Las redes sociales se vuelcan en la búsqueda de un peluche perdido

Las redes sociales se vuelcan en la búsqueda de un peluche perdido

Un padre publica un mensaje avisando de la pérdida del pollo Kiki, el mejor amigo de su hijo, y Twitter pone el mundo patas arriba para encontrarlo.

El pollo Kiki, en una imagen facilitada por su familia.@sergiobaster1 / TWITTER

Sergio Martínez es enfermero y padre de Manuel, un niño de 22 meses de edad, un hombre que ha convertido uno de sus tuits en un fenómeno viral. El motivo: ha iniciado una preciosa cadena de solidaridad para encontrar a Kiki, el peluche que perdió su pequeño mientras paseaba con sus padres por la localidad de Villaverde Alto (Madrid). El mensaje ha dado lugar a miles de retuits y a respuestas de ánimo que llegan incluso desde fuera de España. Lo que sea por encontrar a este añorado miembro de la familia.

"Kiki se ha ido de vacaciones al gallinero para ver a sus primos. No te preocupes. Ya volverá". Desde que Manuel perdió a Kiki, un pollito de peluche que recibió tan sólo a los dos días de nacer, Sergio, su padre, responde con la misma frase ante la insistencia de su retoño. "Cada mañana, cuando se despierta, Manuel me pregunta dónde está Kiki. Y eso a un padre le rompe el alma", confesó Sergio.

Este agosto, Manuel paseaba con sus padres y con su amigo Kiki, pero cuando volvieron a casa, se dieron cuenta de que el " del pequeño no los acompañaba. "Volvimos y nos pusimos a buscar por todas partes. Preguntamos a gente del barrio, de la estación de Villaverde Alto, a personal de limpieza del Ayuntamiento y a los dueños de los bares de la zona. Y nada. No estaba", explicó Sergio a través de varios mensajes más.

Por eso decidió lanzar un tuit con poca esperanza. A lo mejor los amigos podían hacerse eco de lo que había pasado. A ellos les pediría ayuda con su "tuit serio". Pero lo que no esperaba era la ola de solidad. Hasta mil compartidos tenía a la mañana siguiente. "Es una barbaridad. No me esperaba esto. Hubo incluso un grupo de Facebook de Villaverde que se ofreció a ayudarme. Gente de Villaverde, de Vallecas, de Usera... ¡Hasta de Argentina, de Estados Unidos y de Francia!", explicó emocionado.

El tuit de Sergio desató toda una movilización ciudadana. Cientos de usuarios respondieron a su grito de ayuda y compartieron enlaces y fotos de peluches que podían parecerse a Kiki. Tres días después de publicarse, el tuit superó los 300 comentarios y los 5.000 retuits.

"La gente es buena"

"¡La gente es buena! ¡No todo es malo!", subrayó el padre de Manuel. Gracias a la solidaridad de los internautas, Sergio pudo ponerse en contacto con varias empresas, como Juguetes Famosa, que le escribió un mensaje para avisarle de que estaban comprobando si podían fabricar un ejemplar de Kiki. Sergio admitió que, aunque ha intentado responder a todos los mensajes, no ha podido hacerlo porque se ha visto "completamente sobrepasado".

"Me he puesto en contacto con dos o tres empresas, pero el peluche que tienen es mucho más grande. He hablado incluso con gente dispuesta a hacerlo a mano. Hay dos empresas, en Francia y en Italia, que reproducen peluches basados en fotografías", explicó.

Sergio contó que, finalmente, lograron encontrar una empresa que "vende lo que parece ser el modelo de Kiki" y ya ha hecho un pedido de varios ejemplares "de repuesto, por si acaso vuelve a ocurrirr". No obstante, Sergio avisó que seguirá buscando a Kiki por si acaso a Manuel no le convence el nuevo peluche. "Esperaré a que me conteste Famosa en uno o dos días y, si no, pongo carteles por la zona", aseveró.

El padre de Manuel guardará el tuit junto con todos los comentarios y mensajes de apoyo que ha recibido, para enseñárselos a su hijo en un futuro. "Ha habido respuestas espectaculares. Gente que, sin conocerme de nada, me escribían para decir que soy un padrazo y que tengo unos valores humanos enormes".

Sergio es enfermero y trabaja en el Hospital Universitario Infanta Leonor de Vallecas. "Trabajo en urgencias y veo un montón de desgracias todos los días y algunos de los mensajes han conseguido tocarme la fibra. Me han hecho saltar las lágrimas cuando los leía con mi mujer", confesó.