Un error de Cifuentes votando permite sacar adelante una ley de Podemos

Un error de Cifuentes votando permite sacar adelante una ley de Podemos

Los diputados de la formación morada lo han celebrado como si fuera un gol.

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You had one job, Cristina Cifuentes. Concretamente, votar "no" a la enmienda a la totalidad presentada por Podemos al proyecto de Ley de Espacio Madrileño de Educación Superior (LEMES).

Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha votado en blanco, permitiendo que los votos a favor fueran más que los votos en contra.

Todo gracias a que el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, se encuentra de baja por paternidad, lo que equilibra las fuerzas entre PP-Ciudadanos y PSOE-Podemos en el Parlamento regional.

El Reglamento recoge que si se produce un empate, tras tres votaciones, el texto a votar decae. Por ello, las enmiendas de los grupos de izquierda a la normativa del Ejecutivo han sido votadas en cinco ocasiones acabando todas en empate.

En la penúltima votación prevista, en el turno de la propuesta de Podemos, se ha roto esta dinámica. Cifuentes ha pulsado el botón que señala que se encontraba presente en la Asamblea pero no ha pulsado aquel que indica la dirección del voto. Por ello, en la pantalla de votación, que muestra los resultados, su escaño aparecía de color blanco.

A petición del PP, cuando el Pleno de la Asamblea se ha suspendido por la pausa para la comida los servicios técnicos de la Cámara regional junto a la Mesa se han reunido y han comprobado, según fuentes parlamentarias, hasta en siete ocasiones que el botón de la presidenta funcionaba con normalidad.

Este ha sido el momento, en el que los diputados de Podemos lo han celebrado como si fuera un gol.

El texto alternativo propuesto por Podemos pretende "blindar la educación y la universidad pública, revertir los recortes y garantizar la igualdad de oportunidades". La iniciativa, como ha defendido el diputado de la formación Eduardo Fernández Rubiño, recoge un sistema de "becas salario" para que los estudiantes no solo se les cubra la matrícula sino los gastos durante el curso, que al menos el 40% de mujeres tengan que representar los órganos de autogobierno de las universidades, refuerza la transparencia y aumenta los requisitos para la creación de nuevas universidades privadas.

Su texto evita que prospere el documento del Ejecutivo que, a su parecer, buscaba "a cualquier precio el titular fácil y la entrada en ranking" así como marcaba el camino para "seguir vulnerando la autonomía de las universidades".