Cuatro consejos para evitar el riesgo de intoxicación al usar bolsas reutilizables

Cuatro consejos para evitar el riesgo de intoxicación al usar bolsas reutilizables

Ante todo, organización y limpieza.

Meter la compra en bolsas reutilizables es estupendo para el medio ambiente, pero podría resultar peligroso para la salud, ya que existe un riesgo de intoxicación alimentaria si no se siguen ciertas medidas de seguridad.

Así lo asegura la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA en inglés), que recomienda seguir determinados consejos para evitar que este tipo de bolsas ecológicas supongan un riesgo para la salud.

Algunas de las recomendaciones que ofrecen son separar en distintas bolsas los alimentos crudos y los que están ya preparados y lavar dichas bolsas con frecuencia.

Estos consejos fueron publicados en la web de la FSA en agosto, pero no adquirieron bastante repercusión hasta hace poco, debido a varias demandas por la deficiente normativa de higiene a la que están sometidos los principales proveedores de alimentos del Reino Unido.

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De acuerdo con la FSA, incluso los alimentos crudos envasados como el pollo pueden contener "trazas de organismos peligrosos en el exterior del envoltorio", lo que implica que no deben colocarse junto a los alimentos que ya están listos para comer.

Aunque el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) asegura que bacterias como la salmonela o la campylobacter (dos de las fuentes de intoxicación alimentaria más frecuentes) solo son capaces de sobrevivir entre una y cuatro horas sobre superficies duras o tejidos, otros estudios indican que algunas bacterias como la E. coli pueden sobrevivir más de 25 días en alimentos como la lechuga.

Un estudio anterior de la Universidad de Pensilvania y la Universidad George Mason relacionó la prohibición en San Francisco (EE UU) del uso de bolsas de plástico con un aumento repentino de infecciones por E. coli en el Estado.

Los hallazgos del estudio recuerdan a los de un artículo de 2011 llevado a cabo por la Universidad de Arizona y la Escuela de Salud Pública de Loma Linda (California), que detectó E. coli en el 8% de bolsas reutilizables analizadas, seleccionadas de forma aleatoria.

Esto no quiere decir que las bolsas reutilizables sean malas. Según las estadísticas, en el Reino Unido se emplean 6000 millones menos de bolsas de plástico cada año desde que dejaron de ser gratuitas, algo que, además, ha permitido donar más de 29 millones de libras (31,5 millones de euros) a organizaciones benéficas y grupos comunitarios, solo a partir del precio de las bolsas.

Sin perder de vista esos datos, la FSA ha publicado cuatro consejos para no poner en riesgo la salud:

Los expertos recomiendan guardar los alimentos crudos, los alimentos que ya están listos para comer y los productos no alimentarios (productos de limpieza, por ejemplo) en bolsas independientes. Para no mezclarlas, recomiendan ponerles alguna marca distintiva. No te desvíes de ese código y no utilices para los alimentos crudos una bolsa que haya estado anteriormente llena de productos listos para comer, y viceversa.

Si tienes pensado reutilizar bolsas regularmente y no quieres molestarte en sustituirlas de vez en cuando, la FSA recomienda las que están hechas de algodón. Aunque suelen ser más caras, también pueden meterse en la lavadora. Las bolsas reutilizables de materiales plásticos, por el contrario, no se pueden meter a la lavadora, pero son más baratas.

De esta forma, los alimentos perecederos se mantendrán frescos durante más tiempo y se reducirá el riesgo de que se echen a perder.

La FSA aconseja revisar las bolsas después de cada uso por si acaso tienen algún derrame, especialmente jugos de alimentos crudos. Si lo ha habido, conviene sustituir la bolsa (si es de plástico) o meterla a la lavadora (si es de algodón).

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.