
Brydie Lee-Kennedy es una guionista de televisión australiana que reside en Londres, además de una futura madre. Está embarazada de ocho meses y a través de su cuenta de Twitter ha contado uno de esos episodios que ninguna gestante debería vivir en el transporte público: que nadie le cediera el asiento.
Su mensaje, que escribió el 4 de septiembre, ha dado la vuelta al mundo:
Well it finally happened in my 8th month of pregnancy, I just sat on a man's hand and bag when he wouldn't move them off the last spare seat on the bus. We're now sharing a very quiet ride.
— The Sun Is Bad, Actually (@BrydieLK) 4 de septiembre de 2018
Finalmente ha pasado en mi octavo mes de embarazo. Me acabo de sentar en la mano y en la bolsa de un hombre que no las quería quitar del último asiento libre del autobús. Ahora estamos compartiendo un viaje muy tranquilo.
"Me pregunto cómo sería vivir en otro sitio con un poco menos de espíritu de Los juegos del hambre en el transporte público", se lamentó en otro tuit.
Su reflexión ha cosechado más de 17.000 me gusta y muchas mujeres se han animado a compartir historias similares:
When I was about 4 months pregnant I asked a man if I could have his seat on the train and I felt really sick as I was pregnant. He said 'well, you want equality, you can stand' I threw up on him. And his newspaper. And his laptop bag. The look of shock on his face was gratifying
— that pebbles (@LadyBrienne1) 4 de septiembre de 2018
Cuando estaba como de cuatro meses le pregunté a un hombre si podía cederme el asiento en el tren porque me encontraba fatal por el embarazo. Me dijo 'Bien, si quieres igualdad, puedes ir de pie'. Vomité sobre él. Y sobre su periódico. Y sobre su funda del portátil. El 'shock' en su cara fue gratificante.
When I was 8months pregnant (15 years ago) a man on a packed tube asked me to move so he could sit next to his friend. I suspect my glare still gives him nightmares.... and my choice words ring in his ears!
— Lisa Breuer (@LisaBreuer1) 4 de septiembre de 2018
Cuando estaba de ocho meses (hace 15 años) en un metro que iba lleno un hombre me pidió que me moviera para que poder sentarse junto a un amigo suyo. Sospecho que mi mirada aún le da pesadillas... ¡y que mis selectas palabras resuenan en mis oídos!