Liberan a los dos policías acusados de matar a la turista española en una favela de Río

Liberan a los dos policías acusados de matar a la turista española en una favela de Río

Se encuentran en libertad condicional y se les ha abierto un procedimiento disciplinario para determinar su responsabilidad en el caso.

Detalle de uno de los dos tiros que impactaron en el coche de la turista y su grupo.Antonio Lacerda / EFE

Los dos policías acusados de la muerte de la turista española María Esperanza Jiménez en una favela de Río de Janeiro el pasado lunes abandonaron anoche la cárcel en que estaban recluidos tras ser beneficiados con una orden de libertad condicional por un juez militar, informaron fuentes oficiales.

El teniente Davi dos Santos Ribeiro, acusado de haber hecho el disparo de fusil que provocó la muerte de la turista española, y el agente Luiz Eduardo de Noronha Rangel, que hizo disparos al aire en la misma ocasión, abandonaron la unidad carcelaria especial para policías en la vecina ciudad de Niteroi en que estaban recluidos desde el lunes.

Su libertad condicional fue ordenada por la jueza Ana Paula Monte Figueiredo, titular de la Auditoría de la Justicia Militar de Río de Janeiro y que abrió un proceso disciplinario contra ambos por su responsabilidad en el incidente y por ser integrantes de la Policía Militarizada.

Los dos policías estaban presos por el proceso administrativo que enfrentan en la Justicia Militar debido a que en el proceso penal por el crimen tan sólo figura el teniente como acusado de homicidio calificado y un juez le permitió responder a ese proceso en libertad.

El martes, el mismo día en que un juez ordenó la detención provisional del teniente por su responsabilidad en el crimen, el Tribunal de Justicia de Río de Janeiro autorizó su libertad condicional tras una audiencia en la que se consideró que el acusado "no es una amenaza" para eventuales testigos y además posee una "hoja de servicios ejemplar".

El teniente fue detenido en la madrugada del martes tras prestar declaración bajo el cargo de homicidio calificado.

LO QUE DICE LA AUTOPSIA

La turista española, de 67 años, murió el lunes a consecuencia de una hemorragia provocada por el disparo que le alcanzó en la yugular, según la autopsia realizada por el Instituto Médico Legal. Estaba en un vehículo en la favela Rocinha en compañía de su hermano, su cuñada, una guía brasileña y el conductor del auto, de origen italiano.

La versión inicial de la Policía Militar apuntó a que el coche se saltó un control policial y no respetó la orden de parar, pero todos los ocupantes del vehículo coinciden en que no hubo señal para que se detuvieran.

El auto en que viajaba María Esperanza fue alcanzado por dos disparos que impactaron en el guardabarros trasero y en la ventana trasera. Según las investigaciones, el tiro en la ventana trasera alcanzó a María Esperanza en el cuello y siguió su trayectoria hasta que casi hiere también al conductor, un italiano que reside desde hace cuatro años en Río.

Los españoles llegaron a la favela después de haber contratado un paquete en una agencia de turismo, pero aseguraron ante las autoridades que no fueron alertados por la empresa sobre los riegos del paseo. La mujer fue herida en el cuello por una bala de grueso calibre que le alcanzó la yugular y que fue disparada a larga distancia, de acuerdo con el documento divulgado hoy y al que tuvo acceso la cadena Globo.

El cuerpo de la turista llegará el próximo sábado a El Puerto de Santa María (Cádiz), su localidad natal, según han informado hoy a Efe fuentes familiares. La familia de la turista española ha sido informada de que el féretro con sus restos mortales llegará en un avión procedente de Brasil hasta Madrid, desde donde será trasladado al aeropuerto de Jerez de la Frontera (Cádiz) en otro vuelo, para ser conducido después hasta El Puerto. Sus dos hijas y el resto de familiares esperan que este mismo fin de semana pueda tener lugar su entierro.

La favela de Rocinha, la mayor de Río de Janeiro y que tiene unos 60.000 habitantes, vive desde hace semanas enfrentamientos entre bandas rivales del tráfico de drogas, que el gobierno regional ha intentado sofocar con un aumento de la presencia policial y hasta con el envío de tropas del Ejército.