Lo que sí es cierto es que la balanza parece que se inclinará a favor de vehículos eléctricos como el LEAF en los próximos diez años, con ciudades como Amsterdam, Madrid, Múnich, Atenas y París (entre otras) planeando eliminar los vehículos de diésel en ese período. Añadiendo el hecho de que en 2022, los vehículos eléctricos serán más baratos de comprar y mantener, y el actual estado del tráfico será un tema del pasado.

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Conseguir un tráfico por carretera más silencioso será ganar una gran batalla, pero todavía queda mucho por hacer. El Espacio Económico Europeo señala que el tráfico aéreo y por tren, además del producido por la industria, también son factores importantes a la hora de crear el ecosistema urbano. Colin Nugent, experto en contaminación acústica del Espacio Económico Europeo comenta que ya "existe legislación en marcha, entre la que se incluye el directorio de ruido ambiental (END), que requiere valoraciones para llevarse a cabo, como mapear el ruido y diseñar planes de actuación concretos".

Estos 'mapas del ruido' despliegan información espacial cobre la exposición al ruido en Europa. "Cuantos más datos tengamos", comenta Nugent, "más podremos mejorar nuestro conocimiento en este ámbito y los políticos estarán más informados para aplicar medidas más adecuadas".

Además, se está realizando otro proyecto de investigación en la Free University de Bruselas, que ha desarrollado la aplicación NoiseTube, permitiendo a la gente utilizar su teléfono para registrar los niveles de ruido alrededor de la ciudad. Después, estos datos están disponibles para que los usuarios puedan evitar áreas o momentos de mayor nivel de ruido, mientras que los ayuntamientos los pueden utilizar para identificar zonas en las que los niveles de contaminación acústica sean peores.

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Pero, ¿qué podemos hacer con el ruido que se genera de forma inevitable? En abril de 2017 se celebró la conferencia Noise in Europe que ya ha dado lugar a numerosas iniciativas.

En París no solo han restringido el uso de vehículos en ciertas zonas, sino que también han experimentado con nuevas superficies en las carreteras que tengan la capacidad de absorber más ruido, y ya se está tratando el 10% del anillo central de la ciudad con estos materiales.

En Bilbao están intentando desarrollar 'islas sonoras' en áreas urbanas donde, a través de una insonorización efectiva, la gente pueda relajarse y experimentar calma y silencio en medio de la ciudad.

De forma similar, en Florencia (Italia) están investigando sobre los efectos del ruido excesivo en los niños, y estableciendo zonas silenciosas en las proximidades de las escuelas. Alrededor de toda Europa ya se puede ver el incremento del uso de pantallas de ruido a lo largo de las carreteras, vías del tren o las proximidades de los aeropuertos, todo para esforzarse en reducir los dañinos niveles de decibelios.

Existen otras decisiones que como individuos podemos tomar para abordar la contaminación acústica. Comprar un vehículo eléctrico de Nissan podría ser una de ellas, ya que el número de puntos de carga continúa incrementándose, lo que hace que la transición entre vehículos eléctricos y coches de petróleo o diésel está en buen camino.

También se deben tener en cuenta el tipo de neumáticos que utilizas. Europa tiene un sistema de etiquetado que neumáticos de carretera que incluye información sobre emisiones de ruido. De la misma forma, cuando compres electrodomésticos como neveras o lavadoras, fíjate en uno que venga con un indicador de silencio o un equivalente.

A nivel personal, piensa en el sonido que produces de forma individual (auriculares que aislen el ruido, controlar los ladridos de tu perro, así como tener una sala silenciosa en tu casa libre de aparatos electrónicos y máquinas) e intenta pasar más tiempo en lugares menos cargados de ruido, como parques, museos o galerías, lejos de las congestionadas carreteras de la ciudad. Además, intentar ser consciente de los lugares con más concentración de tráfico y del momento en el que se realiza de desplazamiento para evitarlo, y salir de la ciudad durante pequeños períodos de tiempo siempre que sea posible.

Conseguir el deseado silencio será una combinación de las medidas que ya se están adoptando, además de otras como la aplicación de las nuevas tecnologías como material de aislamiento que absorbe completamente las ondas sonoras y las reconduce, algo que hará que nuestros ambiente humano se convierta en un lugar más silencioso y menos estresante en la próxima década.

De hecho, podríamos decir que estamos a punto de entrar en la era de oro del silencio.

Electrify the World es una iniciativa de Nissan. Como pionera en vehículos eléctricos, Nissan cree en la necesidad de actuar ahora para un futuro más sostenible. Descubre más sobre estilos de vida inteligente y sostenibilidad