La foto viral que recoge los cuatro años de tratamientos de fertilidad de una pareja

La foto viral que recoge los cuatro años de tratamientos de fertilidad de una pareja

Cuatro años, tres abortos y 1.616 inyecciones.

Samantha Packer, una fotógrafa de Arizona (Estados Unidos), ha recogido en una sola imagen cuatro intensos años de tratamientos de fertilidad a los que se han sometido Patricia y Kimberly O'Neill, una pareja de Sun City. La impactante foto se ha hecho viral en cuestión de días.

En la imagen aparece la niña —que en estos momentos apenas tiene dos semanas de vida— envuelta en unas telas del color de la bandera LGTBI y en el centro de dos corazones: uno de ellos formado por las jeringuillas utilizadas para el tratamiento de fertilidad y el otro formado también por jeringuillas, pero de un tratamiento anticoagulante al que se tuvo que someter una de las madres.

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La pareja quería inmortalizar el difícil proceso por el que pasó hasta tener en brazos a su hija: cuatro años, tres abortos y 1.616 inyecciones. Para ello, recurrieron a la fotógrafa de la familia después de guardar durante años cada una de las jeringuillas y agujas que usaron y gracias a eso han mostrado al mundo la perseverancia y la espera que implicó el proceso en una única y bonita imagen.

Packer colgó la foto el 11 de agosto en su página de Facebook, en la que ha explicado que fue "un honor" y que "quería crear algo especial". La imagen se ha compartido más de 61 mil veces y tiene más de 80 mil reacciones.

Las madres han explicado en declaraciones a El HuffPost que se sienten "bendecidas y abrumadas", además de muy felices porque su historia da "esperanza" a quienes se encuentran en una situación similar.

Patricia y Kimberly se conocieron en 2013 y un año después tenían claro que querían ampliar la familia. Al principio ni siquiera se preocuparon por el proceso. De hecho, pensaban que era tan fácil como conseguir un donante, visitar al médico y tener nueve meses más tarde un bebé, tal y como han explicado en el Daily Mail.

La pareja lo intentó primero con la inseminación intrauterina, cuentan, "un proceso más barato y menos invasivo que la fecundación in vitro". Sin embargo, tras dos intentos fallidos, fueron conscientes de que necesitaban algo más agresivo.

Empezaron con muchas ganas, aun siendo conscientes de que sería un camino lento, pero el tiempo fue pasando sin resultados positivos.

El momento había llegado. Después del proceso de fertilización y de unas pruebas genéticas, los resultados determinaron que tenían cinco embriones en buen estado. "Estábamos emocionadas", explica la pareja en el mismo medio: "Ya estábamos embarazadas". Sin embargo, a las seis semanas, Patricia sufrió un aborto. El médico les había avisado sobre la posibilidad de que esto sucediera, algo de lo más común al principio en estos procesos pero, evidentemente, les afectó.

La segunda vez que logró quedarse embarazada lo perdió a las ocho semanas y el médico descubrió en Patricia un desorden, el Factor V Leiden, que genera coágulos de sangre en la placenta y provoca el aborto. Después, se quedó embarazada una vez más y también lo perdió, así que, tras varios intentos más, se tomaron un descanso.

Entonces, la pareja encontró a un especialista en el Factor V Leiden que le puso una dieta descabellada y le recetó unas pastillas. Nunca habían oído hablar de ello, pero depositaron todas sus esperanzas en el tratamiento. Se quedaron embarazadas por cuarta vez.

Ambas se fueron de vacaciones a Disney World y cuando volvieron escucharon el primer latido de su bebé. "Nos gusta decir que es una verdadera bebé Disney", aseguran, aunque les asustaba pensar que cada ecografía sería la última. Esta vez todo salió bien y el 3 de agosto la pequeña London llegó al mundo.