La Audiencia Nacional impone penas de más de 12 años de cárcel a la cúpula de Fórum Filatélico

La Audiencia Nacional impone penas de más de 12 años de cárcel a la cúpula de Fórum Filatélico

Los condenados deberán indeminizar conjunta a los casi 200.000 afectados con 3.700 millones.

PIERRE-PHILIPPE MARCOU via Getty Images

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a penas que van desde los seis meses de cárcel a los doce años y cuatro meses para 20 de los 27 acusados en el juicio por la estafa de Fórum Filatélico, que considera el "paradigma de las estafas piramidales".

Entre los condenados se encuentra el expresidente de la entidad Francisco Briones, al que le ha impuesto una pena de doce años, cuatro meses y dieciséis días de prisión por los delitos de estafa agravada continuada en concurso con insolvencia impunible y falseamiento de cuentas anuales continuado, así como por blanqueo de capitales.

De igual forma, la Justicia ha condenado a Briones a pagar una multa de 49,7 millones de euros y una responsabilidad civil por la que deberá indenmizar, junto con otro de los condenados, a los más de 268.000 afectados por los casi 400.000 contratos filatélicos reconocidos por la Administración Concursal en el Juzgado Mercantil de Madrid con más de 3.700 millones de euros.

También se ha dictado sentencia contra el exdirector general de Fórum Filatélico Antonio Merino, al que se le ha impuesto una pena de dos años y tres meses de cárcel como cómplice de delito continuado de estafa agravada en concurso con insolvencia punible y por blanqueo, así como a pagar una multa de 15,9 millones de euros al aplicarle la atenuante de confesión, mientras que el exdirector jurídico Juan Ramón González deberá afrontar una condena de seis años y tres meses a prisión e igual multa por estafa agravada y blanqueo.

El fallo también condena a los auditores José Carrera Sánchez y Rafael Ruiz Berrio como cooperadores necesarios en el delito de falseamiento de cuentas societarias, con penas de dos y un año de cárcel, respectivamente. El resto de acusados, colaboradores en la estafa y en los delitos de blanqueo de capitales, resultan condenados a penas de prisión de entre seis meses y cuatro años, mientras que las multas llegan hasta los 63,5 millones de euros.

La Audiencia Nacional, por otro lado, ha decidido absolver a cuatro miembros del consejo de administración que fueron juzgados por los delitos de estafa agravada continuada, insolvencia punible y falseamiento continuado de cuentas societarias: Miguel Ángel Hijón, Francisco José López Gilarte, Agustín Fernandez Rodríguez y Juan Macía Mercadé.

La resolución ha aplicado a todos los condenados la atenuante de dilaciones indebidas simples. Además, se ha acordado el decomiso de numerosas fincas y cuentas bancarias y el dinero depositado en cajas de seguridad y se ha ordenado que todo el dinero que se obtenga en la ejecución sea puesto a disposición de la Administración concursal para que esta institución lo distribuya de manera ordenada entre los perjudicados.

Ocho años de trama

Fórum Filatélico desarrolló un negocio de captación masiva de dinero procedente de pequeños ahorradores durante el periodo comprendido entre 1998 y 2006, dinero que devolvió en el plazo determinado con un interés añadido superior al de las entidades financieras.

El motivo que alegaba para retribuir el dinero que recibían era la inversión en valores filatélicos, que se componían de series de sellos de correos del tema Europa emitidos por la Confederación Europea Postal y de Telecomuniciones (Cept), cuyo precio fijaba la compañía según sus necesidades financieras mediante unas listas internas.

En la publicidad de sus productos sostenían que los sellos se revalorizaban de manera "constante y sostenida". La actividad se formalizaba en contratos-tipo de compraventa de lotes de sellos que encubrían la realidad económica de la transacción. Además, la compraventa iba acompañada de un depósito gratuito de los valores.

El inversor compraba, según decían, por un precio equivalente al valor de la filatelia que le adjudicaban, asumiendo la compañía el compromiso de recompra por el que se obligaba a devolverle en un plazo el dinero aportado más la rentabilidad acordada.

Mediante esta trama, Fórum Filatélico había construido un mercado cerrado, ajeno al del coleccionismo de sellos y bajo la apariencia de compraventa de valores filatélicos del que llegaron a formar parte cientos de miles de clientes, los cuales llegaron a confiar más de 3.000 millones de euros.

"Los clientes invertían sus ahorros por la alta rentabilidad que ofrecía el producto, que era ajena al valor del sello y a cualquier hipotética revalorización, de ahí que siempre optaran por revender la filatelia y percibir el interés pactado, que hasta la intervención judicial la empresa abonó puntualmente", reza la sentencia.

La sociedad llegó a adquirir más de 121 millones de sellos, un patrimonio que tenía escaso valor en el mercado, porque no había demanda que lo absorbiera. No obstante, como el mercado era el único espacio donde los sellos podían lograr liquidez, era ficticia la idea de que soportaban económicamente la inversión del cliente más la retribución garantizada. "La filatelia estaba sobreestimada de manera espectacular y tenía un escaso valor", señala.

El negocio producía así "pérdidas constantes", debido al compromiso de recompra con intereses y a que la única fuente de ingresos era el dinero de los inversores. La Audiencia Nacional asegura en el documento que Fórum Filatélico solamente era capaz de mantener su actividad reteniendo a los inversores para que renovaran sus contratos y captando nuevos clientes que aportaran capital.

Además, los grandes costes de producción, organización y distribución incrementaron de modo progresivo la situación de insolvencia, ya que el activo no podía hacer frente a las deudas.

Ocultación de cuentas y red clandestina

Ante esta situación, y con el objetivo de presentar una imagen de solidez de negocio y aparentar la existencia de beneficios, Fórum Filatélico ocultaba en sus cuentas anuales las obligaciones de recompra con los clientes, que no se reflejaban en el pasivo. "Anotaba como ventas las entregas de capital por parte del cliente y como compras la devolución del dinero más los intereses, y sobrevaloraba en el activo su filatelia, lo que impedía conocer su estado patrimonial", declara la Justicia.

Estas decisiones empresariales fueron tomadas principalmente por el presidente y consejero delegado --Fernández Prada hasta 2001, que fue fundador de la compañía en 1979 y presidente de la primera época, y Briones Nieto después, y por el administrador de hecho Llorca Rodríguez.

Además, se confirma que Fórum Filatélico tenía, por un lado, una estructura visible con su administración y locales abiertos al público y, por otro lado, una clandestina, que operaba en secreto mediante personas jurídicas que se ocultaban una a otras y aprovechando paraísos fiscales.

"Diseñaron una compleja red de sociedades radicadas en diversos países que se interponían en cascada entre el proveedor de los sellos y la sociedad, con la finalidad de incrementar artificialmente el precio de adquisición y desviar dinero de los inversores, lo que causó un perjuicio a la empresa de más de 56 millones de euros entre 1999 y 2005", apunta. Además, idearon otro circuito de valores por la que detrajeron más de 213 millones de euros.

Blanqueo de dinero

El dinero desviado fue introducido en el sistema financiero mediante "complicados" flujos, con transferencias sucesivas a cuentas de bancos extranjeros, cuyos titulares eran sociedades que se acoplaban unas sobre otras y, en parte, transformado en activos inmobiliarios con la compraventa a través de sociedades instrumentales creadas y gestionadas por agentes fiduciarios.

Esta red, que tenía como finalidad ocultar el origen y destino de los activos, era controlada por Llorca Rodríguez, el administrador de hecho.

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