Más de 50.000 personas piden al Guggenheim que retire una exposición por supuesto "maltrato animal"

Más de 50.000 personas piden al Guggenheim que retire una exposición por supuesto "maltrato animal"

La muestra incluye un terrario donde se devorarán a diario reptiles e insectos y vídeos de cerdos que copulan en público, con pinturas sobre su piel.

Captura de uno de los vídeos que se van a mostrar en el museo de Bilbao.CHANGE ESPAÑA

El Museo Guggenheim Bilbao tiene previsto estrenar este viernes una exposición denominada Arte y China después de 1989: el teatro del mundo. Más allá de lo meramente artístico, está atrayendo la atención porque determinados colectivos se están movilizando contra ella por entender que contiene obras que podrían suponer "maltrato animal", una acusación que desde el museo niegan tajantemente, porque "no se corresponde con la realidad". "Se han tomado todas las medidas oportunas para que los animales estén en situaciones óptimas, verificadas por veterinarios, porque su bienestar es indispensable", sostienen fuentes del Guggenheim.

El motivo del rechazo expresado por algunos animalistas y en plataformas como Change.org es que la exposición contiene un gran terrario donde numerosos animales, como reptiles e insectos, se irán devorando a diario ante el público, lo que se entienden que vulnera los derechos de estos seres vivos. La exposición también cuenta con la proyección de un vídeo donde dos cerdos con letras orientales y latinas decoradas en sus cuerpos copulan rodeados de público.

La ATEA (la Asociación para un Trato Ético con los Animales) ha emitido un comunicado en el que muestra su "disgusto" por esta inauguración y ha recordado que esa exposición fue retirada en el Guggenheim de Nueva York (EEUU) hace unos meses, tras una multitud de firmas contrarias a ella, aunque finalmente se escudaron en "motivos de seguridad" para explicar por qué no seguían con la muestra, informa la agencia Servimedia. "Consideramos que el habitual recurso a la 'libertad de expresión' apenas es una burda excusa con la que maquillar lo que en realidad supone una agresión gratuita, que mantiene animales estresados como meros elementos de atrezzo, obviando por tanto su naturaleza sensible", indicó ATEA.

Esta organización consideró "evidente que dichos animales están mucho mejor en sus respectivos hábitats naturales que en una sala pública y bajo cegadores focos". "En ningún caso puede defenderse tal falta de sensibilidad bajo la espuria idea fetiche de la libertad. En dicho sentido, resulta como mínimo contradictorio (y egoísta) que el autor y sus valedores recurran al manido argumento de la libertad propia, basada ahora en la negación de la libertad ajena: la de unos animales que aspiran a algo tan razonable como ser respetados (dejados en paz)", añadió. Además, apuntó que se opone "sin fisuras a cualquier forma de libertad si ello afecta a terceros, más aún si se trata de seres inocentes". "Creemos que defender la libertad per se aparece como una más de las 'idioteces intelectuales' que inundan la sociedad contemporánea", añadió.

'Supuesta' libertad de expresión

Por su parte, en la iniciativa de Change impulsada por un usuario llamado Fermín Esparza y que ha superado las 50.000 firmas se explica que "la dirección (del museo) se apoya en la defensa una supuesta libertad de expresión cuestionada por grupos animalistas. Por el contrario nosotros pensamos que toda libertad del tipo que sea termina en el momento que la libertad de los otros es comprometida".

"Los sujetos de la exposición (perros, cerdos, insectos y reptiles) han sido y serán sometidos, maltratados y en algunos casos matados en nombre de esa supuesta libertad de expresión. La mayor parte de los ciudadanos de nuestro país sabemos que ningún espectáculo o actividad artística justifica el maltrato y la muerte de un animal. Este caso no debería ser distinto", concluye.

Además, estudiantes de Bellas Artes de la facultad de Leioa que integran el colectivo BBAA Antiespecista han anunciado que se concentraran el próximo viernes frente el Museo Guggenheim en contra la exposición.

El museo garantiza el pleno respeto y cuidado

Tal y como ha explicado el Guggenheim, la muestra "constituye (...) un punto de partida para la reflexión y el debate sobre el mundo actual y los grandes temas que nos afectan desde una mirada amplia y respetuosa. A lo largo de la misma subyace la necesidad de salvaguardar los derechos fundamentales, entre los que se encuentra la libertad de expresión y también es una defensa de la libertad de creación artística".

Todos los reptiles e insectos que se incluyen en las mencionadas obras han sido criados en cautividad y trasladados al Museo previa confirmación de sus óptimas condiciones sanitarias por un informe veterinario y la obtención de los pertinentes permisos

Su versión sobre las obras que han enfadado a estos colectivos - El teatro del mundo y El puente-es notablemente diferente. "La instalación (...) constituye una amplia estructura octogonal con forma de tortuga mitológica que contiene esculturas orientales tradicionales y una variedad de insectos y reptiles. Esta instalación alude a las dinámicas de poder y a las tradiciones culturales chinas.Todos los reptiles e insectos que se incluyen en las mencionadas obras han sido criados en cautividad y trasladados al Museo previa confirmación de sus óptimas condiciones sanitarias por un informe veterinario y la obtención de los pertinentes permisos. El Museo cuenta con el asesoramiento y servicios de un equipo de especialistas que se encargan diariamente de la alimentación, limpieza y cuidados sanitarios de estos reptiles e insectos, así como del mantenimiento de los terrarios. Estas labores se realizan a primera y última hora, fuera del horario de apertura del Museo. Los terrarios contienen un sustrato especial, mantas térmicas, pantallas de luz y calor, así como bebederos, bañeras y depósitos de hidrogel para generar las condiciones y el hábitat adecuados para estas especies", sostienen.

A propósito de A case Study of Transference, el vídeo de los cerdos, añaden que "documenta una performance realizada en 1994 en la que aparecen dos cerdos apareándose en una granja". "Concebido como una alegoría cultural, la pieza explora la relación entre el ser humano, la naturaleza y la cultura, y en la misma no hay ningún tipo de sufrimiento animal".

El Guggenheim, abundan, "está a favor de los derechos de todos los seres vivos, por lo que hemos puesto el mayor empeño en asegurar las mejores condiciones para ellos".

La muestra Arte y China después de 1989: El teatro del mundo es, según la definición de sus programadores, una exploración de la creación artística en China durante el período comprendido entre los disturbios de la plaza de Tiananmen de 1989 y la celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. A través de 120 obras de 60 artistas y colectivos artísticos -tienes el dossier al final de esta noticia-, pone de manifiesto diferentes ideas, experiencias y visiones del mundo en un país que ha adquirido un papel fundamental en la conversación global.

Dossier 'Arte y China' en el Guggenheim Bilbao by El HuffPost on Scribd