Su belleza y su secreto sexual oculto enloquecen al chaval... pero comete un error que le saldrá caro

Su belleza y su secreto sexual oculto enloquecen al chaval... pero comete un error que le saldrá caro

El chaval pone una cara de "claro, cómo no" cuando la chica le pregunta si es hetero, y ella se siente ofendida porque es bisexual: "Mira, chico, piensa un poco esas cosas".

CUATRO

Julia, una estudiante de psicología madrileña, parecía estar de vuelta de todo pese a sus 18 años. La chica, quien había tenido una relación seria a lo largo de su vida, le dejó claro desde un primer momento a su cita de First Dates que si los cuernos no iban con él, lo mejor era que pusiese sus energías en otra persona.

Al chaval, un estudiante de diseño de 25 años de lo más tranquilo, la primera impresión que le dio Julia fue inmejorable: "Me pareció muy atractiva y me gustó el color de su cabello", reconoció.

Pero lo cierto fue que, a medida que fueron conociéndose, surgieron caminos que les unían profundamente y otros que, por contra, parecían irreconciliables.

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Para empezar, Julia no se anduvo por las ramas a la hora de romper el hielo. Quiso dejar claro desde un primer momento que los límites los iba a poner ella... y que esos límites aún no se conocen:

- Simón. ¿Cómo han sido tus relaciones?

- Julia. Pues he tenido una y ya dije "no more".

- Simón. ¿Por qué?

- Julia. No sé, estoy un poco cansada de todo el tema supermonogamia y todo... todo lo que la sociedad concibe como relación, pues no me gusta. Porque es como si los celos, que si esto tiene que ser así o tiene que ser asá. Te corta las alas.

- Simón. Vale, te entiendo.

- Julia. Me parece estúpido decir 'cómo quiero a esta persona, a ti no te quiero'. ¡Es muy absurdo!

Ante la cámara, Simón reconoció que esa apertura de mente de Julia le parecía estupenda: "Me gusta que Julia sea una persona abierta de mente, porque se presta a experimentar diferentes experiencias", argumentó.

Sin embargo, tras el tema de la monogamia llegó otro asunto que, por contra, no ayudó demasiado a mejorar la química entre ambos chavales:

- Julia. ¿Te gustan solo las chicas?

- Simón. Sí...

- Julia. ¿Eres hetero?

- Simón. (Gesto de, claro, cómo no...)

El caso es que la reacción del chaval ante esa pregunta no terminó de gustar a Julia quien, contrariada, afirmó ante la cámara que ella es bisexual y que la respuesta del chaval no le gustó: "No puedes dar por hecho que alguien es sólo hetero, porque yo soy bisexual y esas cosas me ofenden. Mira, chico, piensa un poco esas cosas", afirmó.

Entonces, llegó la pregunta del millón que, aunque aparentemente inofensiva, permitiría a la estudiante de psicología extraer conclusiones de su cita que, a la postre, serían decisivas para la suerte final:

- Julia. ¿Qué preferirías? ¿Tener sexo infinito o comer infinito?

- Simón. (Duda) Lo justo sería ambos...

"Yo creo que a Simón le falta un poco de carácter, fuerza a la hora de decir las cosas. Se le veía retraído con eso", concluyó la chica.

- Julia. ¿Te mola el sexo?

- Simón. No, para nada (risas).

Con todos estos ingredientes, Julia y Simón llegaron a la sentencia final: Simón habría estado encantado de tener una segunda cita con Julia para conocerla más. Pero la estudiante de psicología ya había extraído sus conclusiones y pensó que como amigo, genial, pero que de novio nada de nada:

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