Hasta el 112 creyó que era una broma

Hasta el 112 creyó que era una broma

Los primeros testimonios de Génova: estupefacción, miedo y mucha angustia por el número de víctimas que puede causar el accidente.

EFE

Lo que ha ocurrido en Génova con el hundimiento de un puente es tan increíble que ni los servicios de emergencia lo creyeron en un primer momento. Según informa el diario local Il Secolo XIX, el 112 recibió la primera llamada a las 11.37 horas. "Inmediatamente dimos la alerta, pero esperábamos que fuese una broma", ha explicado el jefe de la planta, Sergio Caglieris. Pero de seguido entraron más llamadas: era cierto. Un desastre de consecuencias aún por aclarar.

Este mismo diario publica ya el testimonio de un superviviente, Davide Ricci: "Los escombros del colapso llegaron a apenas 20 metros de mi coche", dice este hombre, que iba de Bolzaneto a Nervi. "Me dio la sensación de que hubo una corriente de arriba hacia abajo, como todo hubiera sido golpeado por un rayo", añade. Le dio tiempo a ver que fue el pilar central el que primero cayó, llevándose consigo el resto.

En la cadena pública RAI se ha podido escuchar el relato de una joven llamada Irene que, entre sollozos, explicaba que trabaja en el Ikea que está próximo al lugar del suceso y que hoy llegaba tarde al trabajo por un problema médico. "Lo he visto caer. Paso por ahí a diario dos veces, de ida y de vuelta. Pueden estar atrapados mis amigos, mis conocidos, mis clientes. Es horroroso", añade.

Otro testigo llamado Alberto Lercari dice en el Corriere della Sera que está viendo gente "descalza y aterrorizada". "Vi a gente corriendo hacia mí", dice el conductor. "Salí del carril lento y escuché un crujido. Fue horrible", dice. "Vi colapsar el puente. Vi la tragedia detrás de mí, luego nada más", señala otro testigo no identificado al mismo medio.

Maurizio Ruggiero ha contado en Genova Il Secolo XIX que "cruza el puente todos los días" y que en la mañana del suceso pasó "cerca del patio donde trabaja", en el área de San Francisco de Paola: "El puente a menudo oscila, por los camiones, los atascos... pero esta mañana tuve la sensación, quizás sólo una intuición, de que esta oscilación era mucho más marcada de lo normal. Caminé de vuelta a mi casa. Un cuarto de hora antes el viaducto colapsó".