John Green: "No escribo para dar lecciones, escribo para contar historias"

John Green: "No escribo para dar lecciones, escribo para contar historias"

El autor de 'Bajo la misma estrella' habla en exclusiva para 'El HuffPost' de su última novela 'Mil veces hasta siempre'.

Marina Waters/Random House

Bajo la misma estrella fue todo un éxito, tanto por las ventas del libro de John Green como por la acogida en los cines de su adaptación a la gran pantalla protagonizada por Shailene Woodley y Ansel Elgort. Se publicó en 2012 y a España llegó un año después. En 2014 se convirtió en la novela romántica más vendida. El pasado mes de noviembre, John Green publicó Mil veces hasta siempre, una novela también dedicada al público juvenil en la que se habla de la amistad y la solidaridad y de cómo Aza, el personaje principal, crece a través de estos valores.

Para Green, los libros son parte fundamental de la formación de los adolescentes aunque asegura que no escribe "para dar lecciones", sino que trata de contar historias que interesen a los jóvenes. Lejos de los vampiros y la fantasía que inundaron este tipo de novelas a mediados de los 2000, Green narra historias personales cargadas de sentimientos. En Bajo la misma estrella abordó la muerte mediante el romance de dos jóvenes enfermos terminales y en otro de sus grandes éxitos, Ciudades de papel, hablaba del amor, la identidad y la empatía. Con las aventuras de Aza y Daisy, busca reflejar la resiliencia y la amistad para toda la vida.

Aunque los protagonistas de tus novelas son siempre adolescentes, la temática es muy variada, ¿cuál es tu principal inspiración?

No me llegan ideas concretas, ni me baso en una única fuente de información, sino que me pregunto cosas que creo interesantes. Por ejemplo, ¿puede ser una vida corta, buena y significativa? o ¿cómo nos deberíamos comportar en un mundo donde el dolor está tan desequilibradamente distribuido? Para Mil veces hasta siempre estas preguntas me surgieron a partir de mis propias experiencias con el trastorno obsesivo compulsivo y la ansiedad. Por el camino también me encontré con la pregunta en la que se centra la vida de Aza: si no tengo el control sobre mis pensamientos, ¿cómo puedo hablar de mí mismo?

Tras la experiencia en la gran pantalla Bajo la misma estrella y Ciudades de papel, ¿repetirías con Mil veces hasta siempre?

La verdad es que tengo mucha suerte de vivir experiencias positivas en Hollywood. Los autores viven auténticas historias de terror porque destrozan sus libros a la hora de llevarlos al cine, pero a mí me encantó trabajar con Fox 2000 y Temple Hill, productoras de las películas Bajo la misma estrella y Ciudades de papel.

De todas formas, nunca he pensado que Mil veces hasta siempre pudiese ser una película. Es una novela demasiado interna e íntima y ocurre en su mayoría en espacios abstractos dentro de la mente de Aza. Aunque cuando Fox 2000 y Temple Hill me dieron las claves sobre cómo adaptar las historias al cine, me cautivaron totalmente, así que estaría muy entusiasmado si se hiciese una película. No sé si llegará a pasar, pero espero que sí.

Normalmente empiezo a escribir sin tener ni idea de lo que va a tratar"

El principal público de tus libros son los adolescentes, ¿cómo crees que les afectan a su toma de decisiones?

No puedo hablar por ellos, pero cuando tenía esa edad encontraba refugio y diversión en los libros. No sé si llegaban a afectar a mis decisiones diarias, pero los que me gustaban me ayudaban a perfilar mis valores y mi forma de entender el mundo. Básicamente, no escribo para dar lecciones, escribo para contar historias que me interesaban cuando era adolescente y me siguen interesando hoy en día.

De hecho, abordas temas como la amistad en Mil veces hasta siempre ola muerte y la enfermedad en Bajo la misma estrella. ¿Has pensado alguna vez en escribir sobre el bullying?

Traté de escribir sobre el bullying en El teorema de Katherine porque es un tema que me interesa bastante y lo he vivido en primera persona durante mi infancia. Pero no tengo ni idea de lo que escribiré en un futuro. Antes pensaba que después de escribir un libro, sabría cómo hacerlo y que nada más acabar uno, empezaría otro. Sin embargo, parece que tengo que aprender a escribir de cero una novela cada vez que publico una. Normalmente empiezo a escribir sin tener ni idea de lo que va a tratar.

