Las Princesas Disney son perjudiciales para la autoestima de las niñas

Las Princesas Disney son perjudiciales para la autoestima de las niñas

Casi todas promueven una mala imagen y valores nocivos que limitan a sus fans.

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Hace 10 años, la psicoterapeuta Mary Finucane empezó a notar cambios en su hija Caoimhe, entonces de tres años. Ya no saltaba ni corría cuando jugaba, y se negaba a ponerse nada que no fueran vestidos. Un día le confesó que se sentaba en los escalones de su casa esperando a su príncipe. Tenía menos imaginación, era menos valiente, y estaba menos interesada en el mundo.

La madre lo tiene claro: el cambio comenzó cuando Caoimhe descubrió a las Princesas Disney. Finucane, especializada en ludoterapia, terapias cognitivo-conductuales y educación mediática, creó entonces el blog Recuperarse de las Princesas Disney para explicar cómo el embrujo de la Bella Durmiente, Bella y Ariel afectaba a su hija.

Si su historia fuera la única, no sería más que una anécdota. Sus miles de lectores desmienten que sea algo aislado. Como lo hace el tumblr Feminist Disney, que se presenta con la frase "no podemos escapar a Disn... ¡pero podemos cambiarlo!".

Y luego está el tremendo éxito del libro Cenicienta se comió a mi hija, de la periodista de TheNew York TimesPeggy Orenstein, que asegura que el color rosa se ha hecho tan indisoluble en el universo de las niñas que ellas controlan el rosa que llevan las demás.

Las Princesas Disney limitan a las niñas

"Las Princesas son una mezcla de bueno y malo. Hay mucho que apreciar, como el crecimiento de mujeres fuertes e independientes, y mucho que rechazar, como la perpetuación del ideal de la delgadez o los estereotipos de género que transmiten", apunta en una entrevista con El HuffPost Sarah Coyne, doctora en Psicología y profesora asociada de la Universidad Brigham Young.

En su estudio Hermosa como una princesa, Coyne y sus colegas descubrieron que, cuanto más involucrada estaba una niña en la cultura de las Princesas Disney, más entendía el mundo en base a estereotipos de género y más cambiaba su comportamiento para ajustarse a ellos.

"Piensan que no pueden hacer ciertas cosas por ser mujeres", observa Coyne. En cambio, esta cultura tiene un efecto positivo en los niños, que adquirieron más autoestima y se volvieron más colaborativos.

¿Entre los problemas que detectaron en las niñas más expuestas a las Princesas? "No están tan seguras de poder salir bien paradas en matemáticas o en ciencia. No les gusta mancharse y son menos propensas a probar y experimentar cosas nuevas", enumera Coyne.

Las chicas con menos autoestima por el físico acababan entregándose más a las Princesas Disney con el tiempo, quizá por una obsesión con el ideal de delgadez que transmiten. "Son uno de los primeros ejemplos de presión para mantenernos delgadas, y nos impactan con tres y cuatro años", lamenta Coyne.

Las Princesas Disney objetivizan a las mujeres

Las doctoras en Lingüística Carmen Fought y Karen Eisenhauer analizaron en un estudio cuántas frases pronuncian las mujeres y los hombres en las películas de Disney, así como el número de cumplidos sobre el físico que ellas reciben. Y los resultados fueron aterradores.

Las que peor paradas salen son las cintas más antiguas. El 89% de los halagos que reciben Blancanieves, Cenicienta y la Bella Durmiente se refieren a lo bellas que son, mientras que los personajes masculinos suelen ser alabados por sus habilidades. Eso objetiviza a las mujeres y las obliga a colocarse, desde la más tierna infancia, en el rol de objeto de deseo como su máximo valor social.

En el siguiente escalón encontramos La Sirenita, Pocahontas, Aladdin y Mulan: aunque tres de ellas reciben el título del nombre de protagonistas femeninas, el 60% de los diálogos son entre hombres. Fought critica, además, la ausencia de más personajes femeninos: "El resto de las personas que están haciendo algo en estas películas (algo que no sea buscar marido) son hombres".

"Las Princesas Disney promueven una imagen del cuerpo insana, priorizan el romance, y les importa ser hermosas por encima de cualquier otra característica. Suelen esperar que alguien las rescate antes de escribir su propia historia. Algunas son mejores que otras pero, en general, no son un buen ejemplo, ni para niños ni para niñas", sentencia esta profesora de la Universidad de Pitzer.

Según revela Fought a El HuffPost, lo más peligroso de las Princesas Disney es que perpetúan la idea de que las chicas deben ser educadas "incluso cuando un hombre se porta con ellas de forma horrible", y que deberían dejarlo todo por amor.

Las nuevas Princesas Disney son las buenas

Las heroínas más recientes de Disney, y algunas de las antiguas, gustan más entre las expertas consultadas por El HuffPost. Finucane cree que la productora "está cambiando en la dirección correcta", ya que sus historias son más complejas y mejores, con personajes más interesantes y con más capas.

"Cada vez tienen más voluntad propia y participan más en sus propias historias, tienen sueños más variados que desafían las circunstancias en que nacieron", apunta, resaltando cómo se burlan las últimas películas de los estereotipos de antaño, de la damisela en apuros y del príncipe heroico.

"Ahora las Princesas empiezan como inocentes que se embarcan en un viaje desconocido, durante el cual se transforman ellas en las heroínas de la historia. Por ejemplo, Tiana abre su propio restaurante, Anna salva a Elsa, Mérida se gana su propia mano en el torneo de arqueros...", explica.

