12 errores que JAMÁS deberías cometer si estás preparando selectividad

12 errores que JAMÁS deberías cometer si estás preparando selectividad

¿Pasa algo si me quedo la noche de antes estudiando? ¿Y si me dejo algún tema sin mirar? ¿Será mala tanta cafeína?

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Selectividad está a la vuelta de la esquina, y más si vives en Castilla-La Mancha. Los estudiantes manchegos han sido los afortunados y serán los primeros en empezar las vacaciones de verano, ya que comenzarán las pruebas de acceso a la universidad este lunes 4 de junio. Un día después, el martes 5, se incorporan a este grupo los alumnos de Aragón, Asturias, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid y Navarra. Los últimos en quitarse ese peso de encima serán los jóvenes catalanes y gallegos, que se examinan los días 12, 13 y 14 de junio.

Difieren las fechas, pero los nervios son los mismos y, generalmente, también las dudas. ¿Pasa algo si me quedo la noche de antes estudiando? ¿Y si me dejo algún tema sin mirar? ¿Será mala tanta cafeína? Una orientadora y tres psicólogos expertos en ansiedad en exámenes explican qué NO hacer antes, durante y después de los exámenes.

Durante el estudio...

Estudia en cualquier sitio

"Si tienes una casa adaptada, es mejor en casa porque pierdes menos tiempo en desplazamientos y así tienes todo a mano", afirma Fernando Miralles, profesor de Psicología de la Universidad CEU San Pablo y especialista en ansiedad, estrés y depresión. "Además en la biblioteca te puedes distraer más fácilmente", añade.

Susana García, jefa de estudios y orientadora del Centro Universitario San Bernardo, especializado en la preparación de la Selectividad, matiza esta respuesta. Para ella, lo más importante no es el lugar en sí, "sino que esté libre de distracciones y ruidos, donde el estudiante se sienta cómodo y tenga los materiales a mano". "Si en casa no se dan estas condiciones, la biblioteca es el lugar adecuado, ya que es un ambiente neutro con silencio", indica.

Empieza por tus asignaturas favoritas

No empieces por los temas o las asignaturas que se te dan mejor porque cuando llegues a tu talón de Aquiles —la asignatura que más odias o más te cuesta— estarás desganado. Fernando Miralles recomienda que arranquemos el día estudiando las asignaturas que peor se nos dan o menos nos gustan, así cuando estemos cansados podremos estudiar las que más dominamos y nos vendremos arriba.

El móvil, siempre al lado

Anula el móvil durante las horas de estudio y céntrate en el temario. Hay apps que lo bloquean por ti, cajas fuertes con temporizador o también existe la opción de silenciarlo, más fácil y económica. "El caso es dejarlo durante el estudio y solo cogerlo en el descanso", señala Miralles. Modesta Pousada, profesora de Psicología e investigadora de la UOC, es más tajante y defiende que los descansos deben ser breves y el móvil hace que esa brevedad peligre, porque puedes engancharte a una conversación que no quieres terminar. "Es mejor dar un paseo o comer algo, aunque si para ti lo bueno es ver Instagram, hazlo. Lo importante es que sepas cuándo cortar y volver al estudio", señala.

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No pares para descansar

"Por regla general, el tiempo que puede estar concentrada una persona es aproximadamente una hora", indica Pousada. La psicóloga propone sesiones de 45 minutos de estudio y 15 de descanso, aunque "cada uno tiene que valorar su situación". En esto coincide Ana María Egido, psicóloga experta en estrés en El Prado Psicólogos: "Para nuestro cerebro es complicado mantener la atención durante más de un hora y media". De ahí la importancia de las pausas, que "deben ser de unos 15 minutos" y en las que recomienda "evitar el móvil para que sean realmente reparadoras y faciliten la memorización".

Estudia hasta reventar

"El atracón final es casi inevitable", reconoce Susana García. Dando esto por sentado, lo más aconsejable es "respetar unos períodos de descanso e intercalar distintas materias". Por ejemplo, Historia no requiere la misma capacidad de estudio que Matemáticas, señala.

