Alicia Cao: "No creo que la costura sea algo que deba estar en la sombra"

Alicia Cao: "No creo que la costura sea algo que deba estar en la sombra"

Entrevista con la ganadora de la primera edición de 'Maestros de la Costura'.

Después de diez semanas en el taller de Maestros de la Costura, Alicia Cao (23 años) se convirtió este lunes en la ganadora de la primera edición del programa de diseño de moda y confección de TVE. Un día después de la emisión de la final, que se disputó entre Alicia y Antonio, el otro favorito, la vencedora atiende a la prensa radiante y vestida con uno de sus diseños en El Corte Inglés de Castellana, en Madrid.

Una pequeña parte de su primera colección ocupa uno de los percheros de la sección que el programa ha preparado en este centro comercial. El resto de las prendas expuestas en el espacio pertenece al muestrario de María Escoté, Palomo Spain y Lorenzo Caprile, los jueces del concurso.

  5c8a85fa2300005300e6abe0AMAYA VILLAR

Uno de los vestidos que ya se encuentra a la venta es una adaptación del diseño con el que Alicia conquistó el maniquí de oro en la final, el que la acredita como una profesional de la costura y que descansa en una mesa del córner. Atrás han quedado los nervios de las pruebas y la seriedad de Alicia, que no para de sonreír y de hacer bromas. "En realidad, soy muy payasa", afirma.

Eres la ganadora de la primera edición de Maestros de la Costura. ¿Cómo te sientes?

Pues muy bien, muy contenta. Ya solo con el hecho de que se haya creado un programa para dar valor a nuestro oficio, ya es un regalo. Y si encima resulta que soy la ganadora de la primera edición, pues más todavía, porque es algo de lo que luego la gente siempre se acuerda.

¿Cómo valoras tu paso por el programa?

Personalmente, creo que lo he dado todo. No voy a decir que no podía dar más de mí porque siempre se puede dar más. Pero lo he disfrutado, que es una de las partes que siempre me falla en mi obsesión por hacer las cosas bien. Y he disfrutado, de verdad que me lo he pasado muy bien. En las pruebas saltaba y todo de la emoción y cuando me he visto en la tele, pensaba que parecía una niña pequeña. Pero es que me apasiona lo que hago.

¿Crees que el paso por el programa te ha cambiado en algo tu percepción de la moda?

Me ha enseñado mucho del oficio, de la confección y de la costura. Pero a nivel de diseño, la verdad es que tengo las ideas muy claras. Es cierto que tampoco me he interesado en ver mucha moda, quitando a los grandes, porque quería centrarme más en lo mío y evitar influencias. No quería estar muy pendiente de las corrientes. Después ha coincidido que esta temporada se llevan los tonos pastel y a mí me encantan. Pero creo que hay que intentar siempre fijarse en lo que a uno le gusta y después intentar que le guste a los demás.

¿Nos puedes contar algo que no se haya visto en el programa?

Pues he contado chistes y he dicho muchas tonterías, pero me dan vergüenza, así que casi mejor que no hayan salido. Es verdad que siempre se me ha visto muy fría y muy seria. Pero yo en realidad soy muchísimo más cercana. Lo que pasa es que me relajo más cuando trato de tú a tú con una persona que en un programa en el que te está viendo toda España y gente que no te conoce y que no sabes cómo va a reaccionar a lo que tú estás haciendo.

Empezaste siendo muy calladita y después te hemos visto reír y, sobre todo, llorar. ¿Cómo has vivido esa montaña rusa de emociones?

Pues es verdad que al principio no me reconocía. Pero tiene una explicación. Afortunadamente, a partir de la adolescencia he sido capaz de reconocer cuáles son mis fallos y uno de ellos es que soy muy impulsiva y muy efusiva. A veces me ha venido bien para, por ejemplo, haberme presentado a un programa o para haberme ido a Londres sin saber qué iba a pasar con mi vida. Pero sé que hay otras veces que me viene mal.

Entonces, ya sabiéndolo de antemano, intento controlarlo y decirme a mí misma 'céntrate, que ya tendrás tiempo de sacar fuera el carácter'. Y fue lo que pasó. Que me centré en hacer bien las pruebas y mi verdadero carácter se ha visto fuera, pero claro, eso no está grabado.

¿Cómo ha terminado tu relación con Eduardo? Tu archienemigo en el programa, como él mismo dijo...

