Las fuerzas iraquíes liberan el último fortín del Estado Islámico en el norte del país

Las fuerzas iraquíes liberan el último fortín del Estado Islámico en el norte del país

Los yihadistas ya sólo tienen un baluarte en el país, al oeste de la provincia de Al Anbar, en la frontera con Siria.

Fuerzas chiítas y soldados de Irak accediendo, ayer, a Al Hauiya.Stringer / REUTERS

Las fuerzas iraquíes anunciaron hoy la liberación de la localidad de Al Hauiya, capital de la comarca homónima, el último fortín del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el norte del país.

El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, dijo hoy en una visita en París tras reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, que Al Hauiya ha sido "liberada", y felicitó "a los iraquíes y al mundo por esta victoria conseguida gracias a los actos heroicos de los iraquíes".

Asimismo, aseveró que al EI todavía le queda un único feudo en Irak, que se trata de la zona fronteriza con Siria, en el oeste de la provincia de Al Anbar, ubicada en el oeste de Irak.

Por otra parte, la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, felicitó al Gobierno de Irak y a sus fuerzas de seguridad por el "decisivo" triunfo sobre el EI en Al Hauiya, durante una ofensiva que ha durado catorce días y donde "múltiples fuentes informaron (a la coalición) de que más de 1.000 terroristas se rindieron".

"Nuestros socios iraquíes lucharon de manera profesional y valiente contra un brutal y resuelto enemigo, y salvaguardaron la vida de los civiles inocentes a lo largo de toda la campaña", afirmó el general estadounidense Paul E. Funk II, de la alianza internacional.

En las operaciones militares participaron la Policía Federal, el cuerpo policial de Respuesta Rápida, la IX División del Ejército iraquí y las milicias chiíes Multitud Popular, según el comunicado del subcomandante de las Operaciones Conjuntas, Abdelamir Rashid Yarala.

Sin embargo, la ofensiva, aseguró Yarala, continúa en la comarca, ubicada en la provincia de Kirkuk (noreste).

En este contexto, el miembro del Consejo provincial de Kirkuk, Burhan al Asi, dijo a Efe que tras la toma de la comarca de Al Hauiya todavía quedan algunos focos de resistencia de los terroristas, tanto en la capital comarcal como en alguno de sus pueblos.

En concreto, destacó el municipio de Al Riyad, donde los combatientes del EI todavía controlan algunas aldeas.

HASTA 12.500 DESPLAZADOS

Al Hauiya es una zona donde prevalecen las tribus árabes suníes entre las que destacan Al Abid, Al Yabur y Al Naim, entre otras.

Según Al Asi, se calcula que unas 450.000 personas habitaban en esta zona antes de la entrada del grupo yihadista en 2014.

De acuerdo con cifras de la ONU, en la primera semana de la ofensiva del Ejército, que empezó el pasado 21 de septiembre, 7.000 personas escaparon de Al Hauiya, pero el pasado fin de semana hubo una aceleración del ritmo de desplazamiento, que llegó a 12.500 personas en las últimas horas.

El pasado día 3, el portavoz de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, Jens Laerke, aseguraba que se desconocía el número exacto de habitantes que continuaban en Al Hauiya, pero que se temía que su número pudiera rondar las 78.000 personas.

Al Asi destacó que la importancia de la comarca radica tanto en la presencia de los pozos de petróleo, como en su riqueza agrícola y su posición estratégica entre las ciudades de Kirkuk y Tikrit, capital de Saladino.

La ofensiva de Al Hauiya coincide además con un momento de tensión entre el Gobierno central y la región autónoma del Kurdistán, que acaba de celebrar un referéndum para independizarse de Irak -no reconocido por Bagdad- y pretende anexionarse la provincia de Kirkuk.

Las tropas iraquíes suman Al Hauiya a los bastiones recuperados en los últimos meses del control del EI, después de retomar la ciudad de Mosul -el que fue el feudo más importante en Irak para los radicales- y la comarca de Tel Afar, ambas en el norte del país.

Según datos de la coalición, las fuerzas iraquíes, con el apoyo de la alianza internacional, han liberado una superficie de alrededor de 41.500 kilómetros cuadrados, que estaba controlada desde 2014 por los extremistas, y en la que podrían estar unos cuatro millones de personas.