Para García, seis horas al día son más que suficientes si se quiere mantener la productividad, aunque "cada estudiante es un mundo". De hecho, Modesta Pousada apunta que "en momentos puntuales se pueden llegar a las 10 horas diarias, pero no debería mantenerse esa intensidad". Hay que saber parar, y el consejo de Ana María Egido es hacerlo "cuando notes que llevas un tiempo intentando avanzar y te cuesta, si estás pensando en diferentes asuntos sin poder concentrarte o si tienes ganas de dormir".

No te dejes nada sin estudiar

"A falta de tiempo, dejarse temas sin estudiar es una opción factible", sostiene García. Ahí es el alumno quien tiene que evaluar cuáles son las partes "más o menos cruciales" de una asignatura y "hacer una selección". También es importante valorar las consecuencias que esta decisión puede provocarnos. "Si va a hacer que los niveles de ansiedad se eleven quizás sea mejor que no lo hagamos", recomienda Miralles, quien recuerda que no todos los temas caen y que deberíamos ir tranquilos.

La especialista Modesta Pousada también defiende que no pasa nada por dejarse temas sin revisar, "sobre todo cuando la magnitud de la tragedia es grande". "Si te queda uno puedes intentar mirarlo, pero si son muchos hay que seleccionar", apunta la psicóloga, que defiende que "es más beneficioso dejarse un tema que volverse loco tratando de abarcarlo todo".

Piensa que te juegas el futuro

Desdramatiza. Más del 90% de los estudiantes pasaron las pruebas de acceso a la universidad en 2017 y lo normal es que tú también lo hagas. "Hay que quitarse presión y dejar de pensar en que estos exámenes lo son todo", recomienda Pousada, para la que tampoco debería ser un drama no llegar a la nota de corte necesaria. "Si tienes una verdadera vocación siempre hay una vía para alcanzarla", asegura; siempre se puede entrar en otra carrera y luego cambiar o repetir las pruebas de acceso. "¿Qué es un año o dos en la vida de un joven? No pasa nada si tienes que ir por el camino largo", insiste.

Además los exámenes suelen salirnos mejor si vamos relajados. "A mis opositores les digo que la persona que controla la oposición aprueba y la persona a la que la oposición la controla lo tiene mucho más difícil, porque el examen le supera", dice Miralles.

El día anterior al examen...

Piensa que el día antes es clave

"El día anterior se puede repasar un poco, pero no estudiar como tal", recalca Miralles. "Durante los dos años anteriores has ido almacenando todas las materias, así que los últimos días sólo hay que decirle al cerebro que busque en la memoria a largo plazo esos datos y, si acaso, que memorice cosas puntuales".

La psicóloga Ana María Egido va más en la línea de la relajación: "Trata de descansar para que el cerebro consolide todo el aprendizaje". Egido también propone salir al aire libre y hacer deporte —"un gran aliado contra el estrés"—, escuchar música relajante en una posición cómoda y respirar profundamente durante unos minutos. "Concéntrate en cada parte de tu cuerpo mientras realizas un recorrido mental y sientes cómo a medida que les prestas atención se van relajando", sugiere.

Dedícate a estudiar la noche anterior

No creas que porque sea la última noche tienes que darlo todo. Si no lo has aprendido ya, no merece la pena intentarlo. "Lo mejor es dormir y recordar eso que se suele decir 'lección dormida, lección aprendida", recalca Miralles. Hay que acostarse pronto y evitar las pastillas y el alcohol. "Si te pueden los nervios y no consigues dormir, olvídate de la tele, del móvil o de la música. Eso hará que el cerebro siga trabajando", continúa. "Para conseguir dormir recomiendo respirar con el estómago para relajar el diafragma y fijarse en el ruido que hace la respiración, que también relaja. Además al coger más aire de lo habitual puede producirse un pequeño mareo que induce al sueño", añade este especialista, para quien el mínimo son seis horas.

