Te vas a reír con ‘La batalla de los sexos'... pero no deberías

Te vas a reír con ‘La batalla de los sexos'... pero no deberías

Ya hemos visto la nueva película de Emma Stone. Y tenemos mucho que decir.

"Billie Jean King ha contribuido con la causa de la igualdad de género no solo a través del deporte, sino en cada uno de los ámbitos de su vida pública". Así hablaba Barack Obama de la tenista cuando le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad por ser una de las primeras mujeres luchadoras por la igualdad.

King es reconocida desde que ganó lo que se conoció como La batalla de los sexos, un partido de tenis que cambió el papel de la mujer en la historia y que ahora se ha convertido en una película que se estrena en España el 3 de noviembre y que protagonizan Emma Stone y Steve Carrell.

Después de haberla visto, tenemos muchas cosas que decir. Porque vas a ir al cine y, ya te lo avisamos, te vas a reír. Es lo que cabe esperar de un trabajo que firman Jonathan Dayton y Valerie Faris, directores de Pequeña Miss Sushine. Pero, aunque en la película se dan situaciones que no podrías imaginar en ningún mundo civilizado, se basa en hechos reales que ocurrieron en 1973 (o sea, antes de ayer) y el mundo del deporte sigue siendo tan machista como siempre.

Aquí todo lo que tenemos que decir:

1. Hollywood no es el único ámbito en el que las mujeres cobran menos.

En el mundo del deporte sucede lo mismo (y en tantos otros). En 1970, la ganadora de un torneo de tenis (por el simple hecho de ser mujer) cobraba ocho veces menos que el ganador. Pero no es una cuestión que haya quedado atrás del todo. "La película nos acerca a una situación que se vivió hace mucho pero que sigue latente en el deporte hoy día", asegura Almudena Cid.

2. Asusta que haya alguien que se vanaglorie de ser machista.

En la cinta, el tenista Bobby Riggs (Steve Carell) suelta perlas como: "Se me ha ocurrido una idea: cerdo machista contra feminista de patas peludas". ¿El drama? Que en 2017 este pensamiento no se ha erradicado y todavía son muchos los que piensan que feminismo y machismo son dos términos antagónicos.

3. Ellas luchaban.

¿Por qué nosotras no? Billie Jean King no fue la primera ni la última en luchar por los derechos de las mujeres. Entonces tenían muchísimo más por pelear y conseguir... y lo hicieron. ¿Qué tal si continuamos con tanta fuerza como ellas? Porque puede que en el siglo XXI en algunos países hayamos alcanzado la igualdad sobre el papel, pero no en la práctica.

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4. ¿Por qué las mujeres deportistas no salen en la tele?

Mireia Belmonte, las hermanas Williams, Simone Biles... Solo cuatro nombres y miles de éxitos cosechados. El reconocimiento a las atletas y deportistas femeninas es un fenómeno reciente, tremendamente ignorado y vapuleado por los medios y el público. Desde aquí seguiremos intentando cambiar su rumbo.

5. NO existen los trabajos 'de hombre'.

Tenista, futbolista, ingeniera, jardinera, astronauta, carpintera, creativa, médica, maestra... y así sin parar. Que nosotras sepamos, todas las profesiones se conjugan también en femenino y el nacer con vagina no incapacita para realizar ninguna de ellas.

6. Lo que hoy te parece cómico, un día fue la norma.

Es decir, esos chistes tan aberrantes que escuchamos al personaje de Steve Carell, en 1973 estaban bien, eran políticamente correctos y representaban el pensamiento de la mayoría. Porque es lo que sucede con una cultura: cuando estamos inmersos en ella, es difícil ser objetivos.

7. La batalla de los sexos cambió la vida de Obama.

Hemos empezado con él y terminamos también con él. "Tenía 12 años cuando vi el torneo... Cambió mi vida e influyó directamente en cómo Michelle y yo hemos criado a nuestras hijas". Si aquel hecho histórico cambió su vida, esta película puede cambiar decenas de millones más. Que así sea.