Yo fui una de las primeras propietarias de un coche eléctrico

Yo fui una de las primeras propietarias de un coche eléctrico

Hablamos con dos pioneras de la revolución del vehículo eléctrico.

Hoy en día el Nissan LEAF es el coche eléctrico más popular del mercado, pero hace siete años la idea de que podías enchufar tu coche en lugar de llevarlo a la gasolinera era un concepto novedoso que parecía pertenecer a un futuro lejano y no al presente.

De hecho, cuando el LEAF original comenzó a venderse, la mayoría de personas no sabían lo que era un coche eléctrico o cómo funcionaba. Pero Elinor Chalmers, una ortodoncista de Dundee (Escocia) y Fabrizia Gianì, una responsable de ventas de Roma (Italia), decidieron atreverse poco después de que el vehículo se lanzara.

Elinor y Fabrizia fueron parte de la primera oleada de la revolución eléctrica gracias a que este modelo no era muy caro, ni a la hora de comprar ni de mantener. Después de todo, LEAF es un acrónimo en inglés para Leading Environmentally-Friendly Affordable Family car —coche familiar, económico y líder responsable con el medioambiente—.

Se presentaba como un vehículo eléctrico para las masas y después de estos años, 300.000 personas siguieron a Elinor y Fabrizia y ya son propietarias de uno de ellos, sumando entre todos un total de 3.400 millones de kilómetros.

Así que, ¿cómo fue el proceso para pioneras como Elinor y Fabrizia? ¿Cuáles fueron sus motivaciones para escoger un vehículo eléctrico? Y, ¿qué piensan a día de hoy sobre ellos y cómo han cambiado su manera de pensar sobre el medioambiente y la sostenibilidad?

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Elinor y Fabrizia tuvieron curiosidad por el Nissan LEAF gracias a su compromiso con cuestiones ambientales. "Creo que es imprescindible que dejemos un mundo mejor para nuestros hijos", dice Fabrizia. "Elegir un modo de transporte que no causa contaminación —incluyendo la acústica— es muy importante para mí. Siempre he sido una usuaria temprana, así que el LEAF me dio la oportunidad de utilizar una herramienta innovadora".

El interés de Elinor viene después de aprender sobre cuestiones medioambientales en el colegio. "He estado pendiente del cambio climático y del estilo de vida sostenible desde entonces", explica. "Mi primer encuentro con el Nissan LEAF fue al verlos como parte de una flota de taxis en Dundee cuando se lanzó el modelo".

"Conducir un coche de ingeniería de combustión siempre me ha pesado en la conciencia, así que al ver uno eléctrico en marcha y saber lo económico que era decidí lanzarme. Además, me encanta saber que mi coche funciona gracias a electrones procedentes del sol o del viento. Al vivir en Escocia tengo la suerte de que existe un sector de energía renovable muy amplio y mi compañía eléctrica solo suministra electricidad que proviene de fuentes sostenibles"

En 2010, las opiniones sobre el vehículo eléctrico eran mayormente negativas: no había estaciones suficientes, tardaba demasiado en cargarse, no podían viajar muy lejos con una sola carga, etcétera.

Elinor lo confiesa: "Estaba un poco nerviosa cuando recibí mis llaves del LEAF, ya que mi primer viaje iba a ser de 145 kilómetros hasta llegar a casa. Pero había investigado y había planeado dónde cargarlo, así que una vez que estaba en la carretera mis nervios desaparecieron. Es más, un distribuidor de Nissan me había permitido conducir de prueba un LEAF durante cuatro días, así que me dio un conocimiento fiable sobre cómo circular con un vehículo eléctrico".

Desde 2010, el número de cargadores ha aumentado enormemente. Por ejemplo, en Reino Unido, existían solo un centenar de estaciones cuando Elinor compró su LEAF. A día de hoy hay 4.100. Si nos basamos en la tendencia actual, los puntos de carga eléctricos superarán a las gasolineras en 2020. En palabras de Elinor: "Para gente como yo, que no tiene en casa un cargador, la expansión de la red pública está haciendo que tener un coche eléctrico sea más sencillo".

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Pero, ¿qué diferencias hay entre conducir un vehículo eléctrico y otro de diésel o gasolina? "Es una experiencia completamente distinta", dice Fabrizia. "La primera vez que lo conduje lo más increíble fue el silencio del motor. El Nissan LEAF es un coche mucho más fácil de conducir ya que tiene transmisión automática y el la aceleración es superior a la de un coche con motor de combustión, más fluida".

Elinor piensa lo mismo. "El par de torsión es fantástico. Esa sensación de aceleración instantánea no deja de gustarme por mucho que pase el tiempo. Así que es muy fácil de conducir ya que apenas necesito utilizar el freno porque el sistema de frenado de recuperación va reduciendo la velocidad del coche mientras sueltas el acelerador".

Lo que primero sorprendió a Elinor fue el diseño. "Era como subirse a una nave de Star Trek", explica. "Con el aspecto futurístico y el divertido sonido con el que te saluda el coche al encenderlo. El silencio es una de las primeras cosas que mis amigos notaron cuando los llevaba a algún sitio. Me da tranquilidad mientras conduzco o me permite escuchar mi música favorita sin las interferencias del ruido del motor".

Una vez que se acostumbraron a su LEAF, otras ventajas comenzaron a llegar. Para Fabrizia, es tener la posibilidad de conducir por el centro histórico de Roma en cualquier momento y utilizar plazas de aparcamiento reservado a vehículos eléctricos. Además del hecho de que están exentos de tasas de circulación o cargos por congestión y contaminación.

"Me ahorro bastante dinero", dice Elinor. "Además de no pagar el impuesto de circulación, los costes de servicio son bajos porque no hay muchas partes móviles en un coche eléctrico. Además, la mayoría de cargadores públicos en Escocia son gratis y el ayuntamiento de Dundee permite aparcar los vehículos sin coste. Mi suministrador de energía me ofrece un descuento en mis facturas por tener un coche eléctrico".

Teniendo en cuenta las ventajas que ofrece el coche eléctrico, ni Fabrizia ni Elinor tienen intención de conducir otro tipo de vehículo en el futuro. "A partir de ahora solo conduciré un coche eléctrico", explica Fabrizia. Elinor piensa lo mismo: "Todavía tengo mi Nissan LEAF 24KW original", dice, "pero estoy tentada a comprarme el nuevo modelo. Tengo ganas de poder probar uno de ellos".

Desde que compraron su Nissan LEAF, tanto Fabrizia como Elinor han notado un incremento de interés en su coche y en los vehículos eléctricos en general. "Me preguntan frecuentemente por mi coche y muchos se sorprenden de lo baratos que son los costes", dice Elinor. "Mi primo se ha comprado recientemente un Nissan LEAF y otros familiares y amigos están considerándolo seriamente para su próximo coche".

Así que, está claro que estos pioneros del vehículo eléctrico original no tienen remordimientos. Es más, el mundo parece sumarse a su forma de pensar. Como explica Fabrizia: "Desde que compré el LEAF, muchos amigos han abrazado la revolución del coche eléctrico. Esperemos que muchos más los sigan".

Y, ¿quién puede discutir con las primeras personas que tuvieron fe en un vehículo que se ha convertido en el coche eléctrico más vendido?