Huir de tu país por ser tú mismo: "Me mandaron al hospital de una paliza y llamándome maricón de mierda"

Huir de tu país por ser tú mismo: "Me mandaron al hospital de una paliza y llamándome maricón de mierda"

Renzo Torres huyó de su país por su orientación sexual. Aún hay 70 países que criminalizan por ley a las personas LGTB.

Renzo tuvo que huir de su país, Perú, por ser él mismo. Una paliza por la que acabó ingresado en el hospital con graves lesiones fue el detonante para marcharse. Renzo es homosexual y sólo por su condición acabó tirado en el suelo a plena luz del día, hasta arriba de lesiones por todo el cuerpo. Estaba a dos calles de su propia casa: "La gente pasaba sin hacer nada".

Renzo tiene 39 años y es una de las miles de personas que huyen de sus países por motivos de género. Por "ser, sentir o amar", como denuncia la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR). Según la organización, más de 70 países criminalizan por ley a las personas LGTB. 8 de ellos con la pena de muerte. Por eso, la organización trata de reconocer la persecución a las personas LGTB, aunque aún hoy siguen encontrando barreras.

"LA ORIENTACIÓN SEXUAL NO SE VALORA TANTO"

En este sentido, Renzo afirma que los gobiernos suelen priorizar a refugiados de países como Venezuela, "que está pasando por una crisis política enorme", pero opina que "el tema de la orientación sexual no se valora tanto".

Cuenta su historia a los medios sentado en el espacio Impact Hub de Madrid. Lejos de todo aquello que le cuesta recordar: "Salí de Perú por mi condición homosexual. Sufrí muchas agresiones por parte de mi comunidad, en mi barrio... Hasta que me golpearon lo bastante fuerte como para acabar en el hospital. Pusimos una denuncia policial pero no sirvió para nada...".

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El día que la familia de Renzo decidió que debía huir del país fue cuando le pegaron una paliza que le llevó al hospital. Estuvo 15 días ingresado. "Cogí el autobús para volver a casa y, dos calles antes de llegar, me interceptó un vecino del barrio al que conocía. En cuestión de segundos, aparecieron otras tres personas y me empezaron a golpear en la cara, en la espalda... Yo caí al suelo rendido. Me mandaron al hospital de la palizal", recuerda. Lo más impactante de su historia es que la agresión tuvo lugar a plena luz del día: "La gente pasaba y nadie hacía nada. Me pegaban llamándome maricón de mierda mientras yo me tapaba la cara".

"LES DIJERON A MIS PADRES QUE ESO LES PASABA POR TENER UN HIJO GAY"

Renzo y su familia denunciaron. Pero no sirvió de nada. "Las autoridades, de una forma un poco irónica, les dijeron a mis padres que eso les pasaba por tener un hijo gay", lamenta. Además, las agresiones no terminaron allí: "Se empeñaron conmigo y venían a agobiarme, a molestarme, a agredirme...". Cuenta que se enteraron en su centro de estudios, "por lo que el bullying y los insultos se sucedían mucho". Acabó con principio de depresión: "No podía seguir viviendo así. Era un sinvivir". Estuvo en tratamiento psicológico y tenía que ir al hospital cada cierto tiempo para que le mirasen las heridas. Ante esta situación, junto a sus padres, tomó una decisión: "Quisieron que me marchase del país".

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Renzo tenía un tío en Madrid, por lo que decidió venir a España e intentar buscarse la vida. Mientras trataba de conseguir los papeles, tuvo la mala suerte de que le identificaron por la calle y, al no tenerlos todavía, le mandaron 38 días al CIE de Aluche. Lo describe como "una experiencia horrible": "Sentí que me deportarían, pensé que no podía seguir en el país.

Tras eso, con ayuda de su abogado, pidió el asilo político y logró salir de aquél lugar. Aunque el considera esa experiencia como "ponerle una ralla más al tigre" y prefiere llevarse la parte buena: "Conoces gente que es maravillosa sin necesidad de que te aporten nada. De todo se aprende".

"EN PERÚ NO PUEDES HACER VIDA NORMAL"

Renzo agradece no haber tenido ningún problema de este tipo en España, aunque sabe que "en todas partes hay homofobia" y conoce casos de agresiones. "Perú es un país que aparentemente hace creer que no hay discriminación homófoba ni xenófoba pero una cosa es lo que se pueda vender y otra cosa es vivir dentro y cómo se trata a la gente homosexual. Te insultas y no puedes hacer vida normal. La gente tiene la mentalidad cerrada y discrimina muchísimo, aunque estemos en 2017". Además, desconfía del trabajo de las autoridades: "No están hechas para hacer cumplir la ley. Allí, si les das un dinero te arreglan la vida pero si no, olvídate. No te sientes protegido en tu propio país.

A pesar de los malos recuerdos, Renzo ha rehecho su vida: mientras espera los papeles trabaja en el Instituto Nacional de Empresa (IE) y vive en el centro de Madrid.

UNA LACRA A LA ORDEN DEL DÍA

La LGTBfobia no sólo está presente en países en vías de desarrollo: en Europa, 7 de cada diez personas LGTB ocultan su orientación sexual durante su etapa escolar. Además, casi la mitad de las personas homosexuales y transexuales europeos se han sentido discriminados y dos de cada tres tienen miedo a darse la mano con sus parejas en público. En España, los delitos homófobos han aumentado un 36% en 2016.