Ocho lugares a una hora de Madrid para escaparse un fin de semana
Hay vida fuera de la capital, y bastante cerca...
Llega septiembre, se acaban las vacaciones y el verano se acerca a su fin. Sin embargo, esto no significa que haya que dejar de viajar. Se puede salir y desconectar sin tener que coger ningún avión ni recorrer largas distancias en coche.
Cerca de Madrid hay múltiples destinos donde escaparse a pasar el fin de semana o incluso un solo día. Lugares donde romper con la rutina y alargar un poco más la sensación de vacaciones.
En TripAdvisor han recopilado ocho de esos lugares que se encuentran a menos de dos horas de la capital y que van desde las emblemáticas Toledo o Segovia hasta otros rincones más pequeños como Chinchón o Alcuneza. En todos hay un plan que hacer y un lugar donde comer.
Toledo
- Distancia: 74,6 kilómetros
La ciudad de las tres culturas. Sinagogas, mezquitas e iglesias se alzan por igual en el casco histórico de Toledo. Esta ciudad inspiró al Greco y sus obras están distribuidas en muchos lugares de la urbe y, por supuesto, en el museo que lleva su nombre. Uno de los imprescindibles en la visita es el Monasterio de San Juan de los Reyes, erigido por los Reyes Católicos como monumento funerario para su entierro, aunque actualmente lo ocupan la orden de los franciscanos.
Si tras recorrer las empinadas calles de la ciudad te entra hambre, uno de los restaurantes más recomendables es Casa Elena, donde disfrutar de una variada cocina tradicional, responsable y sostenible. Allí gracias a su filosofía slow food protegen las tradiciones regionales gastronómicas, sus productos, sus métodos de cultivo y la forma de trabajo de los productores locales.
Ávila
- Distancia: 110 kilómetros
Esta ciudad es conocida por sus murallas medievales prácticamente intactas, las secciones que las coronan se pueden recorrer a pie y por la noche son sencillamente espectaculares. Otro imprescindible si decides visitarla es disfrutar de sus vistas, por ejemplo, desde el mirador de Los Cuatro Postes, donde se obtienen unas panorámicas inigualables. Ideal para hacer fotos.
Para disfrutar de la gastronomía local, uno de los sitios más recomendables es el Mesón El Rastro, donde sirven platos de la zona como los judiones del barco y el reconocido chuletón de Ávila. El ambiente rústico, la cercanía y las especialidades tradicionales harán que quieras repetir.
La Hiruela (Madrid)
- Distancia: 105 kilómetros
Este municipio de Madrid está situado en la Sierra del Rincón (reconocida como Reserva de la Biosfera por la Unesco), y es ideal para respirar aire fresco, desconectar y retomar el contacto con la naturaleza. Sus casas de piedra, adobe y madera cuentan con un encanto especial que hacen de este pueblecito la escapada rural perfecta.
Para conocer la zona, lo ideal es hacerlo caminando o en piragua del Parque Natural Hoces del Río Duratón, un paraje natural maravilloso donde disfrutar de la naturaleza al 100%. Después del ejercicio, se puede visitar el Asador Rincón de Lalo, donde degustar una cocina tradicional con contundentes platos como croquetas, fabada o cordero asado.
Segovia
- Distancia: 96,7 kilómetros
Más allá del cochinillo y el Acueducto, Segovia es Patrimonio de la Humanidad y, por tanto, es prácticamente una visita obligada. Además de la Catedral y el Alcázar, la ciudad esconde numerosas iglesias románicas que componen un majestuoso paisaje.
Un lugar ideal para disfrutar de su gastronomía es el restaurante La Portada de Mediodía, situado en Torrecaballeros. Allí es posible enamorarse de la cocina regional segoviana, pero con un toque original y vanguardista. Además, tiene una terraza ideal para pasar las noches de verano en un ambiente fresco y acogedor.
La Ciudad Encantada (Cuenca)
- Distancia: 197 kilómetros
Este enclave tiene como protagonista un precioso paisaje marcado por rocas calizas que forman figuras tan llamativas como tortugas, barcos, hongos e incluso osos. Este lugar en la sierra de Cuenca es lugar ideal para disfrutar del aire libre y las excursiones a pie.
