Una 'hermandad' tóxica: en el interior del oscuro mundo incel

Una 'hermandad' tóxica: en el interior del oscuro mundo incel

Es difícil salir de una comunidad que atrae a jóvenes solitarios por la camaradería.

Esta semana he recibido muchos mensajes de odio tras escribirun artículo sobre los hombres involuntariamente célibes, o incels, y los foros misóginos en los que se habla de "looksmaxing".

La mayoría eran de miembros de estos foros, como un hombre que me mandó un mail super sarcástico diciendo que podía darme información de primera mano. Así que le llamé.

Ya por teléfono, hablaba delicadamente y se disculpaba todo el rato por parecer nervioso. "No suelo hablar con gente a menudo", decía, pidiéndome que le llamara solo "Eric", que no es su verdadero nombre.

Eric, de 19 años, nunca ha mantenido relaciones sexuales. Le pregunté si alguna vez había besado a una chica y se rió. Como muchos otros hombres desmoralizados que forman parte de grupos de incels, cree que nunca podrá estar con alguien, y culpa a su fealdad de un destino inexorable. Dice que se siente inútil, no deseado, y que odia a las mujeres y a la sociedad que le rechazan.

  Algunos posts de Eric en los que pide consejos para mejorar su apariencia.Lookism.net

Eric, que ahora no tiene trabajo, pasa la mayor parte de su tiempo en hilos de incels, como Lookism.net, donde solo se le conoce por su nombre de usuario. Muchos de sus posts están llenos de odio hacia sí mismo y de desesperación ("Ya sé que soy feo", dice). Otros, relacionados con racismo y misoginia.

"Admito que he sentido mucho resentimiento y rabia", comenta. "He dicho muchas cosas malas, pero nunca he querido hacer nada violento".

Los discursos misóginos violentos son habituales en los grupos de incels, donde los miembros hablan continuamente de un movimiento de "contraataque" a las mujeres para privarlas del sexo, algo que muchos se sienten con derecho a hacer. Miles de hombres solitarios como Eric están atraídos por la apariencia de camaradería que les ofrece el grupo, pero la calidad distorsionada de la cámara de eco de internet puede alimentar la radicalización en estas redes.

"Sois como mis hermanos", escribió en abril un hombre en el foro Incels.me. "Nunca me había sentido más querido o rodeado de gente como yo". Como es normal en el grupo, con el tiempo, sus posts se volvieron cada vez más agresivos, pasando de preguntas del tipo "¿Cómo hago amigos por internet?" hasta morbosas descripciones de fantasías sexuales depravadas y violentas, y amenazas de asesinato colectivo. Según sus posts, tiene 18 años. Ha sido imposible localizarlo para una entrevista.

Las webs de incels atraen a estos hombres por muchas razones. Para Eric, ofrecen acceso a una comunidad comprensiva a la que puede entrar desde su propia casa, que es donde se siente más cómodo, ya que allí nadie ve su "infrahumana" cara.

"Ni siquiera me gusta la mayoría de la gente que hay aquí. Son muy egocéntricos esos gilipollas. Pero es agradable tener a alguien con quien hablar", comenta. "Por eso he hecho esta entrevista, principalmente, para hablar con alguien".

Aunque no todos los hombres que se unen a grupos de incels odian a las mujeres, los expertos señalan que estos foros tóxicos inculcan la misoginia, la autocompasión y la rabia. De este modo, lo que parece una fantasía de asesinato colectivo, la idea de una "rebelión de incels" o "alzamiento beta", es generalizada.

El domingo, después de que un hombre cometiera una masacre en Toronto al matar a una mujer joven y a una niña de diez años, los grupos de incels se volvieron locos de la emoción por la posibilidad de que el hombre fuera un miembro del grupo.

"¿Otro hERoe?", preguntaba un hombre del foro Incels.me, enfatizando "ER" para hacer referencia a Elliot Rodger, un autodenominado incel que se suicidó tras matar a seis personas en 2014. "ERs necesita aprender de ISIS cómo matar amuchísimas personas de un solo golpe", decía otro criticando que el tirador de Toronto había matado a "poca" gente. ISIS se atribuyó el atentado, pero la policía declaró que no había pruebas que respaldaran ese hecho.

Rodger, que tenía 22 años cuando cometió los asesinatos en Isla Vista, California, pasó su corta vida como adulto pensando maneras de castigar a las mujeres por causarle "hambruna sexual". Pertenecía a varios foros misóginos que, según él, "confirmaron varias teorías que yo tenía sobre lo malvadas y degeneradas que son las mujeres".

Rodger es un mártir virtual entre los incels radicales que animan a otros cuando fantasean con violar y matar a una mujer y emulan esa masacre. Hasta ahora, al menos tres hombres que, aparentemente, le describen con términos de alabanza han cometido asesinatos. Expertos en extremismo advierten de que cuanto más crezcan los grupos de incels, mayor será la amenaza de otro asesinato colectivo.

El Southern Poverty Law Center (SPLC), que rastrea ideologías de odio, añadió los grupos de "supremacía masculina", incluidos los de incels, a su mapa de odio a principios de año.

