La Organización de Estados Americanos insta a Ortega a adelantar las elecciones de Nicaragua a marzo de 2019

La Organización de Estados Americanos insta a Ortega a adelantar las elecciones de Nicaragua a marzo de 2019

Evita, eso sí, señalarle por la violencia.

La OEA ha pedido este miércoles al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que "apoye un calendario electoral" acordado en el diálogo nacional, mediado por la Iglesia católica, en una fórmula que busca elecciones anticipadas como vía para salir de la crisis que ha dejado más de 350 muertos en tres meses.

La solicitud sobre los comicios se ha incluido en una resolución aprobada este miércoles en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington.

El texto, impulsado por siete países (Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y EEUU) y respaldado por México, "exhorta" al Ejecutivo nicaragüense a que "apoye un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del proceso de Diálogo Nacional".

  Paramilitares extienden en Monimbo una bandera de resistencia.AFP

La Conferencia Episcopal de Nicaragua, mediadora y testigo de dicho diálogo, ha solicitado el 7 de junio a Ortega que adelantara los comicios al 31 de marzo de 2019, pero el pasado 7 de julio Ortega lo rechazó al considerar que ya habría "tiempo para las elecciones tal y como lo manda la ley".

La resolución ha sido aprobada con el voto a favor de 21 de los 34 países que son miembros activos de la OEA, mientras que tres (Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas) votaron en contra y se registraron siete abstenciones, así como tres ausentes, entre ellos Bolivia.

No señala a Ortega

La iniciativa no señala a Ortega por la violencia, pero urge a su Gobierno a que participe "activamente y de buena fe" en el diálogo nacional, en el que participan las autoridades y la opositora Alianza Cívica, que aglutina al sector privado y la sociedad civil.

En la resolución, la OEA ha expresado su condena al "hostigamiento" a los obispos que participan en el diálogo, así como a los "actos de violencia" contra unas oficinas de Caritas que fueron incendiadas y contra la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), que se ha convertido en centro de las protestas.

Las hostilidades se han incrementado los últimos días con ataques como el de la UNAN y el ocurrido ayer contra la ciudad de Masaya, lo que ha provocado la condena de países como Estados Unidos y organismos como la Unión Europea (UE).

Ante esas críticas, el ministro de Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, ha llevado al Consejo Permanente su propia resolución, en la que se reclama a la comunidad internacional respeto a su "autodeterminación" y se culpa a "grupos internacionales terroristas" de instigar la violencia.

Esa iniciativa de Nicaragua ha fracasado con el voto en contra de 20 Estados, ocho abstenciones, tres ausentes y el apoyo de solo tres países (Venezuela y San Vicente y las Granadinas).

Nicaragua, sola

Las votaciones han evidenciado la soledad de Nicaragua en la OEA, que solo ha logrado el respaldo de San Vicente y las Granadinas, Venezuela y Bolivia, cuya misión había propuesto unas enmiendas para modificar la resolución aprobada pero decidió salir abruptamente de la sala por desacuerdos en el procedimiento.

Durante la sesión, Moncada ha apuntado a EEUU como responsable de la "injerencia" que, a su juicio, ocurre en Nicaragua.

Además, ha advertido de que se está volviendo a una "época de golpes blandos y golpes duros", como los que supuestamente EEUU orquestó en América Latina durante el siglo pasado y entre los que el canciller mencionó la financiación de Washington de la "contra" nicaragüense frente el Ejecutivo sandinista en los años 80 y 90.

Por su parte, el embajador de EEUU ante la OEA, Carlos Trujillo, ha reiterado su llamamiento para que se celebren "elecciones, libres, justas y transparentes" en Nicaragua.

Mientras se celebraba la sesión, Trujillo ha afirmado en Twitter que el Gobierno de Ortega está cometiendo un "genocidio contra su propia gente" y le ha instado a detener sus acciones.

Este miércoles se han cumplido tres meses del inicio de las protestas, que comenzaron el 18 de abril contra Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, un movimiento que comenzó por unas fallidas reformas de la seguridad social y que se ha convertido en una exigencia de su renuncia, después de 11 años en el poder.