Bueno, tampoco hablamos mucho, pero cuando hemos estado grabando las promos para el programa de la final pues bueno... Yo como siempre, con respeto, y él parece que a veces sí y a veces no. Pero en realidad no hablamos mucho.

¿Y con Anna?

Con Anna sí que hablo. De hecho, anoche me escribió y me dijo que aunque ya me lo había dicho me volvió a dar la enhorabuena y que se alegra muchísimo por mí y yo ya le he dicho que a ver cuándo nos vemos porque tengo ganas de ver todo lo que ha hecho en este tiempo.

Vuestro enfado entonces, ¿es cosa del pasado?

En realidad, eso ya se habló antes del programa. Y lo que más me disgustó fue que después de haberlo hablado, yo lo consideraba un tema zanjado y ella no. Y en lugar de decirme 'oye, esto no está zanjado' lo sacó en medio del programa y eso es lo que me disgustó. Pero después volvimos a hablar bien las cosas y al final quedó todo claro.

Ahora que ya conoces a los jueces, cuéntanos algo de cada uno de ellos.

Pues siempre he tenido mucha complicidad con Palomo, pero tampoco he podido hablar mucho con él. Pero creo que sería con él con el que mejor me llevaría porque me parece muy achuchable. Y es tal y como se muestra.

Siempre he tenido mucha complicidad con Palomo, pero tampoco he podido hablar mucho con él [...] Me parece muy achuchable"

Con María Escoté, es que no tenemos nada que ver... Yo pensaba que sí, porque ella hace sus vestiditos y sus cosas y además, lo que hace me gusta. Pero es que a la hora de diseñar no tenemos nada que ver. Y cuando ella me decía que tenía que ser más atrevida porque no podía ser tan sosa, yo decía... 'Jo, pues yo no creo que sea sosa'. Pero al final muy bien porque es un amor de mujer.

Y Caprile es que tiene esa experiencia que yo siempre he admirado... Y tiene esa exigencia que si yo la tengo conmigo misma, que me la pida una persona que sabe mucho más que yo. Cada vez que me decía algo, yo me ponía como muy triste y compungida, pero en realidad, por dentro se lo estaba agradeciendo de todo corazón. Porque esa es la manera de aprender.

Antes de empezar el concurso te preguntaron por una hipotética final y dijiste que te haría ilusión enfrentarte a Antonio en la final. Dicho y hecho. ¿Cómo la viviste?

Yo no sabía si iba a estar en la final, pero tenía claro que si llegaba quería enfrentarme a los que yo veía más fuertes, como Antonio, Luisa, Pa o Jaime, que eran a los que yo veía como más fuertes. Y quería que fuese un reto. Y estar en la final con Antonio, una persona a la que cuando le miras de reojo dices 'qué cosa más bonita está haciendo' y 'cómo eres tan rápido cosiendo'... Pues es muy emocionante. Una final digna.

Como fuiste la primera seleccionada para disputar el duelo final, no pudiste hacer el vestido de novia. ¿Te hubiese gustado?

Me hubiese encantado. Lo vi ayer y dije qué cosa más bonita. Además Prononvias me encanta. Los vestidos de novia tienen tanta delicadeza, tanto detalle y minuciosidad... que son las cosas que siempre he dicho que me apasionan. Parece una tontería pero me gusta mucho todo lo manual y lo bien acabado. Creo que hubiese sido una gran prueba. ¡Y más con ayuda!

Antes de entrar en el programa dijiste que tu sueño era trabajar en Dior. ¿Ser la ganadora de Maestros de la Costura ha cambiado ese sueño?

A mí si me llaman, no digo que no. Pero de momento aquí me esperan muchas cosas y muy buenas. Parte del premio es esta colección que ya está expuesta en El Corte Inglés. Estoy aprendiendo muchísimo con esta experiencia de trabajar con un equipo tan grande. Y estoy centrada en esto más que en otra cosa y además, tengo muchas ganas de empezar ese Máster [parte del premio por ganar el concurso, además de 50.000 euros]. Lo de la colección ha sido una experiencia muy chula porque cuando hago diseños la mayoría de veces ni siquiera se confeccionan.

Yo sigo pensando un poco en público que se identifique con lo que yo hago, pero porque es con lo que me siento cómoda

A lo largo de todo el programa has dicho en más de una ocasión que tú haces la ropa pensando en ti, para ponértela tú. ¿Ha cambiado en algo tu inspiración?

