Muere la verdadera 'Rosie, la remachadora', icono de la mujer trabajadora
La verdadera 'Rosie, la remachadora' era una camarera de California que permaneció décadas en el anonimato.
'Rosie, la remachadora', la mujer con el puño en alto y un pañuelo rojo en la cabeza que ha sido durante décadas un icono del feminismo, era en realidad una camarera de California, Naomi Parker Fraley, que ha fallecido este sábado a los 96 años, según informa el periódico The New York Times.
La camarera inspiró el famoso cartel de la Segunda Guerra Mundial que animaba a las mujeres de Estados Unidos a ocupar los puestos de trabajo de los hombres en las fábricas mientras ellos iban a la guerra. Décadas después ha fallecido en Longview, Washington, sin haber recibido el reconocimiento que merecía.
Fraley nunca quiso "la fama ni la fortuna", como ella misma contó en la revista People en 2016 y recoge el New York Times. Pero sí que quería su propia identidad.
Fue el académico James J. Kimble el que descubrió a la verdadera Rosie tras seis años de búsqueda y de dar con distintas mujeres que se atribuían esa identidad. En 2016 encontró a Fraley, que había trabajado en una tienda de máquinas de la Armada durante la II Guerra Mundial. Cuando Kimble informó sobre su descubrimiento, Fraley captó la atención de los periodistas.
UN ICONO DEL FEMINISMO EN EL SIGLO XX
Algunos resaltan que este icono no es tan feminista como muchos creen, porque animaba a las mujeres a realizar trabajos que aún eran considerados "de hombres", esperando que, al acabar la guerra, las mujeres volviesen a sus tareas del hogar y los hombres recuperasen sus puestos de trabajo.
A pesar de eso, la foto ha dado la vuelta al mundo y siguen presente en manifestaciones a favor de la mujer en miles de lugares del mundo desde la II Guerra Mundial.
Rosie no representa a una sola mujer, sino a todas aquellas que dejaron sus casas para cubrir los puestos de los hombres que se iban a luchar. La imagen, que representaba la antítesis de la feminidad antes de la guerra: una mujer con traje de fábrica y un brazo musculoso. Así, las autoridades trataban de transmitir a las mujeres un sentimiento patriótico, les animaban a conseguir su propio sueldo y se creó el "orgullo de esposa".
La propaganda que hicieron fue muy efectiva: durante la II Guerra Mundial el porcentaje de mujeres trabajadoras en EEUU subió del 27 al 37%. De todas ellas, la mitad desarrollaron trabajos relacionados con la industria de defensa. Durante esos años, las 'Rosies' levantaron toda la industria del país.
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