En tu opinión, ¿cuál es la parte que menos se refuerza en la educación de los jóvenes? ¿Dónde entran los libros?

Los libros nos ayudan a vernos a nosotros mismos, nos pueden ofrecer un lenguaje y una forma de describirnos profundamente y conocer los sentimientos que tenemos. También creo que nos permiten imaginar la vida de los demás de forma más compleja. Cuando lees una novela, puedes vivir la vida de los personajes y empezar a ver el mundo como lo harían ellos. En ese sentido, creo que las novelas pueden servir para empatizar con los demás. La mayoría de los jóvenes (y también los adultos) buscan un lenguaje para entender las experiencias abstractas y creo que todos necesitamos recordatorios para ponernos en el lugar del otro.

Al igual que un lector generoso puede mejorar un mal libro, uno egoísta puede empeorar uno bueno"

Han pasado seis años desde que publicaste Bajo la misma estrella, ¿a qué se debe la tardanza al publicar otro?

En general, soy un escritor lento porque mis libros tienen mucho trabajo de edición: elimino el 90% del primer borrador y también la mayoría del segundo. Tardo mucho en escribir un libro entero, porque también tengo otros trabajos y no puedo ponerme todos los días. Estuve 10 años para escribir Bajo la misma estrella porque no encontraba un hilo conductor sólido. Con Mil veces hasta siempre no tardé tanto, pero también fue difícil compaginar la escritura con los otros trabajos porque tiene una parte personal muy intensa y también fue difícil escribir bajo presión, después del éxito de Bajo la misma estrella.

En 2012 y 2013 estuve trabajando en una historia que acabé abandonando y en 2014 me sentí totalmente perdido hasta llegar a tal punto que abrí un borrador de email en mi ordenador y me puse a escribir algunos párrafos sobre un joven detective llamado Holmes. A partir de entonces volvió a resultarme divertido escribir, de hecho, tardé bastante en acabarlo y me emocioné al hacerlo. Disfruté mucho.

Creo que todos necesitamos recordatorios para ponernos en el lugar del otro"

  5c8a5fc12400004205a300efMarina Waters/Random House

Tienes también un canal de YouTube junto a tu hermano donde publicáis vídeos explicando acontecimientos históricos a la gente joven. ¿Cómo empezasteis con esa especie de docencia virtual?

Mi hermano Hank y yo hacíamos a veces vídeos explicativos de Historia y Ciencia. Nos llamamos Vlogbrothers y una vez que empezamos, la respuesta que tuvimos de la comunidad que nos seguía era muy positiva. Así que decidimos lanzar Crash Course en 2012, un canal educativo creado para proporcionar vídeos gratuitos y de alta calidad para todo el mundo, que cuenta con el apoyo de YouTube y de nuestros compañeros Stan Muller y Nick Jenkins. En estos vídeos se abordan temáticas tan variadas como la historia, la física, la biología, la astronomía, la literatura o la psicología y tienen miles de millones de visitas.

Ahora hemos empezado con Crash Course Estadística, con el que estoy especialmente entusiasmado y hemos conseguido una colaboración con Deutsche Welle (la televisión pública de Alemania), que han recreado el curso de historia mundial en árabe. Es fascinante ver cómo crece el canal, que profesores de todo el mundo utilicen nuestros vídeos y que la gente aprenda con ellos cuando se los encuentra por ahí o se los recomiende a un amigo.

¿Qué le dirías a la gente que critica este tipo de literatura para adolescentes?

La gente que me critica me da igual. Creo que habría que tener una discusión sobre lo que tienen que tratar las novelas. Si mis libros pueden ser parte de una conversación, estaré satisfecho. Creo que al igual que un lector generoso puede mejorar un mal libro, uno egoísta puede empeorar uno bueno. Pienso que para la ficción esto es recíproco y mágico, tanto lectores como autores tienen que ser generosos el uno con el otro.

¿Cuáles son tus autores de referencia?

Ahora mismo estoy leyendo An American Marriage de Tayari Jones. Uno de mis libros favoritos del año pasado es la colección de poesía de Kaveh Akbar Calling a wolf a wolf. También he podido leer The Astonishing Color of After de Emily Pan, que se lanzó en primavera en Estados Unidos. Es una novela young adult sobre la pérdida preciosa y devastadora.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es