Sigo pensando un poco en público que se identifique con lo que yo hago, pero porque es con lo que me siento cómoda. Por ejemplo, me han pedido, con muchísima razón, que haga ropa para tallas grandes y me encantaría, pero el diseño de una talla grande y una talla pequeña no es igual. A una gente le sientan bien unas cosas y a otros, otras. Y como estoy acostumbrada a pensar en lo que me sienta bien pues es con lo que yo me siento cómoda. Pero no lo rechazo para más adelante y me lo tomo además como un reto personal para salir de mi zona de confort.

¿Qué tipo de ropa quieres hacer?

Me gusta mucho todo el tema de fiesta y eventos. Pero también es verdad que lo que llevo hoy, además de para una boda, me lo pondría para una reunión de trabajo importante. Realmente, sí que me gusta hacer diseños para una mujer muy elegante pero que tampoco se encasille en ninguna edad.

  5c8a85fb20000045046f412dAMAYA VILLAR

Tenemos que hablar del accidente [la aguja de una máquina de coser le atravesó el dedo]

¡Qué traumita! En un primer momento, pensé que simplemente se había roto la aguja y dije 'madre mía qué lío, ahora tengo que cambiar la aguja'. Cuando de repente me vi el dedo y me asusté porque ¡había sido todavía peor! Pero como en ningún momento sentí dolor ni nada, dije 'si no me duele no me voy a preocupar, que me lo quiten y ya está y me pongo a coser'. Pero después, cuando me he visto en la tele me dio una grima tremenda.

En aquel momento dijiste una cosa que te habían dicho en Cornejo y era que hasta que no te atravesase una aguja el dedo no podrías llamarte costurera.

Sí, porque en una ocasión dije que a mí me parecía que era algo muy difícil que pasase porque estás muy concentrada en lo que estás haciendo y te estás viendo el dedo. Y claro, las costureras que llevaban toda la vida cosiendo se me quedaron mirando extrañadas y me dijeron 'no sabes lo que dices, es que coserse el dedo es ser una costurera'. Porque es como el pan de cada día por lo visto. Y cuando me pasó dije 'pues ya está, no tengo título, pero tengo dedo atravesado'.

No me parece que la costura sea algo que tenga que estar en la sombra o que se reduzca a un agradecimiento al final de algo en plan 'gracias al equipo que hay detrás"

Además, tú hablas de ti misma como costurera. No como modista o diseñadora: costurera.

Sí. Es algo que tengo claro y siento que eso es precisamente para lo que se ha creado el programa, para defender este oficio. No me parece que sea algo que tenga que estar en la sombra o que se reduzca a un agradecimiento al final de algo en plan "gracias al equipo que hay detrás". Es verdad que el diseño es algo único, pero sin un buen patronaje... Eso es algo que he aprendido en el programa. Yo no sabía patronar y es algo que quiero aprender y espero que en el Máster me enseñen mucho. Pero bueno, tú puedes tener una muy buena idea y no saber ejecutarla o no ejecutarla bien. Y además a mí es que me apasiona coser. Puedo estar horas y horas cosiendo y diseñando una.

¿Cuál ha sido la crítica que más te ha costado encajar?

Pues la crítica personal. Porque todas las que tienen que ver con la parte de las pruebas y de la confección me entusiasmaba saber que me estaban diciendo tanto lo bueno como lo malo. Las críticas han sido un poco lección profesional, pero también lección de vida.

Quizá la crítica más repetida es que eres muy competitiva. ¿Te identificas con esa definición?

Sí. Sí que siento que soy competitiva y que soy ambiciosa, pero es una competitividad personal que no hace daño a nadie. Pero también es verdad que aunque la gente piense que soy competitiva y que voy a lo mío, cuando he podido ayudar, lo he hecho. Y tampoco he dicho nunca que quería ganar por encima de todo. Yo estaba pendiente de hacer lo mío y de hacerlo bien. Y soy competitiva conmigo misma, pero no con los demás.

¿Qué es lo mejor que te llevas?

Me llevo tantas que cada vez que me preguntan digo una cosa. La experiencia en sí. El hecho de haber hecho tantas pruebas tan diferentes, de haber tenido un jurado que haya podido encaminar y ayudarme como lo hicieron en la final, cuando me dijeron que dónde iba con ese lazo descomunal. Cuando lo vi en la tele dije 'pero dónde voy'. Hasta que no te alejas y lo ves con perspectiva no te das cuenta. Sobre todo, me llevo los consejos que me han dado los jueces, que me acuerdo de ellos y me los voy a quedar para siempre.