Un violador múltiple no rehabilitado sale en libertad en Barcelona tras 20 años de cárcel

Un violador múltiple no rehabilitado sale en libertad en Barcelona tras 20 años de cárcel

Fue condenado en 1998 a 167 años de prisión por 15 agresiones sexuales.

El llamado violador de la Verneda ha salido hoy de prisión, tras cumplir 20 años de condena, mostrándose "muy arrepentido" por sus delitos y anunciando que se considera rehabilitado, pese a que Instituciones Penitenciarias cree que persiste el riesgo de que reincida por el consumo de drogas.

Poco después de la una de la madrugada, Gregorio Cano ha abandonado la prisión de Brians 2, tras cumplir veinte años de prisión por 17 agresiones sexuales cometidas entre 1997 y 1998, y ha afirmado ante los periodistas que estaba "muy arrepentido" y se ha disculpado por haber hecho "tanto daño" a sus víctimas, a las que violaba amenazándolas con una navaja en portales vacíos.

El violador de la Verneda ha destacado que los programas de rehabilitación de agresores sexuales que siguió en prisión "son efectivos si uno quiere; si uno no quiere va a seguir igual, y yo lo he logrado", ha asegurado.

A instancias de la Fiscalía, los Mossos d'Esquadra someterán ahora a Cano a una vigilancia "no invasiva", al considerar la administración de justicia que en el tiempo que ha permanecido en la cárcel no se ha rehabilitado, de acuerdo con los informes de los responsables tratamiento del centro penitenciario.

En concreto, según fuentes judiciales consultadas por Efe, es el consumo de drogas lo que impide dar por rehabilitado a Cano, pese a que siguió los programas de control sexual en prisión y no reincidió en ninguna de las salidas que se le autorizaron.

Cano superó en prisión los programas de rehabilitación establecidos para este tipo de violadores múltiples, hasta el punto de que la dirección general de Instituciones Penitenciarias autorizó que se le concedieran permisos puntuales para habituarse a la vida fuera de prisión.

No obstante, en el control posterior a uno de estos permisos, Cano dio positivo por consumo de drogas, por lo que perdió los beneficios penitenciarios de los que disfrutaba puntualmente y a partir de entonces los informes advirtieron de su riesgo de reincidencia.

De hecho, el llamado "violador de la Verneda" admitió en el juicio haber agredido sexualmente a 17 mujeres escudándose en el consumo de drogas, dado que aseguró que entre los años 1997 y 1998, en que perpetró las violaciones, era consumidor habitual de éxtasis y speed.

Ante esta situación, Instituciones Penitenciarias concluye que el 'violador de la Verneda' sigue presentando un alto riesgo de reincidencia debido a que el consumo de drogas le impide mantener el grado de conciencia necesario sobre las consecuencias de sus actos.

Gregorio Cano siguió los programas de control sexual para violadores o pedófilos que se organizan desde 1996 en los centros penitenciarios de Cataluña y que son voluntarios, han señalado las mismas fuentes.

En dichos programas, diseñados a medida del perfil del condenado y que incluyen tratamiento individual y también grupal, los agresores sexuales aprenden a identificar las situaciones y conductas de riesgo -como deambular sin rumbo por las calles- y a desarrollar una actitud empática con las víctimas.

Asimismo, los programas de rehabilitación para agresores sexuales intentan también desterrar los llamados "mecanismos de defensa cognitiva" o pretextos con los que se suelen armar los agresores sexuales para evitar reconocer su culpabilidad, como la convicción de que la víctima consentía o, en algunos casos, que el consumo de drogas nublaba su conciencia.

(Puedes seguir leyendo tras el vídeo...).

Vigilancia "no invasiva"

Al haber sido condenado con anterioridad a la reforma del Código Penal de 2015, Cano no puede ser objeto ahora de los programas de libertad vigilada, en los que se acostumbran a utilizar mecanismos telemáticos de control durante los diez años, prorrogables, posteriores a la salida de prisión de este tipo de violadores.

En el caso de Gregorio Cano, la Fiscalía ha ordenado a los Mossos d'Esquadra que sometan al violador múltiple a una vigilancia "no invasiva", en la que se acostumbra a hacer un seguimiento "discreto" del expreso, para establecer sus pautas de rutina diarias, sobre aspectos como dónde acostumbra a moverse, con quién se ve y qué horarios sigue.

Los agentes que participan en este tipo de dispositivos deben actuar con la máxima discreción para generar la mínima alarma social posible en el entorno de la persona a la que vigilan, según las fuentes.

En el caso de Cano, la Fiscalía también ha ordenado a los Mossos d'Esquadra que se pongan en contacto con sus víctimas para ofrecerles protección durante un mes, prorrogable, aunque los expertos en seguridad coinciden en subrayar que tienen el mismo riesgo de volver a ser atacadas que cualquier otra mujer.

Tras la excarcelación de Cano, el comisionado de seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Amadeu Recasens, ha asegurado que la ciudadanía tiene derecho a vigilar para que no se repitan este tipo de hechos, pero ha llamado también a la calma y a "no prejuzgar". "Esta persona ha cumplido una pena, ahora está en la calle y hay que ver, a partir de ahora, cómo se gestiona que esté en la calle, pero sin prejuzgar ni darle más vueltas", ha resaltado Recasens.

Algunos colectivos feministas han convocado protestas por la excarcelación de este violador múltiple.