Pérez Tapias: "No es mi intención fichar por Podemos"

Pérez Tapias: "No es mi intención fichar por Podemos"

Entrevista con el exdiputado que deja el PSOE tras 25 años: "Al partido le falta audacia".

José Antonio Pérez TapiasEFE

En 1993, José Antonio Pérez Tapias se acercó a un agrupación socialista en la zona norte de Granada. Barrio obrero, movimientos vecinales. Y se afilió. Eran momentos duros para el socialismo: la última etapa de Felipe González en La Moncloa, los titulares sobre los GAL, crisis económica... Pero creía que el socialismo era la manera de seguir transformando el país.

Han pasado 25 años y ha decidido anunciar en estos primeros días de 2018 que deja el partido. Pérez Tapias (Sevilla, 1955) subraya que al PSOE le falta audacia y que no termina de resolver problemas como la cuestión territorial y las alianzas de izquierdas. Se va tras unos años muy intensos en los que intentó incluso liderar el partido en las primarias de 2014 y en los que se ha volcado finalmente en la carrera de Pedro Sánchez por volver a Ferraz. Se le queda estrecho ese espacio político y quiere contribuir de otra manera al trasiego de ideas dentro de la izquierda, aunque avisa: no tiene intención de fichar por Podemos.

¿Por qué ha dejado el PSOE?

He comprobado que el espacio que me quedaba en el seno del partido para defender mis posiciones políticas se ha quedado estrecho. Mi salida no responde a una tensión especial ni a un conflicto interno que se haya agudizado ni a una crítica personal contra nadie. Es buscar un espacio más amplio y defender mis argumentos desde otra órbita.

¿Cómo es el PSOE a 5 de enero de 2018?

Es un PSOE que trata de encontrar su identidad reconocible en la izquierda y que tiene muchas cuestiones por resolver. Ha renovado su liderazgo, que es algo fundamental después de las recientes primarias reponiendo a Pedro Sánchez. Sin embargo, cuando digo que se estrechan espacios, es un PSOE al que le faltan la suficiente audacia y política para abordar cuestiones fundamentales. Por eso busco otras vías. En determinadas cuestiones el PSOE tendría que adoptar posiciones más decididas y claras. Y no quiero que se piense que estoy en una crítica permanente a los órganos de dirección.

El PSOE tendría que adoptar posiciones más decididas y claras

¿Cuáles son esas cuestiones?

El partido debe afrontar con mayor profundidad y con planteamientos más audaces, sin ser temerarios, la crisis del Estado, que no es solo el conflicto en Cataluña. No se puede resolver con una reforma constitucional que se limite a determinados aspectos muy concretos, sino que requiere un pacto de gran calado con carácter profundamente federal de manera implícita y con un expreso reconocimiento de la realidad plurinacional del Estado español, que no son solo cuestiones de identidad cultural. El Estado español está en muy serias dificultades.

Ha señalado cuestiones en plural. Además de Cataluña, ¿cuáles son las otras?

El partido debe seguir planteándose lo que deben ser alianzas y una estrategia de pactos por la izquierda. Hay que articular la pluralidad de la izquierda y ser alternativa de gobierno no se resuelve con decirlo y defenderlo, sino que necesita esas mayorías parlamentarias. Volver a ciertas posiciones de pretender erigirse en alternativa exclusiva no augura una posibilidad de alternativa frente a las derechas.

Habla de otras vías de pactos de izquierda. ¿Va a fichar por Podemos?

No, no es mi intención fichar por Podemos. Además, en ese caso, otros verían que tampoco estoy contribuyendo a esa articulación de la izquierda. Hay que buscar nuevas vías. Tengo buena relación con gente de Podemos, de IU, y de otras fuerzas políticas, incluidas nacionalistas e independentistas. Por supuesto, del PSOE, con los que seguiré colaborando. Hay que generar un trasiego de ideas y reflexión colectiva. Visto desde dentro, hay determinadas cosas que llegan a su límite: el PSOE habla de federalismo e incluso de plurinacionalidad, pero ya ves cómo es eso referido en la misma federación andaluza socialista.

Necesitamos capacidad de diálogo y entendimiento en la izquierda

¿Cómo es ese momento personalmente en el que uno decide dejar el partido en el que ha militado tantos años y que quería liderar?

Un momento delicado, difícil, no es fácil ni mucho menos porque soy consciente de lo que han significado las políticas que he defendido y lo que mi persona pudo significar para muchos que me dieron su apoyo (un 15% en su día). Pero sostengo lo mismo que en aquella campaña. Apoyé a Pedro Sánchez en estas primarias. Pero cuando uno comprueba que hay determinados planteamientos que no logran arrancar ni cuajar, entonces uno prioriza contribuir a un debate que trasciende las siglas del partido. El partido llega a donde llega y tiene sus razones y sus causas.

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Haciendo un flashback, ¿se acuerda del día que se afilió al PSOE?

Perfectamente. Fue en el año 1993, fui a la agrupación de la zona norte de Granada, un barrio de trabajadores con una tradición de izquierdas y con movimientos ciudadanos. Conocía a compañeros ya y a otros militantes de otros lugares a través de mi campo académico de la Filosofía. Y me sumé a la corriente Izquierda Socialista. Era un momento duro, se iniciaba el último mandato de Felipe González. Pensaba que había que impulsar el proyecto socialista como la vía de transformación de la realidad española. Fui una opción muy meditada.

¿Cuál fue el mejor momento que ha vivido en el PSOE?

Ha habido momentos muy buenos, compartiendo con compañeros campañas electorales, debates muy intensos, la vida interna de Izquierda Socialista. También la oportunidad de desempeñar cargos públicos, fui delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada y diputado. Sigo teniendo buena relación con gente de otros grupos parlamentarios como Carles Campuzano, Joan Tardá y Aitor Esteban.

¿Y momentos duros?

El propio debate en torno a los Gal fue duro. También el triste desarrollo del caso ERE, desde el primer momento dije que había que asumir responsabilidades políticas. Y los últimos tiempos, desde el 1 de octubre cuando el Comité Federal puso término al periodo de Pedro Sánchez. Fue un momento lamentable.

Todo el mundo recuerda cuando usted salió ese día de Ferraz y dijo que el partido estaba roto.

Pues si. Estaba roto internamente, en el seno de la militancia, que se quedó perpleja y desbordada. Y también una relación rota con la ciudadanía. Esa frase me salió del alma. Estamos en un momento difícil.

¿Ha hablado personalmente con Pedro Sánchez?

Está de vacaciones y nos hemos cruzado mensajes. Muy amable por su parte y me pidió que reconsiderara mi decisión. La tenía ya muy pensada. Y hablé personalmente con José Luis Ábalos en una conversación muy cordial.

Sánchez me pidió que reconsiderara mi decisión

Es del PSOE andaluz. ¿Ha hablado con Susana Díaz y con la dirección del PSOE-A?

No, no, ni con la dirección del PSOE-A ni con Díaz. Lo he hecho con la federal y lo comuniqué también a la dirección provincial de Granada. No he considerado que fuera necesario.

¿Qué le ha pedido a los Reyes Magos?

Siempre viene bien pedirle algo esperanzador. Necesitamos, visto desde la izquierda, esa capacidad de diálogo y entendimiento. Muchas veces nos enfrascamos en la discusión de lo secundario, y se nos olvida por el camino lo principal. O nos quedamos en unos cálculos electoralistas tan inmediatos que luego no sirven incluso para las elecciones a las que hay que concurrir. Hace falta una mirada de más largo de recorrido.