Fought cree que las Princesas Disney de ahora demuestran "que pueden tener opiniones, ser buenas en actividades físicas y ser felices sin casarse". Sus investigaciones muestran que cada vez hay más personajes femeninos y que éstos hablan más. Los halagos a las habilidades femeninas han aumentado en la misma proporción en que han disminuido los de la belleza.

Ahora tienen opiniones, son buenas en actividades físicas y son felices sin casarse.Carmen Fought, doctora en Lingüística

Fought es particularmente defensora de las películas en las que también participa Pixar y considera que Coco, la reciente ganadora del Oscar, "es muy buena en términos de género, variedad étnica y cultural".

Coyne coincide en que las Princesas Disney se van volviendo menos prototípicas con los años. "Por eso las que menos se ciñen a los estereotipos son las últimas, como Moana o Mérida, o aquellas cuya historia gira en torno al género, como Mulan", apunta.

Romper el hechizo

¿Cómo se puede contrarrestar el efecto nocivo de las Princesas Disney en las niñas? La mayoría de las expertas consultadas recomiendan no prohibirlas.

Finucane tuvo éxito con su hija Caoimhe ampliando sus horizontes de diversión: cuando llegaba la hora de jugar, sugería cambios en las trama para minar los aspectos en que las Princesas Disney reducían las opciones de ocio de la niña. La pequeña es ahora más fan de James y el melocotón gigante que de Blancanieves y compañía. "El hechizo que tenían sobre ella ha desaparecido", asegura.

Lo que más ha impactado a la psicoterapeuta es descubrir el intrincado marketing que se diseña para dirigirse a los niños desde el momento en el que nacen, "antes de que sepan lo que significa persuadir". Esa es la razón, en su opinión, por la que Disney es una de las compañías que cuenta con más clientes fieles, que no pueden defenderse de esas tácticas, y "no tiene parangón en el terreno de la publicidad 'de la cuna a la tumba". Por eso es partidaria de la iniciativa Campaña por una Infancia sin Publicidad.

Los niños son objeto de la publicidad antes de poder defenderse de ella.

La receta de Coyne es "moderación": "Mete a tus hijos en todo tipo de actividades; que las Princesas sean sólo una de las muchas muchas cosas que les gustan". Otra buena idea es hablar con los niños sobre las Princesas Disney y sus historias, ya que según sus estudios, aquellos que conversaban con sus padres sobre el tema estaban menos condicionados.

La doctora en Psicología recuerda también lo importante que es que las niñas se vean alabadas por sus logros y no se las llame "princesa" todo el tiempo. Es uno de sus grandes hallazgos, que ya recomienda en otro estudio: Los videojuegos son buenos para las chicas... si los padres juegan con ellas.

Lo que está claro es que Disney se ha dado cuenta y, además de meter cada vez más personajes femeninos y más interesantes, ha hecho campaña por otra forma de entender las Princesas Disney. Porque los cuentos feministas para niños de ahora venden incluso más que Harry Potter...

¿Y tú? ¿Cuál crees que es la princesa Disney más feminista?

Las expertas han dado su opinión de varias princesas concretas:

Blancanieves: de los peores modelos para todas. Finucane apunta que, encima, su película atrae más a los bebés y los niños más pequeños que las cintas modernas porque el ritmo y la animación se adecúan más a sus cerebros y percepción.

Cenicienta: "Se enamora sin siquiera mantener una conversación con el tipo, sólo bailando", critica Fought.

Aurora: Aunque considera que Aurora es "espantosa, yaciendo ahí muda y bonita, esperando a su príncipe", Fought cree que La Bella Durmiente es la película clásica más interesante de Disney porque "las tres hadas son muy poderosas y ayudan al príncipe (que es bastante inepto) en casi todo".

Ariel: Fought critica que La Sirenita "renuncia a su propia voz para poder enamorarse".

Bella: Es el personaje que más divide a las investigadoras. Es una de las favoritas de Coyne, que la ve "una gran defensora, buena, valiente y leal". En cambio, Fought apunta: "Bella es horrible, es amable con Gastón aunque no le cae bien, lo que incita a las chicas a no decir NO cuando el chico no las interesa, y su relación con Bestia es de abuso, la encierra, la grita y la amenaza con matarla de hambre".

Jasmine: Una de cal y otra de arena. "Es uno de los primeros buenos modelos porque se la ve haciendo mucha actividad física, es inteligente y tiene tiempo de conocer a Aladdin antes de enamorarse", alaba Fought. En el aspecto negativo destaca que "emplea la atracción sexual para distraer al malo".

Pocahontas: Fought se muestra horrorizada con esta princesa por ser "terriblemente racista", retratada "como un animal, todo el rato agachada y arrastrándose" y por su vestuario y posturas sexualizadas.

Tiana:La mejor princesa para Fought. "Quiere abrir su propio restaurante, valora el trabajo duro y no se habla de ella principalmente por ser guapa. En varias ocasiones ella salva al príncipe o colabora con él en igualdad de condiciones", enumera.

Mérida: La heroína de Brave también gusta mucho. "Rechaza el matrimonio tradicional, derrota a sus pretendientes y recibe muchos elogios por sus habilidades deportivas. Y además, se va de aventuras y rescata a su madre", apunta Fought.

Anna y Elsa: Las protagonistas de Frozen dejan fría a Fought. "Se llevan mucho mérito por salvarse entre sí en vez de que lo haga un príncipe pero los hombres son los que juegan la mayoría de los papeles activos en la película y hay mucho pedir perdón y enamorarse de forma absurda en esta historia". No es la única que lo piensa.

Jane Porter: La chica de Tarzán es la favorita de Coyne: "¡Me encanta! Es una académica, como yo".

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