El primer condenado por yihadismo en España vuelve a ser detenido por pertenencia al EI

El primer condenado por yihadismo en España vuelve a ser detenido por pertenencia al EI

Cumplió condena por el 11-S y ahora captaba, adoctrinaba y adiestraba para la yihad.

Un hombre de 52 años de origen español ha sido detenido en Madrid por su presunta integración en la organización terrorista Estado Islámico, para la que realizaba labores de captación, adoctrinamiento y adiestramiento en favor de, ha informado el Ministerio del Interior.

No se ha facilitado el nombre pero Efe asegura que es Luis José Galán, conocido como Yusuf, condenado años atrás por su integración en la organización terrorista Al Qaeda en el marco del 11-S.

Tras su puesta en libertad, ha desarrollado "un perfil afín a la figura del cibersoldado, la versión 2.0 del combatiente yihadista que emplea la red para compartir, interactuar y propagar el ideario terrorista".

Era un niño prodigio y la heroína le destrozó la cabeza, ha contado su primo

Lejos de reconducir su conducta, el detenido "había implementado sus acciones como parte de su compromiso con los postulados ideológicos y terroristas" de Estado Islámico.

Su primero hermano, el cineasta Chema Rodríguez, ha sido entrevistado en La Ventana, de Cadena SER, donde ha contado que llevaba "cinco años sin hablar con él porque lo decidí cuando salió de la cárcel" en 2011.

Ha explicado que, de pequeños, el detenido vivía en el barrio de Argüelles y "era muy inteligente. Estuvo en la lista de niños prodigio de Franco". Además, tuvo un perfil politico temprano y creó un partido, el Partido Republicano de los Pueblos de España, en los años ochenta.

"Paralelamente", ha relatado, "empezó a coquetear de forma muy seria con las drogas, en particular con la heroína. Y la heroína le destrozó la cabeza".

Tras convertirse en "el primer condenado en España por los atentados acaecidos en Nueva York el 11 de septiembre, y después de más de nueve años en prisión", afirma Interior, por "pertenencia o integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas", salió de prisión en mayo de 2011.

Había desarrollado un perfil de cibersoldado, la versión 2.0 del combatiente yihadista que emplea la red para compartir, interactuar y propagar el ideario terrorista.

A pesar de haber afirmado en declaraciones a los medios que él buscaba "vivir en paz" y que no era un terrorista, el detenido continuó siendo objeto de seguimiento por parte de la Policía Nacional.

Los investigadores detectaron que había "renovado su compromiso, desarrollando actividades de muyahidin virtual" para cumplir con "los requerimientos de la yihad virtual o electrónica y actividades de adiestramiento operativo de terceros dentro de la yihad violenta".

El detenido había desarrollado un sofisticado modus operandi virtual para llevar a cabo "una activa labor de difusión masiva en Internet al objeto de no ser detectado": hacía acopio de gran cantidad de material que "alojaba de manera simultánea en varios de sus perfiles o a través de hilos de mensajería instantánea para alcanzar al mayor número de personas".

Había desarrollado actividades de muyahidin virtual para cumplir con la yihad virtual y actividades de adiestramiento de terceros dentro de la yihad violenta.

Junto a este adoctrinamiento intelectual, "otro pilar fundamental en su estrategia delictiva era realizar el adiestramiento operativo en técnicas de combate de otras personas", para lo que publicaba vídeos "en los que él mismo aparecía manejando armas blancas con gran destreza, acompañados de mensajes altamente explícitos, dirigidos a la comisión de acciones terroristas".

Según el ministerio del Interior, el detenido "incidía especialmente en el acondicionamiento psicológico de los nuevos reclutas, a los que preparaba mentalmente para que finalmente mostraran su disposición a cometer atentados terroristas, amparados en mandatos divinos sobre el martirio".

La operación, que continúa abierta, ha sido llevada acabo por agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, bajo la supervisión del Juzgado Central Instrucción Número dos y coordinados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.