La durísima confesión de 'Los Javis' en 'Chester'

La durísima confesión de 'Los Javis' en 'Chester'

Javier Calvo y Javier Ambrossi hablan en 'El Chester' del bullying con Risto Mejide.

CUATRO

Javier Calvo y Javier Ambrossi, más conocidos como Los Javis, fueron los protagonistas de El Chester de Risto Mejide, en Cuatro.

Los directores de cine reflexionaron junto al presentador sobre el éxito —como creadores de la premiada La Llamada— y hablaron del bullying que habían sufrido cuando estaban en el colegio.

"No nos ha hecho lo que somos. Somos lo que somos pese al bullying", aseguraron. "Yo iba con miedo a clase. A mí de repente me han tirado un diccionario en mitad de clase, o toda la clase se ha puesto de acuerdo para pegarme cuando salía por una puerta, aunque tampoco excesivamente fuerte. Nada como esos vídeos que se han hecho virales de palizas, pero sí acoso", contó Ambrossi.

Ambrossi, profesor de OT 2017, relató cómo era su día a día en el colegio del OPUS: "Escuchabas siempre cosas a tus espaldas, la gente se ría de ti en clase siempre, temía ponerme el primero en el bus por escuchar siempre las risas de fondo... Por todo esto, yo llegué a no tener ganas de ir al cole porque sabes que te van hacer daño".

Y asegura que aún no está liberado del todo: "Estas reivindicaciones que hago en televisión o redes sociales es para recordarme a mí mismo que lo que hago está bien. Necesito recordármelo porque tengo los pensamientos del Opus metidos dentro, porque hay profesores que han permitido que la clase se riese de mi, que pusieran en la pizarra que los gays iban al infierno. He tenido un desarrollo sexual errático, no ha sido un camino bonito. Por eso reivindicar todo esto me ayuda mucho".

Poco después, fue Calvo el que contó su infancia. "Lo he pasado mal por épocas en mi colegio. Me he sentido rechazado, he querido ser preferido por alguno de mis amigos, he querido... y no lo he tenido. No he sido el más guay del cole. He tenido un chico en clase que cuando pasaba por el pasillo, todos los días religiosamente me decía: ¡Calvo maricón! Todos los días", aseguró.

Y sentencia: "Cuando me siento rechazado, o que alguien me habla un poco mal, el nudo en la tripa me lleva a cuando era pequeño. Me lleva a ese lugar, y eso es que quizá no lo he superado".