Los audios de los consellers encarcelados por la juez Lamela

Los audios de los consellers encarcelados por la juez Lamela

"Soy creyente y cualquier cosa relacionada con la violencia me parece fuera de lugar", dijo Junqueras

El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y siete exconsellers defendieron ante la Audiencia Nacional el 2 de noviembre que ni participaron ni impulsaron actos violentos durante el proceso independentista, en unas declaraciones en las que se negaron a contestar las preguntas del fiscal y sólo aceptaron de su abogado y, en algunos casos, de las otras defensas.

En sus comparecencias, cuyos audios ha publicado este martes el diario Ara, Junqueras, Raül Romeva (Exteriores), Joaquim Forn (Interior), Carles Mundó (Justicia), Jordi Turull (Presidencia), Dolors Bassa (Trabajo), Josep Rull (Territorio) y Meritxell Borrás (Gobernación) se quejaron a la magistrada Carmen Lamela de que no tuvieron tiempo de preparar la declaración al citarles con menos de 24 horas de margen.

El único exconseller que quedó en libertad con cargos tras declarar fue Santi Vila (Empresa), aunque tuvo que pasar una noche en prisión hasta pagar los 50.000 euros de fianza que le impuso la jueza. El resto, ingresaron por orden de la magistrada en las cárceles madrileñas de Estremera (los hombres) y Alcalá Meco (las mujeres), mientras otros (incluido Carles Puigdemont) no acudieron a la citación judicial y permanecen huidos de la justicia en Bruselas.

A preguntas de sus abogados, los investigados negaron haber promovido la violencia, como estrategia para tratar de defender que no pueden achacárseles los delitos de rebelión y sedición por la proclamación de la independencia.

El exvicepresidente Oriol Junqueras aseguró que nunca jamás promovió ni participó en actos violentos, entre otras cosas por convencimiento personal y por ser religioso: "Yo soy creyente y, por lo tanto, cualquier cosa relacionada con la violencia me parece fuera de lugar".

Jordi Turull, exconsejero de Presidencia y portavoz del cesado Govern, aseguró a la jueza: "Para mí, en la acción política, se puede defender de todo, pero nunca en mi vida he defendido la violencia. Todos mis pronunciamientos han ido en función de la palabra civismo. Para mí, la violencia no es justificable".

En la misma línea se pronunció Dolors Bassa, aludiendo a sus principios como profesora de una escuela cristiana de Torroella de Montgrí. "Mis principios son contrarios a cualquier tema de violencia en la calle o donde sea", le explicó a la jueza.

Meritxell Borràs, exconsejera de Gobernación se definió como una persona "dialogante y de paz" mientras que el responsable de la consejería de Territorio, Josep Rull dijo: 'No puedo entender el ejercicio de la política sin este compromiso insobornable' de la no violencia. De la misma manera, Carles Mundó rechazó la violencia "como forma de expresión en cualquier contexto", explicó. "Creo que la única manera de plantear las cuestiones es por la vía democrática y por la vía de la participación ciudadana".

Raül Romeva dijo defender siempre la vía pacífica y democrática, igual que Forn, quien además como conseller de Interior aseguró que nunca dio órdenes para que los Mossos d'Esquadra desobedecieran el mandado de los tribunales de impedir el referéndum de independencia.

Santi Vila, que fue consejero de Empresa y dimitió un día antes de la proclamación (o lo que fuera aquello) de la república catalana, explicó la jueza Lamela por qué, a su juicio, el expresident Puigdemont no convocó unas elecciones autonómicas que hubieran evitado la aplicación del artículo 155.

"Fue una dinámica de desconfianzas mutuas in extremis. Y no sólo eso, aquella tarde fatídica, de incapacidad por parte nuestra, la mía la primera, también la del president Puigdemont de convencer unas bases que ya tenían una posición política, marcada por el sentimiento, por las emociones y no fuimos capaces de que lo correcto era disolver el Parlament y convocar elecciones".