Jordi Sànchez (JxCat) pide su libertad para ser investido presidente el 12 de marzo

Jordi Sànchez (JxCat) pide su libertad para ser investido presidente el 12 de marzo

El 'número dos' de JxCat se encuentra preso en la cárcel de Soto del Real (Madrid).

El expresidente de la ANC y número dos de JxCat, Jordi Sànchez, ha solicitado al Tribunal Supremo (TS) que lo deje en libertad para poder ser investido en un pleno del Parlament el 12 de marzo, desvelando en el escrito la fecha antes de que lo convocara oficialmente el presidente de la Cámara, Roger Torrent.

Lo ha hecho en un escrito al juez recogido por Europa Press, en el que pide que se le ponga en libertad provisional o se le dé permiso para ir presencialmente al pleno.

Argumenta que si no se le permite ir al pleno se estarán vulnerando sus derechos políticos y no se estará respetando la voluntad de un Parlament elegido democráticamente.

Minutos después de conocerse, el presidente del Parlament Roger Torrent, ha convocado oficialmente ese pleno para el lunes a las 10 de la mañana.

La aritmética casi imposible

Para ser investido en primera votación, el candidato necesitará el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara, es decir, un mínimo de 68 diputados.

Si no consiguiera la mayoría absoluta, se podría someter a un segundo debate y a una segunda votación, dos días después, cuando bastará con que obtenga la mayoría simple, es decir, más votos a favor que no en contra.

Para investir a Sànchez, JxCat y ERC deberán superar otro obstáculo: la CUP ya ha anunciado que sus cuatro votos serán abstenciones y no 'síes', lo que deja al independentismo sin mayoría suficiente para sacar adelante la elección.

Los 64 votos de JxCat y ERC serían 66 si sus dos diputados en Bélgica, Carles Puigdemont y Toni Comín, pudieran delegar el voto pero, si realizan este movimiento, el Gobierno central ya anunciado que lo impugnaría antes los tribunales.

Así, JxCat y ERC solo tienen dos alternativas: o convencen a la CUP de que dos de sus diputados voten a favor de Sànchez o fuerzan a Puigdemont y a Comín a renunciar a sus escaños, y las dos partes están enconadas en no moverse de sus respectivas posiciones.