En Canadá, la familia real belga es recibida con una bandera... alemana

En Canadá, la familia real belga es recibida con una bandera... alemana

Ups.

Una bandera alemana, en lugar de una belga, para recibir al rey Felipe de Bélgica y a su esposa Matilde. Por suerte, el error se ha corregido rápidamente en Ottawa, la capital canadiense, donde está de visita la pareja real. Esta metedura de pata se produjo en pleno jardín de la residencia de la representante de la reina Isabel II, que funciona como jefa de Estado de Canadá.

Las dos pequeñas banderas, la canadiense con su hoja de arce y la alemana, estaban atadas con una cinta amarilla a un arce plantado hace más de 40 años por la reina Fabiola de Bélgica. Las banderas alemana y belga comparten colores, pero una tiene rayas horizontales y la otra, verticales.

"Corregido inmediatamente"

"Mientras preparábamos la ceremonia [...], nos llamó la atención que había habido una confusión con una banderita que servía para identificar el árbol plantado por su majestad la reina Fabiola en 1977", ha explicado Marie-Eve Létourneau, portavoz de la gobernadora general de Canadá Julie Payette.

Como otros jefes de Estado, Felipe va a plantar un árbol en Rideau Hall. De hecho, ya está plantado y sólo espera una palada real de tierra. A unos metros, están los que plantaron en 1977 Balduino y Fabiola. ¡Ups! En el de Fabiola había 🇩🇪 en lugar de

. ¡La han retirado rápidamente!

"Lo hemos corregido inmediatamente" —comenta la portavoz—, antes de la llegada de los soberanos belgas, que acudieron al lugar precisamente para plantar un árbol en el jardín. La capital canadiense ha desplegado numerosas banderas belgas por la llegada del rey y de su esposa. (Esperemos que no hayan metido la pata con todas ellas)

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Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés.

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Marina Velasco Serrano es traductora de formación y periodista de vocación. En 2014 empezó a trabajar en 'El HuffPost' como traductora de inglés y francés en Madrid, y actualmente combina esta faceta con la elaboración de artículos, entrevistas y reportajes de sociedad, salud, feminismo y cuestiones internacionales. En 2015 obtuvo una beca de traducción en el Parlamento Europeo y en 2019 recibió el II Premio de Periodismo Ciudades Iberoamericanas de Paz por su reportaje 'Cómo un Estado quiso acabar con una población esterilizando a sus mujeres', sobre las esterilizaciones forzadas en Perú. Puedes contactar con ella escribiendo a marina.velasco@huffpost.es