Pierde la cabeza con el atractivo físico y los pechos de su cita y le suelta una propuesta que calienta 'First Dates'

Pierde la cabeza con el atractivo físico y los pechos de su cita y le suelta una propuesta que calienta 'First Dates'

"Si necesitas a alguien que te masajee los pechos con cariño..."

Isabel, una madrileña de 37 años, ha logrado fascinar a su cita de First Dates con su físico. A la mujer le gusta resultar atractiva a los hombres, y vive dios que a Guillermo, madrileño de 38 años, le ha hecho perder la cabeza con su sola presencia en el restaurante. Sin embargo, esta situación tenía un pequeño problemita: a ella Guillermo no le gustaba nada.

No obstante, eso no ha sido óbice para que el hombre metiese ficha (pero bien) a Isabel, evitando en todo momento cortarse un pelo, centrando la charla en los pechos de la mujer y protagonizando una de las escenas más subidas de tono que se recuerdan en el programa:

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Pincha aquí para ver el momento en la web de First Dates

- Guillermo. Tú te cuidas bastante.

- Isabel. Bueno, intento. He empezado ahora a hacerme cositas. No te creas. El pecho me lo he puesto hace algunas semanas. Y todavía está un poco alto. Pero bueno.

- Guillermo. ¿Estás contenta? ¿Te lo ves natural?

- Isabel. Estoy empezando ahora a verlo natural, porque está muy hinchado todavía.

- Guillermo. Pero bueno...

Ante la cámara, Guillermo sólo tenía palabras de alabanza... para sus pechos: "Su pecho sí que me gusta porque va con su personalidad. Habrá que ver los resultados, pero tiene buena pinta".

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Con la revelación de la mujer, quien reconoció que aún le dolían tras su reciente operación, llegó el momento culmen de la cita:

- Isabel. Me duele un poco y me mola un poco el rollito.

- Guillermo. Te queda muy bien.

- Isabel. Ese puntito del dolor...

En este punto, Guillermo se vino arribísima y soltó:

- Guillermo. Escucha, si tú necesitas a alguien que te lo masajee con cariño...

- Isabel. ¡Tengo la espalda!

- Guillermo. Da igual. Te puedo masajear la espalda y el pecho.

Ante la cámara, Isabel afirmó que "todo el mundo con el que hablo me dice lo mismo... 'habrá que verlas'. Todo el mundo está igual. A ver si os creéis que una se pone los pechos y ya hay que enseñarlos".

Tras este glorioso momento, y pese a que ambos coincidieron en muchas cosas, la sentencia final fue la que se veía venir que iba a ser:

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