"Ya vimos cuántos individuos en los grupos que normalmente rastreamos estaban entrando en grupos de supremacía masculina (nacionalistas blancos, neonazis, etcétera)", comenta Keegan Hankes, un investigador analista del SPLC. "Los foros de incels suelen dar discursos más violentos de los que estoy acostumbrado a ver incluso en sitios de supremacía blanca".

Hankes advierte que estos hilos pueden "jugar un gran papel" en la radicalización de los incels. "Los nuevos miembros que no habían experimentado sentimientos violentos ahora están expuestos a una dosis muy alta", señala.

En abril, un hombre atropelló a unos peatones con una furgoneta en el centro de Toronto, y mató a ocho mujeres y dos hombres. Poco antes del atentado, el sospechoso —Alek Minassian, de 25 años— puso un mensaje en internet en el que apoyaba aRodger y la "rebelión de incels".

Pronto, también le tomaban a él como fuente de inspiración. "A lo mejor Alek Minassian puede ser nuestro nuevo héroe, ¿no?", escribió un miembro de Incels.me, que es el grupo de incels más grande y radical. Otros decían que tampoco había ido tan lejos: "Espero que el siguiente (agresor) se atreva a violar a una o a dos... Estoy cansado del mismo tipo de muertes. ¿Qué tal una violación o echarle a una tía ácido en su puta cara?".

Igual que los miembros y simpatizantes de ISIS se atribuyen con ilusión atentados que pueden no haber cometido para promover su ideología, los incels asumen rápidamente los asesinatos colectivos como si hubiera sido uno de ellos el que lo hubiera hecho, incluso antes de que el autor haya sido identificado. Y al igual que "la necesidad innata de compañerismo" es un punto clave por el que los jóvenes se unen a grupos yihadistas, los investigadores han descubierto que la desesperación de los incels por pertenecer a algo puede conducirles a una red de misóginos radicales.

Estas son solo dos de las muchas similitudes entre los incels y los simpatizantes yihadistas, apunta un hombre que lleva observando a los incels mucho tiempo y habla con la condición de que se le conozca por su alias "Incel Reformado". Este hombre, que con 30 años se describe como célibe, se unió a foros de incels cuando era adolescente, pero después se distanció de la comunidad a medida que crecía y se iba haciendo más tóxica.

"Diría que la tendencia del 'incel normal' se está volviendo más radical", comenta. "Los que son más moderados, que rechazan el extremismo y al final triunfan (al conseguir una relación romántica o sexual) acaban yéndose... Los que se quedan son los más radicales y consienten el odio".

Desde su creación, el pasado noviembre, casi 6.900 miembros de Incels.me ha intercambiado alrededor de un millón de mensajes. Muchos son sorprendentemente parecidos a los que escribió Rodger y otros misóginos que se han convertido en terroristas, y que se centran en una fantasía en concreto: venganza.

Los típicos posts del foro describen no solo el deseo de tener sexo con una mujer, sino también de herirla, humillarla, controlarla y castigarla.

"No veo a las mujeres como humanos. Son, o deberían ser, esclavas de los hombres. Cocinar, limpiar y abrirse de piernas cuando se les ordene", escribió en abril un miembro de Incels.me que, según él, tiene 25 años. "Volvamos a pegar a las mujeres".

Este hombre, cuyo nombre de usuario es "CopeWithTheRope", suele defender que la violencia contra las mujeres está justificada. También escribe sobre acabar su vida de manera dramática para "dar fin al espectáculo", porque está convencido de que las mujeres le rechazan porque es calvo y por el tamaño de su pene. Compañeros incels le han animado, así como a otros que tienen pensamientos suicidas y deseos homicidas, a que se "hagan un ER" (en referencia a la masacre del asesino Rodger) para vengarse de las mujeres y de sus parejas sexuales.

"Habrá muchos más incels que se harán un ER según empeore la situación de todos los hombres... Ya que el feminismo está llevando la sociedad a la ruina", comenta en Incels.me un hombre cuya foto de perfil es la de Rodger. "Ya lo estoy viendo", asiente otro.

"Eso espero", responde CopeWithTheRope, quien declinó responder a la entrevista. "La gente necesita pagar por cómo nos trata. Hay que dar ejemplo".

Los incels radicales también debaten maneras menos extremas de castigar a las mujeres e "infligirlas dolor psicológico" sin "meterse en problemas".

Hablan alegremente sobre acosar a mujeres en autobuses abarrotados, en las redes sociales y chantajearlas en webs de citas para conseguir fotos de ellas desnudas, entre otras cosas. Lo que surge en muchas de estas conversaciones es lo que Hankes describe como "cheerleading": hombres halagando las ideas de otros con comentarios como "Te felicito por posicionarte contra esa zorra" y "Respeto enormemente tu manera de pensar".

Gran parte de su discurso está protegido por la libertad de expresión y la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, además de que las agencias federales como el FBI no pueden vigilar o investigar a alguien "basándose solamente en que es miembro de un grupo o en que ejerce su derecho a la Primera Enmienda", explica un portavoz del FBI al HuffPost EE UU.

Compañías privadas como Facebook y Twitter pueden decidir qué contenido se publica en sus redes, aunque normalmente no consiguen mantener la misoginia fuera de sus plataformas pese a que se comprometen a combatir los extremismos. En la Unión Europea, los parlamentarios han optado por un enfoque intervencionista al amenazar a las compañías de redes sociales con nuevas leyes si no toman medidas contra los comentarios de odio y contenido extremista.

Los esfuerzos para erradicar una comunidad online dedicada al odio pueden llevar a la creación de nuevos grupos de odio.

PUAHate.com, que cerró después de los asesinatos de Rodger, fue donde él escribió "las mujeres son el enemigo" y dijo que quería "empoderar a todos los incels del mundo para actuar contra aquellos que nos oprimen". Pero aparecieron nuevos grupos de incels, y a día de hoy siguen apareciendo, incluso en grandes webs como Reddit y foros gestionados por webs independientes.

Los foros de incels empezaron como webs de apoyo para gente solitaria (hombres y mujeres), para hablar de los problemas de los romances y las citas. Normalmente, las conversaciones trataban de generar confianza y ayudarles a relacionarse.

Según David Futrelle, un periodista que ha estado estudiando la supremacía masculina online durante casi una década, estas comunidades antes no eran tan misóginas ni estaban tan obsesionadas con la violencia como lo están ahora. Futrelle sostiene que el problema solo está empeorando, algo que, en parte, atribuye al surgimiento de la derecha alternativa y a una mezcla de grupos de odio en internet, que ha elevado la agresividad a un nuevo nivel.

Hoy en día, en los foros de incels la mayoría son hombres y las conversaciones, de violencia extrema contra las mujeres.

Según ha descubierto el HuffPost EE UU, un incel supremacista blanco que se autoproclamó pedófilo es candidato al congreso. En varias webs, incluida una que él mismo creó, defiende que las mujeres deberían ser "esclavas para violar" de los hombres que no encuentran pareja sexual. Estas opiniones, por muy extremas que sean, son muy comunes en webs de incels.

Las mujeres "no deberían tener derechos", escribió un hombre en Incels.me en abril. Le gustaría golpear la cara de una mujer con una botella de cristal "hasta que se rompiera, después coger un cristal cortante y clavárselo en la vagina hasta que fuera irreconocible o vomitara sus intestinos". Otro miembro que dice tener 18 años describe su deseo de estrangular a una mujer atractiva hasta que muera. Incluso otro dijo que quería "maltratar a una chica con brutalidad, romperle las piernas y más tarde sacrificarla en el bosque".

Las redes de incels están yendo a peor "a medida que va creciendo el lado oscuro de internet", señala la mujer que acuñó el término celibato involuntario. Alana, que pide que la citen solo por su primer nombre, creó la primera comunidad incel en 1997. Su grupo, conocido como el Proyecto de Celibato Involuntario, comenzó como una lista de difusión para otros como ella que tenían problemas con las citas. El proyecto atrajo a hombres y mujeres de todo el mundo, entre ellos a Incel Reformado.

Entonces, recuerda Alana, los suscriptores "se daban consejos entre sí y era muy positivo. Era como que recibían apoyo y se sentían un poco mejor, tenían un poco más de esperanza".

Según Alana, Incel Reformado y Futrelle, estas comunidades, que una vez dieron ánimos y aceptación, ahora retratan a las mujeres como el demonio y a los incels como víctimas.

"Básicamente aumentan los sentimientos negativos de estos chicos y les hacen sentirse inútiles. Si un chico cree que no tiene sentido vivir, sabe que si sale y hace algo violento toda esta gente le va a apoyar en estos hilos... Creo que habrá más (atentados de incels)".

Los foros de incels resultan especialmente tóxicos para los chicos jóvenes y adolescentes que pueden "verse inmersos" en la visión de un futuro desolador, comenta Incel Reformado.

"Puede que seas como era yo: un adolescente que no tenía suerte con las chicas. Estos hombres recurren a foros tóxicos de internet donde se sienten mejor, ya que se identifican con las personas que entienden sus problemas", reflexiona.

Parece que muchos de estos foros son de gente muy joven. La edición estadounidense del HuffPost encontró a chicos que decían tener 14 años en Incels.me. Recientemente, el grupo hizo un sondeo entre sus usuarios y averiguó que casi el 10% tiene menos de 18 años. Según el estudio, un 35% está entre los 18 y los 21.

Muchos incels como Eric solo buscan amistad en las redes, a lo que, a veces, se refieren como "hermandades". Normalmente, otros incels acogen a los nuevos miembros.

Pero lo duro es dejarlo.

"Rezo por que esta web se hunda", escribió Eric en Lookism.net en junio. Comenta que ha intentado dejar foros de incels antes, pero siempre vuelve.

Espera, algún día, ser capaz de dejar la comunidad incel de una vez por todas. "Son muy tóxicos. Pero es un sitio para marginados como yo, el único lugar al que pertenezco".

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Lucía Manchón Mora.