El Gobierno presenta la candidatura de Guindos a la Vicepresidencia al Banco Central Europeo

El Gobierno presenta la candidatura de Guindos a la Vicepresidencia al Banco Central Europeo

Dimitirá como ministro de Economía si resulta elegido.

Confiado en lograr ser elegido vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) porque España cuenta con los apoyos necesarios "perfectamente para cumplir las condiciones de la mayoría cualificada". Así se ha mostrado este miércoles el ministro de Economía, Luis de Guindos, sobre sus posibilidades de acceder al puesto.

En una rueda de prensa, Guindos ha explicado que el Gobierno contempla "una posibilidad muy clara" de lograr el apoyo de la mayoría cualificada, que implica el voto favorable de 14 países, que representen al menos al 65 % de la población.

"Tanto el presidente del Gobierno como yo mismo hemos recabado los apoyos necesarios", ha asegurado para, a continuación, añadir que que "dimitirá inmediatamente" como ministro de Economía de España si es elegido para el cargo por el Consejo Europeo el próximo 22 o 23 de marzo.

Guindos sustituiría en la vicepresidencia del BCE a Vitor Constancio, tras más de seis años dirigiendo la cartera de Economía en el Ejecutivo español.

El Ministerio de Economía ha confirmado en un comunicado la candidatura de De Guindos el mismo día en el que concluye el plazo (a las 17.00 horas) que tienen los Estados miembros para presentar sus aspirantes al puesto para sustituir en la Vicepresidencia del BCE al portugués Constancio, cuyo mandato finaliza el 31 de mayo de este año.

De Guindos se había mostrado en las últimas semanas "convencido" de que España iba a obtener la posición en el Comité Ejecutivo del BCE, si bien no había aclarado si sería él el aspirante español al puesto, a pesar de que su nombre era uno de los que más sonaba para acceder al cargo.

De hecho, ayer destacó que había unas "elevadísimas probabilidades" de que el puesto sea para España, y resaltó que la situación actual de España es "completamente" diferente a la de 2012, cuando el país perdió su puesto en la cúpula del BCE.

"El objetivo de todos debe de ser que España vuelva al BCE porque va a tener que tomar decisiones muy importantes y siempre es fundamental tener presencia en los organismos internacionales", agregó.

Más españoles en puestos importantes

La candidatura de Guindos supone un nuevo intento de España para empezar a corregir su infrarrepresentación en los puestos de mando de las instituciones europeas, denunciada por el Gobierno y reconocida incluso por algunos socios comunitarios.

España es el quinto país más grande de la UE -a la espera de que se formalice la salida del Reino Unido- y la cuarta economía de la Eurozona, pero desde hace años no hay españoles en los puestos más importantes de la Unión, situación que contrasta con la presencia de representantes de otros países del sur como Italia y, sobre todo, Portugal.

El proceso de selección

Tras concluir el periodo de presentación de candidaturas, la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo mantendrá reuniones a puerta cerrada con los candidatos a ocupar el puesto, cinco días antes de que el 19 de febrero los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) elijan al candidato.

Al día siguiente, 20 de febrero, los ministros de Finanzas de la UE reunidos en el Ecofin emitirán una recomendación del candidato seleccionado por el Eurogrupo.

Finalmente, tras las consultas no vinculantes con el Parlamento Europeo y el BCE los días sucesivos, los jefes de Estado y Gobierno de la UE adoptarán formalmente el nombramiento en una reunión del Consejo Europeo, que podría producirse en torno al 22 o el 23 de marzo en Bruselas.

La candidatura de De Guindos a la Vicepresidencia del BCE es el segundo intento del todavía ministro español por acceder a un alto cargo a nivel europeo, después que en 2015 oficializase su candidatura para presidir el Eurogrupo. Finalmente fue elegido el holandés Jeroen Dijsselbloem, pese a que España tenia apalabrado el respaldo a De Guindos con 27 de los 28 jefes de Estado.

  5c8a5e042400004205a2fe36Eric Vidal / Reuters

El portavoz del PSOE, Óscar Puente, ya avanzó que el principal partido de la oposición no apoyará que De Guindos y condicionó el apoyo al Gobierno a que la candidatura tenga un perfil técnico y no política, y a que sea una mujer.

Más de seis años como ministro de Economía

Nacido el 16 de enero de 1960, De Guindos es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y técnico comercial y pertenece desde los 23 años al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.

Tras la llegada al poder de José María Aznar, en 1996, De Guindos se convirtió en uno de los nombres destacados del equipo del vicepresidente económico Rodrigo Rato, ocupando sucesivamente el cargo de director general de Política Económica y Defensa de la Competencia, secretario general de Política Económica y secretario de Estado de Economía.

Desde 2004 hasta 2006, fue miembro del consejo asesor para Europa de Lehman Brothers y entre 2006 y 2008 ocupó el puesto de presidente ejecutivo para España y Portugal en dicha entidad y presidente para España y Portugal de Nomura Securities.

Era socio responsable en PriceswaterhouseCoopers

Antes de acceder a la cartera del Ministerio de Economía en diciembre de 2011, Guindos era socio responsable de servicios financieros en PriceswaterhouseCoopers (PwC) y desde 2010 era director del IE Business School. Además, desde junio de 2009 pertenecía al consejo de administración de Endesa con carácter de Externo Independiente.

Además, De Guindos volvió a ser elegido en noviembre de 2011 por presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para ocupar de nuevo la cartera de Economía y Competitividad, al tiempo que asumió las competencias relativas al área de Industria.

Como ministro, De Guindos se ha encargado de dirigir las directrices económicas del Gobierno de Rajoy enfocadas principalmente a favorecer la salida de la crisis y el inicio de la recuperación económica, mediante la aprobación de reformas estructurales para potenciar el crecimiento de la actividad económica y encauzar las cifras del déficit.

Así, ha tenido que llevar adelante reformas de gran calado, como las referidas al sistema financiero, la reforma fiscal o la Ley de Segunda Oportunidad, entre otras tantas, y ha tenido el difícil papel de negociar en Bruselas las cifras de déficit y las condiciones y plazos para cumplir los objetivos de consolidación fiscal.