Dentro de las visitas ineludibles a este paraje, también merece la pena conocer el Parque del Hosquillo, dedicado a observar especies de la fauna ibérica como los osos pardos, además de disfrutar de la vegetación de la serranía o aprender a conservar la biodiversidad.
Para comer, un sitio muy recomendable es el Raff San Pedro, tanto por su enclave como por su comida. Este restaurante está situado en una pequeña cueva, allí ofrecen elaboraciones vanguardistas basadas en la cocina tradicional.
Aranjuez
- Distancia: 49,3 kilómetros
Esta localidad madrileña acoge uno de los palacios reales más bonitos del territorio nacional, casi una visita obligada para los residentes en la capital. En los terrenos de los alrededores hay zonas verdes ornamentales como el Jardín de la Isla, el Jardín del Príncipe, donde se encuentra la Casa del Labrador, o el estanque con un Pabellón Chinesco.
Además de los jardines, hay que visitar el Palacio Real, de estilo renacentista y con influencia francesa. Su interior incluye hasta una habitación de porcelana.
Para disfrutar de la gastronomía de la zona es imprescindible la visita a Casa José, donde el chef Fernando del Cerro presenta su comida creativa con verdura como base. Además, la barra de la parte inferior, más informal, es perfecta para los aperitivos en familia.
Chinchón
- Distancia: 58,9 kilómetros
Este pueblo madrileño merece la pena tanto por su encanto, como por su gastronomía o sus fiestas. Todo rodeado de un paraje natural, que se puede apreciar a la perfección desde el Castillo de Chinchón. Sin embargo, el principal atractivo turístico de la localidad es la Plaza Mayor, de origen medieval, bastante irregular y con varios accesos. Data de entre los siglos XV y XVI y los 234 balcones que dan a ella tienen barandillas de color verde.
En una de esas casas es precisamente donde se encuentra La Casa del Pregonero, uno de los restaurantes que visitar sin falta en la localidad y donde disfrutar de la cocina tradicional renovada con combinaciones que sorprenderán a los visitantes.
Alcuneza
7
- Distancia: 137 kilómetros
Este rincón de la sierra de Sigüenza está a algo más de una hora de Madrid. Su poca construcción y sus campos de trigo y lavanda lo hacen un destino perfecto para desconectar y volver a la vida rural. Su principal destino turístico es la ciudad medieval de Sigüenza, con un increíble valor monumental.
Para comer, un lugar excepcional es el hotel Molino de Alcuneza, donde la cocina de autor se elabora de la forma más tradicional y con productos locales como autor elaborada con productos locales como las legumbres ecológicas, los productos de caza, o las truchas del Tajo.
En la primera película de Almodóvar aparecen las protagonistas paseando entre los edificios de AZCA.
Junto a la M-30 se encuentran Las Colmenas. Estos edificios se convirtieron en un personaje más en el cuarto largometraje del director.
Una escena nocturna en Conde Duque segundos antes del famoso ¡Riégueme! de Tina (Carmen Maura).
En la Calle O'Donnell junto a la Maternidad del Hospital Gregorio Marañón (construido por Rafael Moneo 15 años después de la película) y con Torrespaña al fondo.
Una escena con un joven Antonio Banderas en la Plaza de la Villa, cuando el edificio era sede del Ayuntamiento de Madrid.
Una vacía Plaza Mayor fue el escenario de una de las escenas más famosas en el cine del director manchego.
La primera película con la que Almodóvar se llevó el Oscar fue rodada en su gran mayoría en Barcelona, aunque sus primeras escenas se rodaron en la capital, en concreto junto al Teatro de Bellas Artes en la calle Marqués de Casa Riera.
Una de las escenas más emotivas de Volver se rodó en un parque del madrileño distrito de Tetuán, junto a la calle Tenerife.
El Museo Chicote fue el escenario de una de las escenas finales de Los abrazos rotos.
