Juana Rivas impulsa una campaña de micromecenazgo para poder pagar la batalla legal por sus hijos

Juana Rivas impulsa una campaña de micromecenazgo para poder pagar la batalla legal por sus hijos

"Sigo luchando y necesito tu ayuda", dice la madre de Maracena, que tiene por delante un largo periplo judicial para recuperar a los pequeños.

"Soy Juana. Sigo luchando y necesito tu ayuda". Con estas palabras reaparece ante el mundo Juana Rivas, la madre de Maracena (Granada) que estos meses han puesto contra las cuerdas al sistema judicial español al escapar con sus dos hijos para protegerlos de su padre, Francesco Arcuri, condenado por malos tratos.

Después de que Rivas accediese a devolver a los críos, de once y tres años, a su progenitor, como fijaba una orden judicial, y de que éste regresase a su país, Italia, lo que se ha sabido de esta mujer es que está siendo investigada por un supuesto delito de sustracción de menores y desobediencia judicial y que su periplo por los juzgados -y el de sus asesores, letrados y familiares- no ha hecho más que comenzar. Le queda por delante un proceso largo y caro y, por eso, Juana ha vuelto a las redes sociales para lanzar una campaña de micromecenazgo o crowdfunding para que los ciudadanos la ayuden a sufragar el coste de la batalla por sus pequeños.

En una petición publicada en el portal GoFundMe, esta madre ha colgado un vídeo en el que pide "aportaciones" para "afrontar los gastos que se avecinan", y que no puede asumir por sus propios medios, confiesa. "Esta lucha no es solo por mí, hay muchas mujeres en mi situación que creen que no es posible salir de la violencia, pero yo creo que mi historia va a tener un final muy feliz", explica.

Al inicio de la grabación, Rivas repite insistente su agradecimiento a todas las personas que han compartido su lucha, incluso el hecho de que se marchase con los menores y estuvieran todos ilocalizables durante casi un mes. "Gracias por el apoyo", recalca, antes de reconocer que a veces se encuentra un poco sola pese a las muestras de cariño casi generalizadas. "Lo vamos a conseguir", se anima.

Este es el contenido completo de la nota con la que trata de encontrar ayuda económica para sus trámites, con la que ya ha conseguido casi 2.500 euros de los 60.000 que se ha planteado como objetivo:

Hola, Soy Juana Rivas. Seguramente sabrás lo que he tenido que pasar estos últimos años y lo que ocurrió en verano.

Sigo en la lucha judicial, acompañada por buenos profesionales y personas que me están apoyando de diferentes maneras.

Para continuar defendiéndome y lograr protegernos necesito ayuda económica. No puedo cubrir sola los gastos de abogados, procuradores, trámites, traducciones, certificados, viajes...

Hemos calculado que, para afrontar los próximos pasos judiciales con mínimas garantías (y facturas que debo aun desde verano) hacen falta alrededor de 60.000€... y no los tengo. Ni yo ni mi familia y amistades cercanas, que ya nos lo ha dado todo.

La gente de GoFundMe se ha ofrecido generosamente a ayudarme para conseguir el dinero que me permita continuar la lucha. Ellas canalizarán lo que entre todos y todas podamos reunir y me lo enviarán directamente a mi cuenta personal, según tenga que hacer los pagos.

Yo iré subiendo aquí puntualmente las facturas, para que se pueda comprobar en qué se va gastando el dinero.

Si lograra obtener justicia antes de lo que los abogados piensan (rezo todos los días por ello) y quedara dinero en la cuenta, lo que quedase lo donaríamos a otras mujeres como yo, para que puedan tener una defensa digna y darles esperanzas de que se puede salir de la violencia.

Porque yo tengo la esperanza de que se puede. Con vuestra ayuda, yo podré.

Muchísimas gracias por todo. De corazón. Mil gracias.

"INOCENTE"

Juana Rivas compareció a principios de septiembre en el juzgado de Granada que la investiga por la presunta sustracción de sus dos hijos y de declaró inocente, asegurando que actuó en todo momento para proteger a los menores.

La mujer, que se instaló en el municipio granadino de Maracena en 2016 al trasladarse desde Italia para huir -según su relato- del maltrato de su expareja, entregó a los niños tras un ultimátum de los jueces y, de seguido, su antigua pareja se los llevó a su país; desde entonces ha tenido con ellos escasas comunicaciones digitales y ninguna personal. Ahora está por aclarar quién se quedará con la custodia de los pequeños y con qué régimen de visitas y pagas.