El asesinato de Benazir Bhutto, un crimen sin condenados casi 10 años después

El asesinato de Benazir Bhutto, un crimen sin condenados casi 10 años después

La absolución se ha producido pese a que los acusados confesaron en 2009 el crimen, alentado por un líder talibán.

Velas y flores para Benazir Bhutto, durante una vigilia celebrada en Lahore en diciembre de 2011.Mohsin Raza / REUTERS

Casi diez años después del asesinato de la opositora paquistaní Benazir Bhutto, la Justicia sigue sin encontrar a los autores del atentado, después de que un tribunal absolvió hoy a cinco talibanes acusados de conspirar para matarla y condenó a dos ex altos mandos policiales por negligencia.

Tras nueve años de procesos judiciales, ocho jueces y 300 vistas, el magistrado Khan declaró inocentes "por el beneficio de la duda" a los cinco acusados de colaborar con el terrorista suicida de 15 años que acabó con la vida de Bhutto, explicó a Efe el fiscal de la Agencia Federal de Investigación (FIA), Khawaja Imtiaz.

La absolución se produjo pese a que los acusados confesaron en 2009 a la Policía haber cometido el crimen por órdenes de Baitullah Mehsud, líder entonces del principal grupo talibán paquistaní, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), muerto en el ataque de un dron en 2009. Según el fiscal, el juez no admitió la validez de esas confesiones.

"Las confesiones eran muy contundentes y debería haberse confiado en ellas, pero no sé por qué el juez no las consideró", dijo Imtiaz, al señalar que aún no ha tenido tiempo de examinar en profundidad la sentencia.

Dos veces primera ministra, la entonces opositora y líder del Partido Popular de Pakistán (PPP) Bhutto, recién retornada al país de un largo exilio, murió el 27 de diciembre de 2007 junto a otras 24 personas por el ataque de un suicida que hizo estallar una carga explosiva en un mitin en la ciudad de Rawalpindi, vecina de Islamabad.

Bhutto había sobrevivido a un atentado anterior en Karachi (sur), el mismo día de su regreso a Pakistán en octubre de ese año, en el que fallecieron 147 personas y del que culpó al entonces presidente, Pervez Musharraf.

En la sentencia, leída en la cárcel Adiyala de Rawalpindi, Saud Aziz, exjefe de la Policía de esa urbe, y el exsuperintendente Khurram Shahzad fueron condenados a 17 años de cárcel y una multa de medio millón de rupias (4.000 euros) por no dar seguridad adecuada y por la eliminación de pruebas tras el atentado en el que falleció Bhutto.

El fiscal explicó que Aziz ordenó a las fuerzas policiales abandonar el mitin electoral en el que participaba Bhutto y limpiar la escena del crimen una hora después, "para eliminar pruebas".

Además, no acordonó la zona adecuadamente y evitó que se llevase a cabo una autopsia de la fallecida, acciones en las que estuvo apoyado por Khurram.

El tribunal declaró, además, prófugo a Musharraf por no asistir a las vistas del juicio y se ordenó la confiscación de sus bienes, dos medidas ya tomadas en 2016 por otra instancia judicial en relación con un caso de alta traición.

Al exgeneral y expresidente se le relacionó con el crimen desde un principio pero su salida del país, en 2009, paralizó los procesos judiciales hasta que regresó en 2013 y fue acusado por un tribunal de conspiración para matar a Bhutto.

El militar salió de nuevo del país en marzo de 2016 alegando motivos médicos con la promesa de volver y desde entonces no ha regresado.

El fiscal indicó que la pieza de Musharraf se separó del caso principal debido a su ausencia y que será juzgado "cuando vuelva" a Pakistán.

Una comisión de la ONU responsabilizó en 2010 a Musharraf de la muerte de Bhutto por no haberle proporcionado a la opositora una seguridad adecuada y acusó a las autoridades paquistaníes de hacer fracasar la investigación del caso de manera "deliberada".

Poco después de anunciarse la sentencia, Aseefa Bhutto Zardari, una de las hijas de la líder asesinada, acusó en Twitter directamente a Musharraf asegurando que no habrá justicia hasta que éste "responda por sus crímenes". "Diez años más tarde y todavía esperamos justicia. Los cómplices castigados, pero los realmente culpables de asesinar a mi madre continúan libres", dijo.

El hijo de Benazir Bhutto y actual presidente del PPP, Bilawal Bhutto Zardari, calificó la sentencia como "decepcionante e inaceptable" y anunció que estudiarán las "opciones legales".

Bhutto fue en 1988 la primera mujer en ser elegida gobernante de un país de mayoría musulmana. Su padre, Zulfikar Ali Bhutto, había dirigido el país hasta que fue depuesto en un golpe de Estado militar en 1977 y ahorcado por orden de un tribunal.

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