El desbordamiento del río Raganello en el sur de Italia deja al menos 11 muertos

El desbordamiento del río Raganello en el sur de Italia deja al menos 11 muertos

También hay cinco desaparecidos en la región italiana de Calabria.

Fotografía aérea del rescate de afectados por la inundación en Civita.EFE

Asciende a once el número de muertos y se busca a cinco desaparecidos entre los excursionistas que visitaban las gargantas del río Raganello, en la región italiana de Calabria, y que se vieron sorprendidos por el desbordamiento de un torrente debido a las fuertes lluvias.

La Protección Civil italiana confirmó que el lunes se han encontrado diez cuerpos, entre ellos el de una chica de 14 años, mientras que otra persona ha muerto esta noche en el hospital y que se sigue buscando a otras cinco, aunque podrían ser mas ya que había varios grupos de excursionistas visitando esta zona.

Además la crecida del torrente por las fuertes lluvias en el parque nacional del Pollino ha causado también once heridos, de los cuales los más graves han sido ingresados en los hospitales de Consenza y el resto en la ciudad de Castrovillari.

  Miembros de los servicios de rescate retiran en camilla a un excursionista afectado por las inundaciones.EFE

La mayoría de los excursionistas afectados pertenecían a dos grupos que procedían de la región norteña de Lombardía.

Los equipos de socorro han podido salvar a 23 personas que han quedado atrapadas, entre ellos varios niños.

Las gargantas del río Raganello forman un área natural protegida que se extiende a lo largo de 1.600 hectáreas y un cañón de 13 kilómetros de longitud y que está ubicada en el Parque nacional del Pollino.

Durante el verano esta zona es visitada por numerosos turistas, "pero las crecidas del torrente se dan solo en invierno y nunca había pasado en esta época del año", explicó el responsable del equipo de rescate alpino de Calabria, Luca Franzese.

Sin embargo, las fuertes lluvias han provocado una crecida y el nivel del torrente ha subido dos metros en poco tiempo y "era imposible que se dieran cuenta del peligro porque en esa zona no estaba ni lloviendo", ha añadido Franzese.