Alíate con la cafeína

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"Lo malo no son las bebidas estimulantes o el café, sino la sobredosis", advierte Miralles. Egido coincide con él en que el consumo cafeína "ha de ser moderado, porque hará que nos sintamos más nerviosos y dificultará el descanso". En cambio, la psicóloga sí es partidaria de tomar tila la noche anterior "para ayudar a conciliar el sueño" e incluso la mañana antes del examen "si te sientes muy nervioso".

Además, ofrece "unas alternativas de alimentación saludables para conseguir que el cerebro rinda más":

  • Frutos secos naturales: ayudan a desarrollar la memoria y favorecen el aprendizaje.
  • Semillas de chía: favorecen el funcionamiento de las neuronas y mejoran la actividad cerebral.
  • Brócoli: potencia la memoria y conserva la buena salud de cerebro.
  • Plátano: nos ayuda a ser más rápidos para recordar cosas y aumenta la capacidad de razonamiento.

El día grande...

Repasa hasta el último momento

"Llevar los apuntes para mirarlos antes del examen es una fuente de ansiedad. Hace que te des cuenta de lo que no sabes y lo que tienes que hacer en esos momentos es relajarte", asegura Pousada. Para ella lo mejor es dejárselos en casa, así se ahorra ese mirar desbocado previo y tampoco se miran después. "Lo que has contestado mal no tiene remedio y lo que has hecho bien ya lo sabrás", señala.

En esta línea van los consejos de Fernando Miralles, que recomienda evitar los comentarios con los compañeros. "Siempre hay uno al que se le ocurre una pregunta que no se te ocurrió a ti ni tampoco al profesor y que hace que aumenten las inseguridades. Y luego está el que está más nervioso que tú y te contagia, porque los niveles de ansiedad se pegan. Todo lo contrario a la tranquilidad".

No descartes un bloqueo final

"Como hagamos caso al 'no sé nada', no se sabe nada. El cerebro se lo cree", avisa Fernando Miralles. Susana García admite que "un cierto nivel de ansiedad es lógico y hasta conveniente". Dicho esto, lo importante es "saber gestionarlo". "Es muy poco probable que ocurra y, si alguien se queda en blanco, lo normal es que es unos minutos se pase", apunta. "Lo mejor es alejar de la mente los pensamientos de bloqueo", zanja.

Si, aun así, el pensamiento del 'no sé nada' llega en pleno examen, Ana María Egido propone un pequeño ejercicio de relajación: "Regula tu respiración, siéntela y concéntrate en ella reteniendo el aire unos segundos". "También puedes llevar algo que tenga un aroma intenso. Te ayudará a conectar con el momento presente y a no dispersarte con pensamientos negativos", aconseja.

BONUS TRACK - CÓMO ENFRENTARSE AL EXAMEN

  1. Vete con tiempo. Es mejor que esperes en el centro a agobiarte en el coche porque has pillado un atasco.

  2. Recuerda que sin la documentación no podrás hacer el examen

  3. Lleva reloj. Necesitas controlar la hora para organizarte y que te dé tiempo a responder todas las preguntas.

  4. Lee bien las preguntas. "Como cada prueba da a elegir entre dos modelos de examen, es muy importante tomarse un tiempo para elegir la opción en la que mejor desempeño puedes tener", señala Susana García.

  5. No respondas a lo que no te preguntan. "Si no la sabes, no contestes otra cosa", insiste Pousada, para la que, como examinadora, esta opción resulta contraproducente. "El que te va a corregir sí sabe la respuesta y se te acaba viendo el plumero".

  6. No te vayas del examen sin revisar las respuestas. Releer es la forma de detectar si tienes errores de ortografía, frases incompletas o si no has entendido una pregunta. En ese caso aún estarías a tiempo de hacer una corrección, aunque sea breve, para que los examinadores sepan que conocías el temario.

  7. Sal y desconecta. Al acabar el examen, no mires los apuntes para comprobar si lo has hecho bien y no compares con los compañeros. Lo más conveniente es dedicar la tarde a desconectar y descansar para poder rendir al máximo al siguiente día.