Berto Romero: "Si te la pela todo, también se puede ser padre"

Berto Romero: "Si te la pela todo, también se puede ser padre"

Tras el éxito de su serie 'Mira lo que has hecho', el cómico se suelta para hablar de paternidad (y falta de sexo), de Tinder y hasta de Roi de 'OT'.

Berto Romero, en una escena de la serie 'Mira lo que has hecho'.MIRA LO QUE HAS HECHO

A veces la realidad supera la ficción. Y aunque no todo es verídico en la nueva serie de Berto Romero, lo de la foto obscena enviada por error a un grupo de WhatsApp de padres le ocurrió de verdad. También es veraz la falta de sexo posparto que refleja Mira lo que has hecho, estrenada el 23 de febrero en Movistar+. "Basta con que hables con cualquier padre para que te lo confirme", asegura Romero, creador y protagonista de la serie, en la que se interpreta a sí mismo.

Para el cómico, lo interesante no es tanto esclarecer qué hay de real en Mira lo que has hecho, sino más bien los temas universales que trata: las responsabilidades asumidas al hacerse mayor, los miedos de una pareja o la pérdida de intimidad con la llegada de un niño. "No todo el mundo es padre, pero todo el mundo es hijo", alega Romero cuando se le pregunta si hay que tener retoños para engancharse a la serie. "No hace falta que pertenezcas a la mafia para que te guste Los Soprano", argumenta.

Hasta la fecha, Mira lo que has hecho sólo ha recibido buenas críticas y ya se ha anunciado una segunda temporada. El HuffPost ha entrevistado al padre de la criatura, Berto Romero, que se ha soltado para hablar de la paternidad, el humor, Roi de OT y la era de Tinder.

En Late Motiv comentaste que con Eva Ugarte —coprotagonista de la serie— sentiste lo mismo que la primera vez que trabajaste con Andreu Buenafuente. ¿Qué fue?

Una conexión muy intensa. Entre los compañeros de este sector pasa poco lo de entenderse a la primera, lo de conectar y saber desde el principio cómo va a reaccionar esa persona. Con Andreu Buenafuente no tenía confianza fuera del plató, pero en el escenario parecía que nos conocíamos de toda la vida. Y con Eva Ugarte pasó algo parecido. Ya en el casting nos dimos cuenta de que trabajábamos de una forma muy fluida. Y eso se ve en la serie. Parece que tenemos una confianza de pareja. Hay un feeling, una química, que a veces se produce y otras no. Y en esta serie, si no te crees a la pareja, no te crees nada.

Si la paternidad fuera fácil no sería divertida.

Uno de los momentos de pareja que compartís en la serie es precisamente la falta de sexo tras la llegada del bebé. ¿Está eso inspirado en hechos reales?

Basta con que hables con cualquier padre para que te diga que es verdad. Es una de las cosas interesantes de ser padre. Todos tenemos muy claro que cuando llega un bebé hay que atenderlo, pero ¿qué pasa con la pareja? La serie se hace esa pregunta, porque la pareja también existe y se le presenta una prueba muy jodida. Lo del sexo es la representación más literal de algo mucho más importante: la pérdida de intimidad. Nunca se habla de esto. Obviamente, cuando se habla de la paternidad, se habla del niño, pero también hay adultos por ahí a los que les pasan cosas.

  Berto Romero y Eva Ugarte, en una escena de la serie.MIRA LO QUE HAS HECHO

¿Es fácil ser padre y cómico y actor?

No, no es fácil ninguna de las tres cosas por separado, pero porque nada es fácil. Me considero un cómico y trato de hacer comedia por todos los medios que puedo y me dejan. Me gusta probar y aprender, desarrollar capacidades que no sabía que tenía. Con lo de actor es igual; en cada papel intento dar las cosas que me piden, hasta que alguien me diga: "Oye, vale, ya está". La dificultad depende de cómo te lo tomes, también en cuanto a ser padre. Si te la pela todo, se puede ser padre también. Pero si te interesa y quieres hacerlo bien, dar una buena educación a tu hijo y que sea feliz, te das cuenta de que no es fácil. Pero me parece bien que no lo sea. Si no, tampoco sería divertido.

¿En tu casa hay paridad?

No nos planteamos que haya paridad de una forma fría y racional, no somos un Ministerio. Somos una pareja con tres hijos e intentamos compartir lo máximo posible nuestra paternidad, nuestra maternidad y nuestra familia. Llegamos a donde llegamos, pero lo intentamos.

Ver cómo lo hacía tu padre y cómo lo estás haciendo tú te pone en sitios muy chulos y es lo que trata de explotar la serie.

Estos días se está hablando de la ampliación del permiso de paternidad de cuatro a cinco semanas. ¿Qué opinas de ello?

Que pa'lante.

¿Ha cambiado mucho el concepto de paternidad en una generación? ¿El rol que tienes tú como padre es distinto del rol que tuvo el tuyo?

No sé qué decir. Uno siempre cree que todo el mundo es como él mismo. En mi caso, estoy intentando llevar una paternidad más consciente. No porque mi padre lo hiciera mal, pero ahora tenemos más información, he racionalizado y analizado más y quiero hacerlo bien. Me he planteado métodos educativos... Mi padre en su época diría: "¿Qué colegio hay? Pues que vaya a ese mismo". Eran otras épocas. Ahora, al menos entre la gente de mi entorno, experimentamos una necesidad de mejorar, de buscar nuevas opciones... Es interesante, porque eso mismo plantea a veces contradicciones. Ver cómo lo hacía tu padre y cómo lo estás haciendo tú te pone en sitios muy chulos y es lo que trata de explotar la serie.

¿Tus hijos siguen tu trabajo?

El mayor tiene 7 años y los mellizos, 5, así que todavía son pequeños y no ven la serie. Soy bastante consciente de lo que consumen en televisión. Pero sí que saben que me dedico a esto. Intento explicarles en qué consiste este trabajo, lo bonito que es, el esfuerzo que cuesta, pero todo el tema de la farándula y de las fotos lo conocen menos, porque no se lo enseño ni me interesa.

Vivimos en un mundo en el que nos ha devorado el 'hype', las expectativas.

En una entrevista anterior con El HuffPost comentaste que, a la hora de ver una película, "las expectativas son el enemigo de la diversión".

Es que lo pienso muchísimo (risas). Vivimos en un mundo en el que nos ha devorado el hype, que en español son 'expectativas' pero nos lo venden en inglés para que mole más. Por ejemplo, ves que llega la película de Los vengadores y estás consumiendo información desde que publican las primeras fotos de rodaje, los casting, los problemas de producción, el teaser, el tráiler... Todo se convierte en alimento para el espectador. Cuando llega la peli, siempre va a ser decepcionante, nunca podrá competir con la imagen que te has creado hasta ese momento. La película que te has formado en la mente es muchísimo más interesante que la que vas a ver. Vivimos atrapados en esa rueda de la expectativa para tenernos siempre calientes, siempre expectantes, siempre excitados, y al final repercute muy negativamente en la experiencia de la película o de la serie. Nunca te enfrentas desnudo ante un producto audiovisual, siempre vas con una expectativa muy alta.

En nuestra serie me he cuidado de no decir mucho hasta el final, de no cebar demasiado la cosa. Quizá la gente esperaba una serie más cómica, sin ese giro un poco dramático, un poco adulto. La verdad es que no lo sé, pero al final los creadores también tenemos que jugar con la expectativa. Cada vez estoy más convencido de que la expectativa es el asesino de la diversión. Ahora que llega la segunda temporada, veo como un problema el que haya gustado tanto la serie. Hagas lo que hagas, la segunda será una mierda (risas). Esta situación te vuelve paranoico.

Las relaciones se han comercializado, se han vuelto otro producto de la sociedad capitalista.

¿Lo de las expectativas pasa también fuera del mundo del cine o de la comedia?

Sí, sí, creo que se ha transmitido incluso a las relaciones humanas. Las relaciones se han comercializado, se han vuelto otro producto de la sociedad capitalista. O te dan un resultado rápido, o las cambias por otras. Tienes aplicaciones que te permiten cambiar de persona fácil y rápidamente. Puedes ir a Tinder y buscar rápido a otra persona porque tienes que sustituir el producto si no te da el beneficio. Creo que es un ciclo vital y que nos cansaremos de esto y volveremos a profundizar.

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Hace poco te convertiste en "Berto, ese tío del que habla Roi de OT". ¿En qué quedó esa amistad con Roi?

(Risas) Es muy chulo esto. Yo no tenía ni idea de quién era, no veía OT. Me hizo mucha gracia que muchos chavales me descubrieran porque lo había comentado Roi de OT. Uno como artista va firmando pequeños contratos con su público. Hay gente que me conoce de cuando empecé con Andreu y para ellos siempre seré el sobrino de Andreu, para otros seré el que ha hecho la serie o el de Ocho apellidos catalanes en su día... Ahora de repente me parecía muy gracioso ver que en Twitter era "el amigo de Roi". Cuando vino [a Late Motiv] me daba un poco de cosa, porque nunca lo había visto, ni sabía si cantaba bien o mal, pero me dejé llevar por la intuición. Además es un tío muy majo, muy bonico. Hasta jugamos a words, el juego que inventó Andreu Buenafuente.

A veces, la gente que lleva mucho tiempo en la tele se siente agredida por los que vienen nuevos, como si fueran a quitarles el sitio. Es fácil verlos negar la realidad o decir que estos chavales jóvenes no saben hacer nada bien. ¡Qué va! Si a toda la chavalada le mola Roi de OT, será por algo. Yo a lo mejor no lo entiendo, pero este tío ahora es lo máximo. Además vino al programa y es superlisto. Será todo lo joven que quieras, pero a este no lo pillas, es muy bicho... Aunque no ha ido más esa amistad (risas). Nos hemos escrito alguna vez por WhatsApp, pero poco más.

Si a toda la chavalada le mola Roi de OT, será por algo.

Yendo a la actualidad, ¿se puede hacer bromas de Cataluña tal y como está la situación?

(Silencio) Depende del día y de la semana que me preguntes. Por mi profesión no tengo presente nunca si hay algo de lo que se debe o no se debe hablar. Yo trabajo al revés. Se me ocurre el chiste y, si creo que es bueno, lo hago. Normalmente los cómicos no funcionamos al revés; no cogemos el periódico y vemos de qué temas hay que reírse. De todo se puede hacer comedia, pero depende de cada cómico. Yo no acostumbro a hacer humor político ni la broma del día; siempre me he movido en territorios más de sociedad. El humor de la actualidad no me interesa tanto porque además caduca enseguida. No me gustan las prisas demasiado, prefiero reflexionar.

Por último, ¿qué podemos esperar de la segunda temporada de la serie?

Lo hilo con lo anterior: ¡No esperemos nada! (risas) Esta serie es muy libre, se escribe con mucha libertad y hasta se rebela contra sí misma. Lo que sí puedo avanzar es que no va a darte lo que esperas. Y eso es chulo. Al final, es lo que esperamos de las series y de las pelis: que nos sorprendan.