Pregunta a su cita qué es lo que más le gusta de ella y le sueltan la mayor grosería que se recuerda en 'First Dates'

Pregunta a su cita qué es lo que más le gusta de ella y le sueltan la mayor grosería que se recuerda en 'First Dates'

"Lo que más me gusta, más me gusta de ti, de ti, de ti son... ¡tus pulseras!"

CUATRO

Antonio, feriante y trabajador del campo jienense de 21 años, llegaba a First Datesdefiniéndose a sí mismo como un chico "atento y cariñoso". Sin embargo, ha pasado a la historia del programa de Cuatro por soltar a su cita una de las mayores groserías que se recuerdan.

Lo más curioso del asunto es que, muy probablemente, el chaval lo hizo sin darse cuenta. Pero su metedura de pata en toda regla fue suficiente para que Cristina, granadina de 21 años, le pusiese la cruz.

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La sonrojante escena se produjo cuando el chaval, en un intento de romper el hielo, le propuso a la chica que le dijera qué era lo que más le gustaba de él: "Vamos a ser sinceros", exclamó convencido de que su propuesta era una idea estupenda.

- Antonio. Dime qué es lo que te gusta de mí, vamos a ser sinceros.

- Cristina. Tus ojos me gustan.

- Antonio. Venga ya, sí o qué...

- Cristina. Tienes una mirada penetrante.

- Antonio. Te los cambio por los tuyos.

- Cristina. ¿Por qué? ¿Te gustan?

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Hasta aquí, oye, más que correcto todo. El chaval introdujo un par de cumplidos y, ni tan mal. Sin embargo, el problema llegó cuando, satisfecho, Antonio se vino arriba y se le ocurrió una genialidad: "Pero lo que más me gusta, más me gusta de ti, de ti, de ti son... ¡tus pulseras!", afirmó tajante el chaval.

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En ese momento el tiempo se paró y la chica, con el gesto descompuesto, acertó sólo a preguntar: "¿Por qué?".

"No sé, son muy chulas, son muy brillantes", expresó el chaval, en un arrebato más propio de una urraca que de un tipo que quiere seducir a una chica.

Cristina, ante la cámara, no daba crédito ante lo que había sucedido: "Que me diga que lo que más le gusta de mi son mis pulseras no me parece nada bien. Me gustaría que fuera más detallista a la hora de expresar sus sentimientos".

Aún así, la chavala tuvo cintura para prestarle las pulseras y aceptar un jugueteo con ellas. Pero la venganza llegó con la sentencia final: "No tendría una segunda cita porque no es el tipo de hombre que busco, quiero un hombre más maduro, más detallista...", explicó.

Antonio aún tuvo tiempo para otro desaire en su resolución: "No tendría una segunda cita porque físicamente no me atrae a mí, porque aunque es simpática y buena, como amigos...".

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