La Policía investiga otro posible caso de líquido abrasivo en un autobús de Madrid

La Policía investiga otro posible caso de líquido abrasivo en un autobús de Madrid

La sustancia sospechosa no ha causado heridos.

EFE

Nuevo caso de líquido sospechoso en los asientos de un autobús de Madrid. Agentes de la Brigada Móvil de Policía Nacional están investigando la posible presencia de un líquido abrasivo en un autobús de la línea 6 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), un hecho que se produce tras encontrar este lunes y martes una sustancia similar en un autobús interurbano que une Madrid y Algete, y que provocó quemaduras de tercer grado a dos pasajeros, según adelantó El HuffPost.

Este nuevo hallazgo, publicado por el diario ABC, se ha saldado sin heridos y se produjo un día después del suceso del interurbano, el miércoles en torno a las 13 horas de la tarde, en el trayecto de la línea 6 de EMT, que une la plaza de Jacinto Benavente y Orcasitas.

Según han confirmado a Europa Press fuentes de EMT y la Jefatura Superior de Policía de Madrid, un pasajero del autobús avisó al conductor de la presencia de una mancha líquida en uno de los asientos. El conductor, dados los antecedentes y el olor raro de la sustancia, retiró el autobús del servicio y se dirigió hacia la cochera.

Inmediatamente desde EMT avisaron a Policía Nacional y dejaron el autobús en su custodia. Agentes de Policía Científica tomaron muestras del asiento y se encuentran aún a la espera de conocer los resultados de la naturaleza del líquido. Fuentes de la EMT han informado a El HuffPost de que una vez retirar y renovar el tejido del asiento afectado, el autobús en el que se detectó la sustancia ya está en funcionamiento.

Esas mismas fuentes consideran indiciariamente que los hechos, aún no denunciados, parecen diferentes a los registrados este lunes y martes, y no descartan que el autor sea un imitador producto del 'efecto llamada'.

INVESTIGACIÓN EN CURSO

Mientras tanto, la Guardia Civil sigue buscando a la pasajera que supuestamente derramó el líquido viscoso y corrosivo en un asiento del autobús 185 que une Madrid y Algete.

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Fuentes de la compañía Interurbana de Autobuses señalaron el miércoles a Europa Press que cuentan con unas imágenes del día 11 en las que se ve a una persona desconocida a la que se derrama un líquido en un asiento posterior del vehículo.

Dichas imágenes han sido remitidas a la Guardia Civil, con la que la que compañía está colaborando en todo momento. De hecho, ha interpuesto una denuncia contra esa usuaria, que se desconoce si derramó el líquido accidental o intencionadamente. "Se trata de un hecho aislado y fortuito", han apuntado.

Por su parte, la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Paracuellos, que se encarga de la investigación, ha requisado el asiento del autobús en cuestión y lo ha enviado al Laboratorio de Criminalística para determinar cuál es dicha sustancia corrosiva.

Este miércoles los dos jóvenes, una chica de 18 y un chico de 17 años, que resultaron heridos al sentarse en ese asiento permanecen en la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz de Madrid para practicarles las curas y los tratamientos correspondientes, ha confirmado a Europa Press una portavoz del hospital.

La adolescente y vecina de Algete ha sido sometida ya a una operación en la que se le practicó un injerto de piel en los glúteos. Al menor de Cobeña le iban a intervenir hoy, han indicado fuentes de la familia.

LÍQUIDO VISCOSO

El primer caso ocurrió el lunes 11 de diciembre por la tarde. Una chica de 18 años tomó en Algete el autobús 185 para dirigirse a Madrid. Se sentó en un asiento de atrás del vehículo pero se cambió rápidamente al notar que estaba húmedo. Minutos después comenzó a sentir un gran calor y ardor por las piernas y nalgas.

El líquido viscoso que le había mojado los pantalones al sentarse en el primer asiento le había quemado la ropa, traspasándole la cazadora, pantalones, ropa interior y hasta las botas. Se bajó en la parada del Hospital para entrar en Urgencias.

Al día siguiente se repitió la escena. Un chico de 17 años tomó en Cobeña el mismo autobús y se sentó sin darse cuenta en un asiento impregnado con el líquido negro corrosivo. Poco después comenzó a sufrir los mismos síntomas que la chica. El médico al que acudió determinó que se trataban de quemaduras de tercer grado.