Cómo decir a tus amigos que dejen el móvil y te hagan caso

Cómo decir a tus amigos que dejen el móvil y te hagan caso

Terminar una amistad porque no te prestan atención debería ser el último recurso.

"¿Algo interesante?", pregunto. "¿Eh?" es la respuesta más común. Mi amigo ha estado mirando su móvil a ratos y claramente no tiene idea de lo que acabo de decir.

Hay dos grupos distintos en lo que se refiere al uso del móvil durante una comida: están las personas que piensan que no es un gran problema e instintivamente colocan su dispositivo sobre la mesa, y están las personas que, como yo, lo consideran irrespetuoso y más que exasperante.

Cuando un amigo parece estar hipnotizado por su móvil en lugar de escuchar mi conversación (ingeniosa, inteligente y francamente apasionante), me hace sentir que tienen un lugar mejor en el que estar. Pero en lugar de expresar mi molestia o decepción, al final acabo diciendo algo pasivo agresivo, dejando un sabor amargo en la boca de todo el mundo antes del postre.

Porque, si tu amigo se siente tentado por Twitter o por WhatsApp, ¿cómo le dices que guarde su móvil sin arruinar vuestra amistad?

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A veces resulta más fácil dar a entender sutilmente que su hábito no te hace gracia, pero a la larga será más sencillo para todos si eres explícito y claro sobre el problema, según explica Peter Saddington, consejero de la organización Relate.

"Al usar afirmaciones con el 'yo' por delante, es más probable que te escuchen de una manera más útil", cuenta a la edición británica del HuffPost. "Por ejemplo, podrías decir: 'Me gusta mucho cuando nos vemos y hablamos, pero me doy cuenta de que con frecuencia te distraes con tu teléfono. Cuando pasa eso, siento (inserte el sentimiento pertinente, como 'ignorado', 'solo', 'menos importante'). ¿Te importaría poner el móvil en silencio cuando comemos?".

En lugar de pedirle a tu amigo que abandone su teléfono por completo, puedes sugerirle que se tome un descanso tecnológico por un período de tiempo con el fin de establecer ciertos límites con los que todos podáis vivir.

Lou Crane, estudiante de 23 años, probó esta táctica cuando fue a un festival de música y se sintió frustrada al ver que una de sus amigas no dejaba su teléfono.

"Era como si no estuviera presente, estaba más interesada en su teléfono que en hablar con nosotros, y llevábamos un montón de tiempo sin vernos. Su excusa fue que quería tenerlo todo en fotos y vídeos", explica Lou.

Para abordar el problema, uno de los miembros del grupo aceptó ser el encargado de hacer fotos y vídeos durante un día, mientras que la amiga pasaba un día sin móvil (y sin enfrascarse en los mensajes entrantes).

Asimismo, puedes convertir esa desintoxicación digital en algo divertido, como hace Georgia Haggar, de 22 años, con sus amigos. El grupo juega a que todos colocan su teléfono en una pila sobre la mesa y el primero en coger el suyo paga la cena o las bebidas. "Así prestamos atención los unos a los otros en lugar de a nuestros teléfonos", afirma.

  5b88039e200000380837aeb3Jose Rodriguez / EyeEm via Getty Images

Hay ocasiones en las que el uso del teléfono móvil puede ser la gota que termina una relación tensa. Michael Portz, de 32 años, acabó perdiendo una relación porque su compañero revisaba constantemente las redes sociales, Whatsapp y las aplicaciones de citas cada vez que quedaban. Al final dejaron de verse y perdieron el contacto.

"Expresé mi frustración en numerosas ocasiones, en broma al principio, pero luego con un poco más de insistencia para que guardara su teléfono. Simplemente se rió y, cuando colgó su teléfono, no pudo resistir el impulso de volver a levantarlo cinco minutos después", explica. "Al final perdí todo interés en conversar, ya que estaba bastante seguro de que ni siquiera prestaba atención".

Alejarse de una amistad debido al uso del móvil debería ser el último recurso, aunque Saddington señala que a veces puede ser necesario cuando ya se han agotado todas las opciones. "Si tu amigo no respeta tus sentimientos y sigue sin escuchar lo que dices, cuanto más tiempo permanezcas en la amistad, más probabilidades tendrás de enfadarte cada vez más", apunta.

"Las amistades pueden tolerar discusiones y desacuerdos, pero si siempre sientes que eres el que está molesto y enfadado, probablemente ya no sea una amistad y quizás sea hora de avanzar por tu propio interés", resume el experto.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés.