Cómo prevenir y tratar las quemaduras solares

Cómo prevenir y tratar las quemaduras solares

Que no te pillen este verano.

A estas alturas del verano y en plena temporada de playa, son muchas las personas que ya han sufrido las consecuencias de exponerse al sol sin tomar las precauciones necesarias.

Las quemaduras por los rayos ultravioleta del sol pueden llegar a causar ampollas en la piel e incluso fiebres altas y golpes de calor.

  5b55cfe71900002b014fd524SINCLAIR STAMMERS/SCIENCE PHOTO LIBRARY via Getty Images

Los momentos de mayor riesgo para la piel son las horas centrales del día, de 12:00 a 17:00, pero no cometas el error de pensar que por estar el sol tras una nube ya estás a salvo. No hace falta que el cielo esté azul para quemarte, ya que el riesgo existe incluso cuando está nublado o cuando buceas en el mar o en la piscina.

Para evitar las quemaduras solares, lo mejor es mantenerse a cubierto en los tramos horarios de mayor incidencia, en la sombra o bajo prendas de ropa ligera, con un sombrero o una gorra, y ponerse crema solar por toda la piel, párpados incluidos.

A la hora de comprar la crema protectora, escoge una con un alto factor de protección solar (FPS). Según el doctor Julián Conejo Mir, de la Asociación Española de Dermatología y Venereología, "lo ideal es que el dermatólogo recomiende el protector solar más adecuado en cada paciente", ya que "cada persona necesita una protección específica". Aun así, Matthew Patey, director ejecutivo de la British Skin Foundation, aconseja un FPS mínimo del 30 para los adultos. En el caso de los niños y los bebés, al tener la piel más sensible, conviene emplear un factor superior.

"Recuerda siempre volver a aplicar la crema solar de forma regular", añade Patey.

Si piensas que te has quemado la piel, es importante que te apartes del sol lo antes posible.

"Cubre las zonas afectadas y busca la sombra hasta que la quemadura haya sanado. Es recomendable llevar ropa holgada, ya que es más fresca y permite que las zonas afectadas respiren", comenta Matthew Patey.

"Si las molestias persisten, los analgésicos o los calmantes pueden ayudar e incluso reducir la inflamación. Cabe recordar que el paracetamol aliviará el dolor, pero no reducirá la inflamación", advierte.

Refréscate la quemadura aplicando agua fría con una esponja o dándote una ducha fría, aconseja el NHS (el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido) en su web informativa. Pero asegúrate de no usar jabón, ya que podría secar la piel e irritarla aún más.

Una vez que te has lavado, aplícate crema hidratante de base acuosa en la piel para mantenerla fresca e hidratada. Para una sensación más refrescante, guarda la crema en el frigorífico.

"Los geles de aloe vera o de soja son útiles para refrescar y tienen propiedades antinflamatorias. Evita los productos con derivados del petróleo, con benzocaína o con lidocaína, ya que a veces retienen el calor", indica Patey.

También recomienda no reventar las ampollas, ya que esto puede provocar infecciones y cicatrices. Las ampollas desaparecerán por sí solas a los pocos días.

Las quemaduras solares también pueden provocar deshidratación, de modo que es fundamental tomar suficiente líquido (y alejarse del alcohol).

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.