Comín pide el voto delegado en el Parlament y abre la puerta a una investidura en segunda vuelta.

Comín pide el voto delegado en el Parlament y abre la puerta a una investidura en segunda vuelta.

Huyó junto a Puigdemont a Bélgica y su voto es clave para la mayoría de ERC-Junts sin la CUP.

Toni ComínAFP

El exconseller y diputado de ERC Toni Comín ha solicitado delegar su voto en el Parlament a partir del próximo pleno, que se celebra este miércoles, han explicado fuentes parlamentarias, lo que permitiría allanar el camino a una nueva investidura.

Comín era el único diputado del Parlament que vive en el extranjero que todavía no había pedido la delegación de voto: el último en hacerlo fue Carles Puigdemont (JxCat).

La Mesa, que se reúne el martes a las 10, debe decidir si acepta o deniega la solicitud de Comín, cuyo voto es primordial para garantizar la mayoría de JxCat y ERC en el pleno.

Si se acepta esta delegación, Junts y ERC sumarían 66 votos, lo que permitiría sacar adelante una investidura en segunda vuelta -si la CUP mantiene sus abstenciones-.

El exconseller se encuentra en Bélgica pendiente de saber si es extraditado o no en virtud de la euroorden impulsada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena.

Este movimiento se produce cuando arranca la cuenta atrás de un mes para lograr una investidura en Cataluña (el tope es el 22 de mayo). En caso contrario, se tendrán que convocar otra vez elecciones autonómicas.

Delega su voto en Sergi Sabrià

Comín alega que su situación actual lo "incapacita" para asistir a los plenos del Parlament, por lo que delega su voto en el portavoz del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, "durante el tiempo que dure" esta imposibilidad para acudir al hemiciclo.

Si la Mesa, en la que las fuerzas independentistas disponen de mayoría, acepta la delegación de voto de Comín, como ya ha hecho en el caso del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, JxCat y ERC ya tendrán suficientes votos para investir a un nuevo president sin necesitar el apoyo de la CUP.

A raíz de la euroorden, que condujo a la detención de Puigdemont en Alemania y a los procesos judiciales para valorar si los dirigentes soberanistas reclamados por Llarena y que se encuentran en el extranjero deben ser extraditados a España, JxCat y ERC han reactivado la delegación de voto para sus diputados huidos.

De hecho, en el último pleno, el pasado 5 de abril, Puigdemont ya pudo votar al delegar su voto en la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, al igual que los diputados de su grupo que se encuentran en prisión preventiva: Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull.

Ahora es Comín quien solicita el voto delegado a través del portavoz parlamentario de su grupo, como ya pueden hacer los encarcelados Oriol Junqueras y Raül Romeva.

Cuenta atrás

Ya ha comenzado la cuenta atrás de un mes para que JxCat, ERC y la CUP lleguen a un acuerdo para investir a un presidente y evitar la convocatoria automática de elecciones catalanas el próximo verano.

El reloj de dos meses de plazo máximo para encontrar a un presidenciable que fija la ley se puso en marcha con la investidura fallida de Jordi Turull (JxCat) el 22 de marzo, y desde entonces los tres grupos no se han puesto de acuerdo en cómo desencallar la investidura.

Tras reunirse en Berlín esta semana, JxCat expuso que no tenía prisa por formar Govern y que mantenía vivas las tres candidaturas que ha propuesto hasta la fecha y que no han prosperado por la dificultad que supone tratar de investir a encausados: Carles Puigdemont, Jordi Sànchez y Jordi Turull.

Aunque evita la confrontación en público, la tesis de ERC es la contraria: quiere una investidura con "urgencia" y efectiva -sin consecuencias legales-, y que JxCat proponga encausados no favorece que se cumplan ninguna de las dos premisas.

Por su parte los cuatro diputados de la CUP solo garantizan que votarán a favor si el candidato propuesto es Carles Puigdemont, mientras que, si es otro, solo darán cuatro abstenciones y esto añade incertidumbres a encontrar un vía factible para desencallar la investidura.