La temporada otoño/invierno de la política: Cataluña, presupuestos y el ensayo del superdomingo de mayo

La temporada otoño/invierno de la política: Cataluña, presupuestos y el ensayo del superdomingo de mayo

En 48 horas los políticos han olvidado el verano y se han lanzado al barro.

EL HUFFPOST

Hey, hey, hey, dancing in September... Las vacaciones se han olvidado en apenas 48 horas. La playa ya es un sueño con fecha para 2019. Ahora toca bailar en la trepidante, confusa y estroboscópica pista de la política española. A dar vueltas... y muchos se van a marear.

Esta semana ha arrancado el nuevo curso político. Y el Gobierno empieza a despertar de esa luna de miel veraniega. Dos obsesiones en la almohada de presidente: los presupuestos generales y Cataluña. Los dos factores clave para poder agotar la legislatura en junio de 2020. Pero, ¡ojo! De repente la economía también empieza a preocupar con dos datos 'chaparrón: el bajón de los turistas durante este verano y el mal registro de paro de agosto conocido este martes (el mayor incremento mensual en una década).

Hay cosas que no cambian en la España de los últimos años: un otoño caliente en Cataluña. El Ejecutivo llegó con la bandera del diálogo, con promesas de normalización, con la esperanza de que una política diferente a la de Mariano Rajoy rebajara la tensión en Barcelona.

Pero el independentismo vuelve a coger aire y está dispuesto a desafiar otra vez al Estado desde la próxima Diada del 11 de septiembre y, especialmente, con motivo del primer aniversario del 1-O. Pedro Sánchez se ha sacado de la manga una nueva reforma del Estatut que conllevaría un referéndum, pero nada de autodeterminación. Este lunes anunciaba esta receta en una entrevista en la Cadena Ser, y no contentaba a ninguna parte. Siempre consciente de que necesita a ERC y PDeCAT en el Congreso para poder seguir adelante. Y, a la vez, avisando de que el 155 no fue cosa de un día y que puede volver a aplicarse si Quim Torra vuelve a la unilateralidad y a saltarse las leyes. Equilibrismo payés que parece imposible. En este intento, veremos dos imágenes simbólicas: Sánchez se reunirá en el Palau con Torra y además celebrará en Barcelona una reunión del Consejo de MInistros este otoño.

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Un curso que llega envuelto en lazos amarillos y con la preocupación en Moncloa de que se dañe aún más la convivencia entre catalanes. Siempre los grandes problemas saltan por pequeñas chispas. Ahora los lazos parecen el símbolo de lucha de Ciudadanos, que no duda en sacarle rédito políticos en estos días. Hasta el PP ha dicho que hay que rebajar.

¿Saldrán las cuentas?

Compitiendo por los titulares con Cataluña estarán los presupuestos generales del Estado. El Gobierno ya asume que si no saca adelante las cuentas públicas será casi imposible llegar al final de la legislatura. La prueba del algodón. Por ahora se ha encontrado con el varapalo del Congreso este martes al frenar el intento de reforma exprés de la ley de Estabilidad Presupuestaria para saltarse el posible veto del Senado a los objetivos de déficit.

El plan que tiene Sánchez es presentar los presupuestos a finales de octubre o noviembre. El objetivo: tener las cuentas propias en marzo. El propio presidente ha reconocido que las cuentas actuales son heredadas del PP, no son suyas, por lo que no se plantea prorrogarlas si fracasa en el debate parlamentario. ¿Horizonte marzo? Muchos en la villa y corte especulan ya con esa fecha, de no lograrlo podrían convocarse elecciones y sumar las generales a ese superdomingo del 26 de mayo.

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Ese día habrá elecciones europeas, municipales y autonómicas. El futuro de la política española se jugará ahí, termómetro de lo que pasará en las elecciones generales. Quedan meses todavía, pero ya en las sedes del PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos se prepara esta contienda. Atentos todos a la decisión de Manuela Carmena, símbolo del cambio en 2015, que tiene previsto anunciar este mes si concurre de nuevo con Ahora Madrid o no.

Podemos vuelve de unas extrañas vacaciones. La baja por paternidad de Pablo Iglesias e Irene Montero ha desdibujado a los morados, perdidos mediáticamente estos meses -precisamente cuando tienen más poder al ser los socios prioritarios del Gobierno del PSOE-. El líder se ha incorporado ya este lunes y ha agradecido por carta el apoyo de la sanidad pública para sacar adelante a sus mellizos prematuros. El jueves se reunirá cara a cara con Sánchez, con la intención de idear la fórmula para sacar adelante los presupuestos a pesar del enfado por rechazarse incluir el impuesto a la banca.

Tú a la derecha y yo más a la derecha

Al otro lado de la pista bailan y se pelean entre ellos Pablo Casado y Albert Rivera. El primero sigue con la sombra de su máster, pero dispuesto a azotar al Gobierno con la inmigración y la economía. Además, prepara ya su ejército de cara a esas elecciones de mayo; en septiembre elegirá a los candidatos y los irá presentando en octubre y noviembre. Lo que no sabe es con qué ánimo llegará Soraya Sáenz de Santamaría y si volverá remover internamente. Para las europeas cada día gana más fuerza el nombre de María Dolores de Cospedal -con un poder inmenso de nuevo en el PP tras brindar su apoyo a Casado-.

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Y Rivera buscará su nuevo espacio. Ciudadanos soñaba con La Moncloa y, de repente, la moción de censura le dejó descolocados. Ahora Rivera lo ha visto claro: ser casi más de derechas que el Partido Popular. La confrontación en Cataluña le sienta bien en las encuestas y espera recuperar espacio una vez vuelva el debate secesionista a cotas más crudas. Y espera golpes de efecto como la posible candidatura de Manuel Valls al ayuntamiento de Barcelona y hace bandera con temas como la eliminación del impuesto de sucesiones.

Todos con ganas de guerra (y miedo) electoral. Aunque parece que las urnas irán primero a Andalucía. En marzo se deben celebrar los comicios autonómicos, pero la oposición se prepara ya para un posible adelanto electoral. Susana Díaz guarda silencio, pero muchos de los suyos también lo sospechan.

Una temporada otoño/invierno que arranca y en la que se volverá a hablar mucho de los tribunales. Hay que recordar que el gran cambio político de la moción se debió a la sentencia sobre Gürtel. Todavía quedan por llegar las destinadas exclusivamente a los papeles de Bárcenas y a la destrucción de su ordenador. Por Púnica seguirán cantando otros populares. Y las declaraciones en los juzgados por los ERE seguirán torturando a los socialistas. Sin olvidar, esa BOMBA del caso Tándem, con el comisario Villarejo amenazando cada minuto a los altos poderes del Estado. Con Felipe VI intentando capear esos oscuros episodios relatados por Corinna sobre Juan Carlos I. PP, PSOE y Cs se han unido en el Congreso para frenar la comisión de investigación sobre Corinna y los supuestos negocios de Juan Carlos I. Pero la Justicia va por su camino.

Señores, ya es septiembre. Ha arrancado el curso político. Todos a la pista de baile. Dancing in september!